La OTAN restringe informaci¨®n sobre asuntos nucleares al Ejecutivo Espa?ol
El Gobierno espa?ol no recibe la misma informaci¨®n sobre asuntos nucleares que los dem¨¢s pa¨ªses miembros de la OTAN que participan en el grupo de Planes Nucleares (GPN), al que se incorpor¨® plenamente despu¨¦s del refer¨¦ndum de marzo, seg¨²n revelaron fuentes de la Alianza Atl¨¢ntica. El nivel de informaci¨®n algo m¨¢s bajo suministrado, a Madrid se debe, seg¨²n las mencionadas fuentes, a la no ratificaci¨®n por Espa?a del acuerdo apalabrado con Estados Unidos sobre protecci¨®n de la informaci¨®n nuclear.
El embajador espa?ol ante la OTAN, Jaime de Ojeda, sin embargo, ha negado en varias ocasiones que al ministro de Defensa espa?ol se le proporcione menos informaci¨®n que a sus hom¨®logos de los dem¨¢s pa¨ªses participantes, incluso cuando asist¨ªa como simple observador a las sesiones del GPN. La Alianza, afirmaba, "nos facilita la totalidad de su informaci¨®n sobre su estrategia nuclear y sobre sus fuerzas".Una semana despu¨¦s del refer¨¦ndum sobre la participaci¨®n de Espa?a en la OTAN -celebrado el pasado 12 de marzo-, el Gobierno de Madrid elecidi¨® renunciar a su calidad de observador en el GPN, y en la reuni¨®n que los ministros de Defensa pertenecientes a est¨¦ grupo celebraron a mediados de marzo en la ciudad alemana occidental de Wurzburg firm¨®, por primera vez desde el acceso del PSOE al poder, el comunicado conjunto.
Creado en 1967, el GPN es el foro en el que se discute el uso del arma at¨®mica en Europa, y Washington informa en ese marce, a las capitales aliadas sobresu capacidad nuclear, la de su adversario sovi¨¦tico y su estrategia negociadora.
Francia y Grecia no asisten a los encuentros del grupo porque rechazan la integraci¨®n en la estructura militar integrada, y, con diversas excusas, Portugal fue excluido temporalmente durante el per¨ªodo revolucionario de mediados de los a?os setenta por considerar que su Gobiemo ofrec¨ªa pocas garantias de saber guardar el secreto.
Entre sus dos reuniones anuales, EE UU sigue entregando informaci¨®n exhaustiva a los miembros del GPN, pero el flujo de la que remite a Espafla es entonces menos intenso, porque carece, por ejemplo, de detalles sobre algunos de los blancos contemplados por la OTAN. Estas listas pormenorizadas constituyen, seg¨²n otras fuentes, una informaci¨®n superflua que el Gobierno no necesita, con tanta mayor raz¨®n cuanto que no tiene implicaciones para su seguridad. ""Si insistiese", a?adieron, "tendr¨ªa exactamente el mismo volumen de documentos que los dem¨¢s".
Para tener acceso a la totalidad de la informaci¨®n derivada del GPN es necesario firmar, adem¨¢s del acuerdo general de 1948 sobre normas y respeto de la confidencialidad, otro espec¨ªfico con Estados Unidos concerniente a la protecci¨®n del secreto nuclear, que Espa?a no ha suscrito a¨²n formalmente, aunque su embajador ante la OTAN intercambi¨® hace cuatro a?os una carta con su hom¨®logo norteamericano en la que expresaba su intenci¨®n de hacerlo. Este documento provisional es el que permite al ministro de Defensa espa?ol asistir a las sesiones del grupo. Fuentes de la representaci¨®n espa?ola ante la Alianza estimaron que el acuerdo bilateral definitivo ser¨ªa concluido en un plazo m¨¢ximo de dos a?os.
En base al acuerdo general de 1948, el encargado de negocios espa?ol, Jos¨¦ Carvajal, solicit¨® a mediados de semana al secretario general de la OTAN, lord Carrington, que inicie una investigaci¨®n -la tercera que emprender¨¢ este a?o- sobre el origen de la filtraci¨®n al semanario Intervi¨² de la carta del embajador Ojeda en la que enunciaba en mayo los principios de la participaci¨®n de Espa?a en OTAN, misiva clasificada como confidencial.
Pistas de la riltraci¨®n
Aunque en la representaci¨®n espa?ola se asegura "tener pistas sobre los responsables de la divulgaci¨®n del documento, reina un gran escepticismo sobre las posibilidades de que, si prospera la misi¨®n encargada a Carrington, pueda realmente ser sancionado el autor de la filtraci¨®n". Ninguna autoridad de la OTAN est¨¢ habilitada para castigarle, y si se poseen pruebas, s¨®lo se le podr¨ªa aplicar la legislaci¨®n de su pa¨ªs.La clasificaci¨®n de confidericial es una de las cuatro que posee la OTAN, que considera a los documentos menos importantes simplemente como restringidos, y a los que desea guardar celosamente los archiva, en cambio, como secretos o incluso top-secret (m¨¢ximo secreto).
Cada documento es clasificado por la representaci¨®n que lo origina o por la Secretar¨ªa General, y las otras 15 delegaciones que lo reciben deben observar el mismo nivel de confidencialidad aunque, por ejemplo, para los turcos o los griegos el texto del memor¨¢ndum espa?ol no revista el mismo inter¨¦s que el que le atribuyen Espa?a o Estados Unidos.
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