Suspendida la venta directa al consumidor en Mercamadrid por el caos producido ayer
Una compa?¨ªa de la Polic¨ªa Nacional puso orden ayer en el caos que se origin¨® en Mercamadrid a consecuencia de la apertura de sus puertas al p¨²blico. Ante la persistencia de la huelga de los minoristas de frutas y verduras -que ha provocado un fuerte desabastecimiento en la ciudad y algunos pueblos-, el Ayuntamiento autoriz¨®, a petici¨®n de los mayoristas, la venta directa de ¨¦stos a los consumidores. Sin embargo, los asentadores hicieron saber que regalar¨ªan sus productos, lo que provoc¨® que miles de personas se desplazaran hasta el mercado central.
Entre las 9 y las 9.30 de ayer, el p¨²blico -el consumidor- empez¨® a llegar en masa a Mercamadrid. Unos a pie, los menos. Los m¨¢s -miles de personas-, en coches. Unos iban a comprar. La mayor¨ªa a que les regalaran. Fue el comienzo de una confusi¨®n en la que no falt¨® el que un polic¨ªa hiciera un disparo al aire para calmar los ¨¢nimos.La huelga de minoristas de frutas y verduras, persistente desde el pasado domingo, impuls¨® al Ayuntamiento de Madrid, el mi¨¦rcoles a aceptar la propuesta de los mayoristas: abrir Mercamadrid al p¨²blico para venderle directamente a precios de minorista. "La medida permit¨ªa contrarrestar el desabastecimiento que se empezaba a producir en la ciudad y evitar una p¨¦rdida importante de productos", explica Adolfo Pastor, concejal de Abastos.
Sin embargo, a las ocho de la ma?ana de ayer, a trav¨¦s de Televisi¨®n Espa?ola y emisoras de radio, los mayoristas dijeron que regalar¨ªan la fruta y la verdura en Mercamadrid, lo que produjo el que, una hora despu¨¦s, en las cuatro entradas de peaje al mercado -55 pesetas por turismo- hubiese colas de coches que alcanzaban varios cientos de metros.
A lo largo de cuatro alh¨®ndigas, de unos 300 metros de longitud y 12 de ancho, los mayoristas hab¨ªan colocado cajas y montones de frutas y verduras. El p¨²blico entraba y cog¨ªa.
Otra parte del p¨²blico se vio defraudado porque no pod¨ªa comprar (los puestos estaban cerrados con puertas enrejadas).
Los primeros beneficiarios fueron vecinos de los suburbios y chabolas del este de la ciudad, pr¨®ximas al mercado central. El ambiente se empez¨® a crispar a medida que las pilas de productos mermaban y llegaban m¨¢s personas. Varios centenares de minoristas, agrupados en las explanadas exteriores, animaban al p¨²blico a "coger todo lo que regalan, que es lo que ya no les sirve".
Numerosos furgones policiales distribuidos por los viales del recinto se manten¨ªan a la expectativa. Dentro de las naves aumentaba la tensi¨®n: crec¨ªan las quejas y la picaresca. Mujeres que expresaban su malestar por no poder comprar. Personas que met¨ªan las manos por el enrejado de los puestos para coger pu?ados de alimentos. Otras que, a empujones y a la pelea, pugnaban entre s¨ª por llevarse algo aprovechable de los montones ya informes. Otros llenaban furgones en viajes sucesivos.
Antes de las doce del mediod¨ªa no hab¨ªa ya ni una lechuga, pero s¨ª muchas personas en la puerta del complejo a la espera de poder entrar. Desde el Ayuntamiento, al conocer lo sucedido, Pastor dio orden de prohibir la entrada. Pero los que a¨²n estaban dentro quer¨ªan comprar o, simplemente, que les dieran mercanc¨ªa. Los mayoristas celebraron una asamblea y decidieron volver a saciar m¨¢s productos. La Polic¨ªa Nacional -una compa?¨ªa- se reparti¨® por las distintas naves para controlar el nuevo asalto. Al p¨²blico se le dio orden de salir y esperar en las puertas. Los mayoristas sacaron otra vez m¨¢s g¨¦nero a lo largo del centro de las naves. Una hora despu¨¦s se dio la voz de adelante y una masa humana irrumpi¨® a la carrera por las cuatro puertas de la nave hacia los montones de frutas y verduras.
"?Que nadie coja m¨¢s de una caja!", gritaban los polic¨ªas. Uno de ellos efectu¨® un disparo al aire en la nave C, que paraliz¨® a la multitud y a la avalancha. A las dos de la tarde cerr¨® el mercado. Los mayoristas acordaron seguir regalando g¨¦nero hoy, pero, seg¨²n Adolfo Pastor, "ni regalado, ni vendido. Mercamadrid, de momento, no se abre al p¨²blico".
Conflicto de intereses
El conflicto entre mayoristas y minoristas de frutas y hortalizas por el tema del cierre o apertura de Mercamadrid los lunes provoca intermitentemente huelgas de unos u otros desde hace dos a?os.En junio de 1984 se firm¨® un acuerdo entre mayoristas y el Ayuntamiento que asumieron los minoristas, aunque posteriormente no lo firmaron, seg¨²n se?alan aqu¨¦llos y niegan ¨¦stos.
Este acuerdo fijaba un horario de cierre de los lunes durante seis meses, en invierno, y de apertura los restantes, acuerdo que este a?o se ha ampliado a ocho meses y medio en cuanto al cierre de los lunes (Mercamadrid s¨®lo abrir¨¢ en lunes del 1 de junio al 15 de septiembre), y que no aceptan los minoristas.
Jos¨¦ Mart¨ªn, presidente de estos ¨²ltimos, expresa que ha denunciado esta situaci¨®n en los organismos responsables de Consumo. "Pedimos que el mercado se abra hasta que se pronuncie el Tribunal de Defensa del Consumo, y acataremos su decisi¨®n". Seg¨²n Mart¨ªn, el cierre de Mercamadrid repercute negativamente en los precios porque los s¨¢bados y los martes los mayoristas venden m¨¢s caro; deteriora la calidad, produce un d¨ªa de desabastecimiento y va en contra de la libertad de horario. "La soluci¨®n es que los asentadores ampl¨ªen las plantillas de trabajadores" dice Mart¨ªn.
Los mayoristas no aprueban esta soluci¨®n "porque no es nada f¨¢cil mantener los puestos de trabajo que ya se tienen". "No aceptamos la presi¨®n de este sector de minoristas porque ellos incumplieron el acuerdo del 84% dicen Pablo de la Torre y Felipe Rega, presidente y vicepresidente, respectivamente, de los mayoristas.
Adolfo Pastor, concejal de Abastos, afirma que, seg¨²n los datos estad¨ªst¨ªcos de Mercamadrid, "en los dos a?os que lleva en vigor el acuerdo con los mayoristas se ha comprobado que por el cierre de los lunes no hay deterioro de los productos ni alza de precios".
Y a?ade: "Mercabarna lleva ocho a?os cerrando los lunes sin problemas. En Madrid hay un problema de intereses entre determinados sectores de minoristas con gran poder de compra y los mayor¨ªstas. Mercamadrid es uno de los pocos mercados centrales que abren en lunes por lo que ese d¨ªa se recibe aqu¨ª mucha cantidad de productos, lo que beneficia al minorista, que puede hacer una compra fuerte porque ese d¨ªa obtiene mejores precios".
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