Las cifras d¨¦ Eureka

Hace varios decenios de siglos, Arqu¨ªmedes exclam¨® "?Eureka!" ("lo he descubierto") al medir la densidad de la corona del rey Hier¨®n III. Mitterrand ha acu?ado con este mismo nombre un proyecto de cooperaci¨®n tecnol¨®gico europeo, con los 12 pa¨ªses comunitarios y Noruega, Finlandia, Turqu¨ªa, Austria, Suiza y Suecia. Busca encontrar una salida a la invitaci¨®n norteamericana a participar en su programa de investigaci¨®n militar-espacial SDI, conocido como guerra de las galaxias, cuyos resultados econ¨®micos para las empresas europeas participantes no alcanzar¨ªan el 10% de la inversi¨®n total en el proyecto norteamericano.La particularidad del proyecto Eureka respecto a otros comunitarios, como Esprit (de investigaci¨®n sobre tecnolog¨ªas de la informaci¨®n), Race (de telecomunicaciones), Brite (de nuevas tecnolog¨ªas para industrias tradicionales) o Jet (sobre fusi¨®n termonuclear controlada), es que pretende dar un vigoroso impulso a la investigaci¨®n europea, tratando m¨¢s de desarrollar y aplicar tecnolog¨ªas ya existentes que de reemplazar actividades de investigaci¨®n en curso. Hasta ahora la desuni¨®n europea era significativa. As¨ª, por ejemplo, en la investigaci¨®n de microprocesadores, los europeos, por falta de una estrategia com¨²n, se gastaron en conjunto unos 470 millones de d¨®lares en la d¨¦cada de los setenta, lo que les permiti¨® una cuota del mercado mundial de s¨®lo un 10%. En ese mismo per¨ªodo, Jap¨®n obtuvo el 40% del mercado con una inversi¨®n de 240 millones de d¨®lares, es decir, la mitad.Eureka tambi¨¦n destaca por su prop¨®sito de que cada proyecto tenga la cooperaci¨®n de empresas u organismos de por lo menos dos pa¨ªses europeos, y, a la inversa del proyecto norte americano, manifiesta no tener m¨¢s que objetivos civiles, orientados a los mercados privados y p¨²blicos.-

. Gerente de CEFI.