Los grupos europeos de televisi¨®n privada, divididos ante la regulaci¨®n de las emisiones transfrontera por la CE
Las empresas privadas con intereses en la televisi¨®n sin fronteras se enfrentan, divididas, a la pretensi¨®n de la Comunidad Europea (CE) de establecer una regulaci¨®n sobre las emisiones transfrontera de programas europeos. Al menos ¨¦sta es la impresi¨®n general que se ha podido traslucir de las jornadas sobre El futuro de la televisi¨®n en Europa, organizadas por el Club de Bruselas, en las que han participado 500 personas procedentes de la industria de la televisi¨®n y de los medios de comunicaci¨®n privados y p¨²blicos.
Se ha producido, no obstante, un acuerdo general sobre cuestiones que hasta hace muy poco tiempo eran todav¨ªa centro de debate y que ahora se dan por superadas: nadie pone en duda, por tiempo, que tiene que haber libertad de empresa en el mundo de la televisi¨®n y que las nuevas tecnolog¨ªas de retransmisi¨®n (sobre todo el sat¨¦lite) hacen pr¨¢cticamente inviable cualquier pretensi¨®n de impedir la libre recepci¨®n de programas.En esta l¨ªnea se pronunci¨® en la sesi¨®n de clausura el comisario de la CE Carlo Ripa di Meana, quien se?al¨® que la Comunidad tiene que tomar conciencia d¨¦ que el sector de la televisi¨®n privada desempe?a una funci¨®n indispensable en la evoluci¨®n de la televisi¨®n en Europa. Ripa di Meana a?adi¨® que ser¨ªa un grave error tratar de imprimir velocidad a toda acci¨®n futura "como si la situaci¨®n estuviera dominada todav¨ªa por los monopolios de servicio p¨²blico". El comisario Ripa di Meana cree que por todo esto "es absolutamente necesario encontrar un punto de encuentro y coexistencia de las televisiones p¨²blicas y las privadas".
35 espa?oles
Dadas por supuesto estas dos premisas (la de la libertad de emisi¨®n y la de la tecnolog¨ªa transfrontera), el debate del Club de Bruselas, al que han asistido 35 espa?oles de las diversas televisiones existentes actualmente y de los grupos interesados en obtener televisiones privadas, se ha centrado en su ¨²ltima jornada en cuatro cuestiones: si es indispensable una reglamentaci¨®n europea, cu¨¢l es y cu¨¢l ser¨¢ la funci¨®n de la publicidad, c¨®mo legislar sobre los derechos de autor y cu¨¢l es el porvenir de los programas y de los grupos multimedia en Europa.
?Es necesaria una reglamentaci¨®n europea como la que ha preparado la comisi¨®n? La respuesta a esta pregunta provoc¨® fuertes divergencias. Personas ligadas a la Comunidad y al Parlamento Europeo, como Wilhelm Hahn (eurodiputado alem¨¢n) o Michel Petite (miembro del gabinete de lord Cockfield (vicepresidente de la comisi¨®n), piensan que con la directiva de la CE "no se trata de dar una nueva norma a las 12 leyes que existen en cada pa¨ªs comunitario, sino de establecer un verdadero marco de desregulaci¨®n".
M. Gamaleri, representante de la RAI, se mostr¨® tambi¨¦n partidario de la reglamentaci¨®n porque, contrariamente a lo que se cree, Italia, que ha conocido una desreglamentaci¨®n salvaje, est¨¢ en trance de vivir el movimiento contrario, es decir, el de la vuelta a la reglamentaci¨®n".
No manifestaron lo mismo representantes de la BBC (Paul Hodgson), del grupo Fininnvest, de Berlusconi (M. Pacini) o Antonio Asensio, presidente del Grupo Zeta y Univisi¨®n. El primero discrep¨® de los fines y medios que propone la directiva comunitaria.
