Preysler
A Miguel Boyer le ha criticado la derecha sentimental por la cosa de su nueva frontera china-filipina, o sea la Preysler, y le ha criticado la izquierda espectral por su boyerazo agoste?lo en Santander. Todo esto a Boyer le trae floj¨ªsimo, naturalmente, pero de momento se ha ido a la Moncloa, de acusica, para explicarle a presidente Gonz¨¢lez que los ni?os del grado, que son todos rojos, no le quieren. Pero en esta misma semana que glosamos el¨ªpticamente, as¨ª como a mediados, a Boyer le ha echado mano Justo Fern¨¢ndez, el bancario, ese bancario, un sencillo y p¨¦treo bancario que es como el monumento al bancario (que no al banquero) hecho por Rodin. Pero escucheirnos a Justo: "Es incre¨ªble que desde el Gobierno se nombren oportunistas que entienden que los sindicatos son un efecto distorsionador". Boyer, pues, vive hoy entre las hostilidades de Justo Fern¨¢ndez y las labilidades de Isabel Preysler. Uno le recordar¨ªa a Boyer que esta demincia que viene de abajo es lo m¨¢s peligroso, que le ha pasado en su brillante carrera de rrionetarista y seductor. Porque Boyer puede superar las cr¨ªticas de la Prensa, de la derecha a la izquierda, Boyer puede hasta superar el halago femenino, oriental y antiguo de Isabel Preysler, pero cuando el just¨ªsimo Justo se mete con uno, es que ha empezado el principio del fin. MB morir¨¢ pol¨ªticamente en las manos porcelanosas de la Preysler o en las manos rodinianas y sindicalistas de Justo Fern¨¢ndez.Ya sabemos que a MB le est¨¢n comiendo, el tarro para que coagule un partido e inicie el asalto a la Moncloa, pero uno piensa, con perd¨®n, que todo depende de las ganas que tenga la se?oralse?orita de Preysler Iglesias/Gri?¨®n de ser primera dama en una democracia liberalmonetarista. S¨®lo que a MB ya le est¨¢n saliendo otros ases de picas de la derecha/pela, Ferrer Salat un suponer, ese ciclista de las finanzas que a m¨ª me cae, hombre. Lo cual que en el Spanish Insitute de Nueva York ha vuelto MB a dar la nota y montar elcirio, mientras Isabel Preysler desvariaba l¨ªricamente por las zapater¨ªas de la calle 42. Es lo que ha dicho Pedro Almod¨¢var: "No me siento deseado y esto es lo m¨¢s terrible de mi vida". Pero MB se siente deseado por una gheisa oriental de V¨ªctor Hugo, y eso le empuja/arrastra para enfrentarse al socialismo de Espa?a. Detr¨¢s de todo gran hombre no hay una gran mujer, sino delante: Isabel Preysler. Resulta que la Itan nombrada energ¨ªa masculina es femenina. La Preysler ha negado en estos d¨ªas que le gustase convertirse en una Evita Per¨®n, ni siquiera en versi¨®n de Paloma San Basilio. Lo niega, y esto quiere decir que lo ha pensado. Pero hay que situar las cosas en el contexto, es decir, la movida de parejas que ahora anda. Mohedano y NeIsy Chelala parece que contraen. A Mohedano le han propuesto Tonto Contempor¨¢neo entre Luis Carandell, Vicente Verd¨² y Gabriel y Gal¨¢n. No s¨¦ si es por la boda o si el interesado aporta otros m¨¦ritos. En todo caso, MB, casarse en este fin de siglo, cuando las jais est¨¢n que lo tiran y vamos ya por la tercera generaci¨®n de la neogynona, supone una revoluci¨®n inversa muy de acuerdo con sus homil¨ªas puritanoimonetaristas, que no le dejan el necesario margen de azar a la Historia. L¨¢stima que Isabel no haya aprovechado Nueva York para que les casase Milton Friedman por el rito Reagan, pero lo cierto es que ella, antes del viaje, movi¨® mucho papelamen en los juzgados por agilizar el tr¨¢mite. Y lo ha dicho: "Hemos decidido no acudir a fiestas. Me aburren. Preferimos la vida familiar". MB ha encontrado el reposo del guerrero monetarista y de ah¨ª partir¨¢ hacia la guerra de los 30 a?os liberalcapitalistas. La Preysler, como la viuda romana glosada por Ortega no dijo nada. S¨®lo "cuid¨® la casa e hil¨®".
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