Margaret Thatcher cree que s¨®lo su reelecci¨®n servir¨¢ a los intereses del Reino Unido

La primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, clausur¨® ayer la conferencia anual de su partido con un discurso t¨ªpicamente preelectoral, en el que, ante el delirio de sus seguidores, manifest¨® que "los intereses del Reino Unido s¨®lo estar¨ªan bien servidos con una tercera victoria consecutiva conservadora" en las pr¨®ximas elecciones generales.Con el tono firme, seguro y confiado que le es habitual, la l¨ªder conservadora, que cumplir¨¢ 61 a?os el pr¨®ximo lunes, aprovech¨® los 37 minutos y tres segundos de su intervenci¨®n, interrumpida en 51 ocasiones por los aplausos de los 5.000 delegados, para lanzar un ataque devastador contra el Partido Laborista, y manifest¨® que, tras su ¨²ltitna conferencia, hab¨ªa quedado demostrado que "la defensa del Reino Unido s¨®lo pod¨ªa ser encomendada a un partido, el Conservador".

Los laboristas aprobaron una pol¨ªtica de defensa basada en el desarme nuclear total, lo que lleva aparejado el cierre de las cinco bases at¨®micas norteamericanas en el Reino Unido. Esta decisi¨®n, calificada inmediatamente de unilateralista por todos los partidos pol¨ªticos brit¨¢nicos, al no pedir una contrapartida a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, ha sido utilizada por los oradores conservadores como munici¨®n en sus ataques contra el Partido Laborista.

Evidentemente, Thatcher iba a permitirse el lujo de una baza que la oposici¨®n le hab¨ªa servido en bandeja. Despu¨¦s de calificar la decisi¨®n laborista de "la m¨¢xima gravedad", la primera ministra dijo que con ella "el Reino Unido quedaba sometido al chantaje nuclear sovi¨¦tico, sin otra opci¨®n posible que la rendici¨®n". "Una Gran Breta?a laborista ser¨ªa una Gran Breta?a neutralista, lo que significar¨ªa el mejor regalo que la Uni¨®n Sovi¨¦tica conseguir¨ªa sin disparar un solo tiro".

Para Thatcher, el equilibrio nuclear ha mantenido la paz, no s¨®lo nuclear, sino tambi¨¦n convencional, en Europa en los ¨²ltimos 40 a?os y ha permitido que los j¨®venes de dos generaciones no tengan que luchar, como hicieron sus padres y sus abuelos. "Pero ?es que alguien cree que la reuni¨®n de Reikiavik (entre Reagan y Gorbachov) se celebrar¨ªa si el Oeste estuviera desarmado?", pregunt¨® Thatcher.

El discurso de Thatcher, pronunciado en pie, a pesar de que la primera ministra brit¨¢nica ten¨ªa una fuerte hinchaz¨®n en un tobillo, como consecuencia de una reciente ca¨ªda, constituy¨® una reafirmaci¨®n m¨¢s de la pol¨ªtica radical thatcheriana.

Despu¨¦s de afirmar que los conservadores "honran el pasado, pero construyen para el futuro", Thatcher manifest¨® que los laboristas, con su deseo de incrementar la intervenci¨®n del Estado, deseaban "dar marcha atr¨¢s en el reloj del tiempo".

En una referencia al lema del Partido Laborista, Putting people first (Poner a la gente en primer lugar), Thatcher, que vest¨ªa un traje azul marino oscuro, con blusa p¨¢lida, y un collar de perlas de doble fila, declar¨® que "querer suprimir las votaciones sindicales, poner fin a la venta de casas municipales y proceder a la renacionalizaci¨®n de las empresas privatizadas era poner a la gente en ¨²ltimo lugar". "Nosotros creemos en un capitalismo popelar y en una democracia de propietarios, y erosionaremos todav¨ªa m¨¢s el papel del Estado", manifest¨® entre aplausos.