El temor a un altercado precipit¨® el final del festival de Carabanchel
El festival que se desarroll¨® ayer en la penintenciar¨ªa de Carabanchel con motivo de la patrona de los reclusos, Nuestra Se?ora de la Merced, termin¨® antes de lo previsto y qued¨® descolgada de la programaci¨®n Mar¨ªa Paz Ballesteros, que present¨® a Mari Carmen y sus mu?ecos y al cantaor, Manuel Gerena, pero no lleg¨® a ofrecer su recital de poes¨ªa. El adelanto parece que fue debido al nerviosismo del servicio de seguridad, que temi¨® que en alg¨²n momento se produjera un altercado. En el patio de la prisi¨®n estaban reunidos los 2.300 internos. El alcalde de Madrid, Juan Barranco, sigui¨® las actuaciones y charl¨® con los reclusos.
Tanto Juan Barranco como el resto de los invitados al festejo abandonaron el recinto una vez efectuado el recuento de presos, que se retras¨® debido a que dos de ellos no aparec¨ªan en sus galer¨ªas respectivas.Jos¨¦ Manuel, conocido como el violador de Azca, y el torero Hern¨¢n Alonso, reclusos que intervinieron en la organizaci¨®n de la fiesta, afirmaron que la iniciativa del festejo surgi¨® de un grupo de presos que trabajan en la ¨²nica publicaci¨®n peri¨®dica, que se realiza desde Carabanchel: la revista Mensaje.
Otros presos, que por razones evidentes no daban su nombre, declararon que la fiesta era un tangue. "Es un montaje para hacer creer a la sociedad que est¨¢ en el exterior que estamos bien, cuando la realidad es muy distinta. Nadie se imagina las deficiencias de esta prisi¨®n y lo diferente que es todo los otros 364 d¨ªas del a?o. Tendr¨ªa que haber una inspecci¨®n sin que se avisara previamente de su llegada, y entonces ver¨ªan cosas como ¨¦sta".
Picaduras de chinches
Lo que se?alaba el preso era el torso de su pecho y los brazos lleno de picaduras de chinches. "En esta prisi¨®n. nos roban hasta los polvos para limpiar la celda de bichos. Esta especie de festejo de hoy nos va a costar tres meses a base de agua y repollo. Vivimos como en latas de sardinas. A los amigos nos tienen separados; habr¨ªa que conseguir que nos aplicaran unas c¨¢rceles nuevas", dijo.El recluso Jos¨¦ Manuel valora la dificultad de organizaci¨®n de las fiestas: "Es cierto que son muy espor¨¢dicas, ya que no contamos con cifras econ¨®micas propias y tambi¨¦n hay que tener en cuenta que muchos compa?eros no entienden que luchemos por una mejor¨ªa en nuestra calidad de vida".
Barranco anunci¨® a los presos que el Ayuntamiento ha anulado el requisito de presentar el certificado de penales para que el recluso encuentre trabajo con menos dificultades. Los amigos de Vallecas de Juan Barranco comentaron que conoc¨ªan al alcalde de toda la vida. "Siempre que viene por aqu¨ª pregunta por nosotros y nos tomamos unas cervezas, y eso es de agradecer".
Otros presos del recinto de preventivos piensan que tanto la revista como los festejos "son un cachondeo". "Todas estas cosas se llevan a cabo por un grupo peque?o de reclusos que de alguna forma se les puede considerar los se?oritos de aqu¨ª. ?Porque aqu¨ª tambi¨¦n hay se?oritos! Y que consiguen estas movidas a base de hacer el juego a Sand¨ªn, el administrador de la c¨¢rcel", alegan.
Uno de los presos entreg¨® en nombre de varios de ellos una carta a Barranco solicit¨¢ndole que se realizaran m¨¢s cursillos de formaci¨®n.
El alcalde, "para evitar papeleos y burocracia", contest¨® all¨ª mismo en sentido afirmativo.
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