EI hombre de la 'loto'
Cuando hace algunas fechas apareci¨® en la primera p¨¢gina de EL PA?S la imagen asustada del afortunado hombre de la loto sent¨ª indignaci¨®n y verg¨¹enza. Est¨¢bamos ante otra del periodismo de baja estofa: el derecho a la informaci¨®n por encima de todo. Al leer la informaci¨®n del ombudsman he podido cornprobar que mi indignaci¨®n era compartida por un gran n¨²mero de lectores.Sin embargo, es el defensor el que de nuevo provoca y reaviva la verg¨¹enza primera. La justificaci¨®n que hace de la inclusi¨®n de la informaci¨®n a la que nos refer¨ªamos al principio, as¨ª como las autoridades a las que trae en su ayuda, no merecen m¨¢s respeto y credibilidad que la del pregonero de una idea interesada. ?C¨®mo se pueden aceptar las opiniones del se?or Greenfield sin carecer del m¨¢s elemental sentido ¨¦tico? Son el paradigma de la irresponsabilidad y el desprecio a las personas frente a los propios intereses. Ustedes ese d¨ªa seguramente incrementaron sus ventas con unos cuantos lectores m¨¢s y la loto se hizo una publicidad gratuita. Por ese camino se descalifican ustedes para cualquier denuncia.
No s¨¦ si habr¨¢ alguien en el mundo capaz de convencerles de que el derecho a la informaci¨®n no es el valor supremo, y que muchos lectores preferir¨ªamos no encontramos con determinadas informaciones y s¨ª con un periodismo m¨¢s formativo.
Existen valores superiores al derecho a la informaci¨®n, a los que aqu¨¦l debe supeditarse. Esa jerarqu¨ªa de valores no se defien-
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El hombre de la 'loto'
V¨ªene de la p¨¢gina 13de con logomaquias jur¨ªdicas como la del se?or Stampa Braun, razonamiento que desde el punto de vista ¨¦tico es una verdadera desfachatez. Resulta que la intimidad es superderecho que se puede lesionar para defender otros de rango inferior.- Profesor de Filosof¨ªa y ?tica.
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