Cedr¨²n clasific¨® al Zaragoza en los penaltis,

Dos paradones de Cedr¨²n a los dos ¨²ltimos lanzamientos desde el punto de penalti por parte del Roma decidieron el partido m¨¢s largo y emocionante visto en La Romareda en los ¨²ltimos a?os. El Zaragoza, adem¨¢s de realizar la proeza de igualar el tanteo adverso, tuvo la suerte de cara al final.

Entre las acciones de fortuna del Zaragoza tambi¨¦n hay que anotar la presencia de un ¨¢rbitro que le pit¨® dos penaltis a su favor. Las decisiones de Courtney fueron justas, pero est¨¢ fuera die duda que es una suerte encontrar un colegiado que tenga esa valent¨ªa. Pese a lo dicho, el ingl¨¦s perjudic¨® al Zaragoza, pues estuvo excesivamente complaciente con las, abundantes marruller¨ªas de los italianos.

El Roma lleg¨® a Zaragoza con una t¨¢ctica defensiva bien clara, basada en la excelente situaci¨®n de sus jugadores en el campo y la alta calidad individual de cada uno de sus componentes. Mantuvo a cuatro de ellos en la defensa, si bien los laterales, y muy especialmente el derecho, Gerolin, intentaban la sorpresa del ataque de vez en cuando. Lo mejor fue su nutrid¨ªsima l¨ªnea de medios, con el polaco Boniek en el centro, a veces parando el juego y en otras lanzando balones largos a Pruzzo, el ¨²nico atacante fijo. Lazona ancha era una aut¨¦ntica malla de la que costaba sacar el ball¨®n. All¨ª el Roma hac¨ªa lo posible por frenar al Zaragoza y, generalmente, lo consegu¨ªa. Al menos, aunque luego de nada le sirviera, logr¨® no recibir ning¨²n gol en jugada.

El Zaragoza estuvo rnuy nervioso mientras tuvo la elfininatoria en contra, pero, una vez igualada y ya con un juego m¨¢s sereno, se mostr¨® muy superior al equipo italiano, que s¨®lo demostr¨® calidad en el juego defensivo. Cuando tuvo que atacar, qued¨® enevidencia.

En justicia, el Zaragoza debi¨® resolver la eliminatoria a su favor, incluso antes de la pr¨®rroga, sin necesidad de llegar al aleatorio sistema de los lanzamientos desde el panto de penalti.