Para Pacini, representante del grupo Berlusconi, el papel de la CE no ser¨¢ el de crear una legislaci¨®n, sino el de orientar las legislaciones de los pa¨ªses respectivos. El espa?ol Antonio Asensio estim¨® que la acci¨®n de la Comunidad deber¨ªa centrarse "en una ayuda adecuada a las producciones". Asensio cree que la televisi¨®n p¨²blica y la televisi¨®n privada deben coexistir, "la primera, para buscar tina rentabilidad cultural, y la segunda, para encontrar una rentabilidad econ¨®mica".
Esta "necesaria ayuda a la producci¨®n" fue tambi¨¦n subrayada por el periodista de la televisi¨®n francesa y experto en comunicaci¨®n audiovisual Jean-Marie Cavada, para quien la CE no debe entrar en el terreno legislativo.
Financiaci¨®n
El siguiente paso, una vez admitida la coexistencia del sector p¨²blico y del sector privado, es la financiaci¨®n de l¨¢s televisiones por medio de la publicidad, todo ello sin perder de vista que s¨®lo el 22,7% de la inversi¨®n total europea en publicidad (21.000 millones de ECU en 1984) se destina a la televisi¨®n.
La comisi¨®n se ha pronunciado claramente en la directiva apoyando la legalizaci¨®n de la Ipublicidad en todos los pa¨ªses europeos, pero quiere reducir su tiempo de emisi¨®n al 15%.
Sobre este punto tambi¨¦n son diversas las interpretaciones, aunque existe pr¨¢cticamente unanimidad entre los representantes de canales priva,dos como el Sky Channel, el Music Box, Berlusconi, a la hora de mantener una normativa b¨¢sica m¨ªnima.
La lucha de los canales privados se centra en que se les permita un mayor porcentaje de emisi¨®n de publicidad que el que se prev¨¦ en la directiva para poder financiar la producci¨®n y la emisi¨®n.
Las controversias sobre derechos de autor en los medios audiovisuales, sector que probablemente saldr¨¢ m¨¢s perdiendo si se aprueba la directiva, y la coproducci¨®n de programas europeos para hacer frente a la inversi¨®n de programas norteamericanos ocuparon tambi¨¦n gran parte de la ¨²ltima sesi¨®n.
Hacer frente a Hollywood
Los programas son el patrimonio cultural europeo. Este parece ser el principio sobre el que la Comunidad Europea (CE) ha elaborado la directiva en la que se establece que al menos el 30% (en una etapa posterior, el 60%) de la programaci¨®n de los canales transfrontera deber¨¢ ser de producci¨®n europea. Con ello se quiere hacer frente a la invasi¨®n de la industria cultural de Hollywood, que proyecta en el mercado europeo productos m¨¢s baratos y t¨¦cnicamente mejor hechos que los del Viejo Continente.Los empresarios privados no est¨¢n muy de acuerdo con esta posible norma, seg¨²n se ha puesto de manifiesto en esta reuni¨®n, pero dicen que la CE debe adoptar medidas para proteger su propia producci¨®n.
Ante la "excesiva proliferaci¨®n de canales de televisi¨®n y ante el todav¨ªa mayor n¨²mero que se espera que surja en los pr¨®ximos a?os, el riesgo m¨¢s importante que se corre en Europa es la penuria de programaci¨®n que se padece", se ha podido o¨ªr repetidamente en estas jornadas. "Precisamente para no caer en las garras de Hollywood", ha dicho un parlamentario europeo, "la CE ha preparado la directiva sobre producci¨®n sin perder de vista no s¨®lo la perspectiva econ¨®mica, sino tambi¨¦n la cultural".
De las impresiones manifestadas por los expertos en estas jornadas se deduce que cada vez m¨¢s los programas audiovisuales se perfilan como un centro a trav¨¦s del cual se manifiesta la identidad cultural europea.
"Tres elementos son necesarios para hacer una buena televisi¨®n: un buen programa, un buen programa y un buen programa". Este aforismo, extra¨ªdo de unas declaraciones de Louis B. Mayer hechas a prop¨®sito del cine en general, ha sido aplicado tambi¨¦n a la televisi¨®n por uno de los participantes en estas jornadas.
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