Jacques Higelin, 'rock' con 'canotier'

Jacques Higelin es un veterano cantante y compositor franc¨¦s que en los ¨²ltimos 10 a?os ha hecho incursiones en el mundo del rock con singular fortuna de cr¨ªtica y p¨²blico. Ni este ¨¦xito ni su larga carrera han tenido la m¨¢s m¨ªnima repercusi¨®n en Espa?a, donde no se ha editado ninguno de sus 15 discos y,donde se present¨® por primera vez en este concierto.Tal vez por ello el p¨²blico del espect¨¢culo resultaba tan heterog¨¦neo y variado: una buena representaci¨®n de la colonia francesa en Madrid, que constitu¨ªa el grupo m¨¢s importante del peque?o n¨²cleo de conocedores, invitados diversos y variopintos y una parte de p¨²blico espa?ol que acud¨ªa claramente a ver qu¨¦ es lo que encontraba.

Las reacciones fueron igualmente diversas: hubo quien se sali¨® a la mitad y quien, entusiasmado, oblig¨® al cantante a bisar casi tres cuartos de hora, y es que en esto de la m¨²sica popular la memoria auditiva, el reconocimiento de las canciones, tiene un papel importante. Son tan pocas las veces que se acude a o¨ªr un recital del que no se tienen referencias. anteriores por otros recitales, por discos o por los medios de comunicaci¨®n, que toda m¨²sica que se escucha por primera vez requiere un not¨¢ble esfuerzo de atenci¨®n.

Dos escuelas

Re¨²ne Jacques Higel¨ªn en su manera de hacer dos escuelas bien diferentes. Por una parte, la tradici¨®n de la canci¨®n francesa. Con su tendencia a la teatralidad y a la interpretaci¨®n dramatizada de las canciones a su representaci¨®n.

Por otra parte, la escuela del m¨¢s puro rock estadounidense. Desde el blues al rockabilly, convenientemente aderezado por toques negroafricanos, caribeflos e incluso flamencos.

La fusi¨®n de todo ello resulta a veces un tanto recargada, algo as¨ª como un rock civilizado que pierde espontaneidad e inmediatez. Es una caracter¨ªstica del rock europeo que se nota, especialmente en los cantautores que han ido variando su lenguaje musical hasta llevarlo al terreno del rock.

Jacques Higelin, que.posee una voz rajada y c¨¢lida y es un s¨®lido pianista, cuenta con el acompa?amiento de un grupo singularmente potente y eficaz.

Cant¨®, salt¨®, hizo parodia y mimo, bail¨® con un acomodador y dialog¨® con los espectadores en un derroche de energ¨ªa y entrega que acab¨® siendo recompensado por el p¨²blico, aunque le cost¨® establecer una comunicaci¨®n que no empez¨® a ser fluida hasta pasada la primera media hora del recital, durante la cual el cantante parec¨ªa nervioso e inseguro y el espect¨¢cuulo cargado de una densidad un tanto plomiza.

Poco a poco se fue desentumeciendo y la belleza y sencillez de sus baladas, que contrastaba con temas m¨¢s r¨¢pidos y duros, junto a su arrollador esfuerzo por imponerse, se fueron abriendo paso.

Interpret¨® una versi¨®n un tanto lib¨¦rrima del viejo Manisero, del cubano Eliseo Grenet, a cuyos sones recorri¨® la sala interpelando a los espectadores y haci¨¦ndolos participar del espect¨¢culo. Al final sac¨® a cantar a la rokera madrile?a Mercedes Ferrer, a la que hab¨ªa conocido el d¨ªa anterior en un bar, y as¨ª, en medio del p¨²blico puesto en pie en el patio de butacas y con, las luces encendidas, concluy¨® el recital.