La calle, dormitorio de los atemorizados salvadore?os
Los habitantes de los barrios humildes de San Salvador, aterrorizados por la serie de terremotos del pasado viernes, duermen en las calles de la capital ante el temor de que las casas destrozadas se les vengan encima. Grandes zonas de la capital estaban el s¨¢bado por la noche sin luz y, cuando se acercaba un veh¨ªculo, la gente se levantaba para pedir angustiosamente agua. Las familias yac¨ªan en colchones en las aceras y s¨®lo 1as hogueras iluminaban la escena de una ciudad que parec¨ªa en muchas partes haber retrocedido a ¨¦pocas pasadas.
La sucesi¨®n de terremotos parec¨ªa no tener fin y el n¨²cleo central de San Salvador ha quedado da?ado de una forma dif¨ªcilmente reparable. El presidente de El Salvador, el democristiano Jos¨¦ Napole¨®n Duarte, declar¨® en conferencia de prensa que todos los edificios del centro han quedado da?ados, lo que parece confirmado por una primera inspecci¨®n ocular del centro de la ciudad, que est¨¢ formado por casuchas de escasa consistencia.A trav¨¦s de la radio y la televisi¨®n se hacen continuos llamamientos para denunciar los abusos de especuladores que tratan de aprovecharse y cobrar precios exagerados.
Sobre el n¨²mero de muertos, Duarte habl¨® de 100, pero el mismo d¨ªa la Cruz Roja hab¨ªa dicho que eran 200. Estas cifras son s¨®lo de cad¨¢veres recuperados. La gente en la Calle habla de miles.
El jefe de uno de los grupos de rescate asegur¨® que la cifra final puede ser de cerca de 2.000 muertos. Hay tres edificios grandes destruidos y con mucha gente atrapada dentro. Se trata del Ministerio de Planificaci¨®n, el hospital Bloom y un edificio del centro, al lado del Palacio Nacional, llamado Rub¨¦n Dar¨ªo, donde estaban concentrados los equipos de rescate en la noche del s¨¢bado y de donde se extra¨ªan cad¨¢veres calcinados. "Pasadme esos pl¨¢sticos para envolver los cad¨¢veres y que no los vea la gente al sacarlos y arme esc¨¢ndalo", dec¨ªa uno de los encargados del rescate.
All¨ª mismo, seguido por las c¨¢maras de televisi¨®n, estaba una de las estrellas del terremoto de M¨¦xico, Marcos Efr¨¦n Zafiana, de 43 a?os, licenciado en Teolog¨ªa, m¨¢s conocido por el mote de La Pulga. Durante el sismo de M¨¦xico, La Pulga se distingui¨® al rescatar a 27 personas. El s¨¢bado Reg¨® a El Salvador y por la noche ya estaba dedicado al rescate, que se facilita por su peque?o tama?o.
La autopista que da acceso a la capital desde el aeropuerto est¨¢ da?ada en uno de los puentes y uno de los carriles est¨¢ completamente inutilizado porque en un trecho en las cercan¨ªas de la capital la tierra lo cubre completamente.
En algunos colegios perecieron o resultaron gravemente heridos muchos ni?os, que eran transportados dram¨¢ticamente a un descampado, y al hospital donde est¨¢n los desalojados del hospital Bloom.
Sin movilizaci¨®n popular
Llama la atenci¨®n en El Salvador, en relaci¨®n con el terremoto de M¨¦xico, hace poco m¨¢s de un a?o, la falta de movidizaci¨®n popular. Cada uno parece abandonado a su suerte, en una especie de s¨¢lvese quien pueda. Las residencias de la alta burgues¨ªa no resultaron afectadas y estaban cerradas a cal y canto con sus fuertes muros protectores, como siempre, indiferentes aparentemente a lo ocurrido.
El barrio de San Jacinto, formado por chabolas, qued¨® muy destruido y tambi¨¦n el de Santa Anita. La estatua de El Salvador del Mundo y una de Col¨®n han quedado destruidas. La de El Salvador del Mundo cay¨® de su pedestal y la de Col¨®n qued¨® decapitada en pleno aniversario del descubrimiento de Am¨¦rica.
No se tiene noticia de que haya ni muertos ni heridos en la colonia espa?ola. Hay 704 espa?oles registrados en el consulado. En la residencia del embajador, Fernando ?lvarez de Miranda, un letrero a mano advert¨ªa que la fiesta qued¨® cancelada. Se trataba de la recepci¨®n con ocasi¨®n del aniversario del descubrimiento de Am¨¦rica o D¨ªa de la Raza, como le llaman en algunos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina En el jard¨ªn de la residencia del embajador de Espa?a estaban tendidos colchones y tiendas de campa?a, donde pensaban pasar la noche los residentes en la casa, m¨¢s algunos ni?os de otras familias. La radio hab¨ªa recomendado no dormir dentro de las casas
El hotel Camino Real, centro donde se trafica la informaci¨®n por estar all¨ª las oficinas de los peri¨®dicos de muchos pa¨ªses y ser el lugar donde viven los periodistas, parec¨ªa un campamento de batalla la noche del s¨¢bado. Todos hab¨ªan dormido sobre el c¨¦sped en la zona de la piscina del hotel.
Las habitaciones del hotel tienen grietas en las paredes. La del enviado de este peri¨®dico ten¨ªa una grieta en la que cab¨ªa un dedo y la puerta del armario ropero no se pod¨ªa cerrar porque el techo se hab¨ªa vencido y atrapado la puerta met¨¢lica. En la habitaci¨®n vecina, ocupada por otro periodista espa?ol, el agua sal¨ªa a trav¨¦s de una rendija del cuarto de ba?o.
Las camareras del hotel trataban, en la tarde del s¨¢bado, de acondicionar las habitaciones. Una de ellas pretend¨ªa convencer a sus compa?eras de que abandonasen el trabajo porque consideraba que era peligroso permanecer en el interior del edificio. "Se puede pasar todo, se puede ir a la calle y vender comida, y sales adelante, pero si mueres no hay nada que hacer y nada tiene remedio. Yo me voy. No me importa que me saquen".
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