Entrevista a Felipe Gonz¨¢lez
En estos 10 a?os la vida de todos ha cambiado mucho, pero la de Felipe Gonz¨¢lez m¨¢s que la de nadie. ?No le dan, ganas, a veces, de pellizcarse y preguntarse si es verdad que todo esto le ha pasado a usted?-S¨ª... ?Qu¨¦ hace una chica como t¨², en un sitio como ¨¦ste?, que sol¨ªa decirme Juanito Alarc¨®n. Hasta tal punto es verdad que la sociedad ha cambiado que hablar de la situaci¨®n anterior parece como hablar del siglo pasado. Nosotros estamos separados de la siguiente generaci¨®n en que para ellos la libertad es un dato m¨¢s de la realidad. Me parece muy importante poder decir: pues s¨ª, 10 a?os despu¨¦s esto es muy distinto de lo que era. Eso es algo de lo que deber¨ªamos sentirnos satisfechos todos.
A m¨ª me ha tocado gobernar desde 1982 hasta 1990...
Si no nos damos demasiada importancia a nosotros mismos, s¨ª que es bastante gobernar para conseguir, desde un punto de vista realista y pragm¨¢tico, aquel objetivo de libertad y de paz, as¨ª como romper nuestro aislamiento econ¨®mico y pol¨ªtico para cambiar el curso de nuestra historia. ?Es muy grande la dosis de cambio? ?Es revolucionaria? Yo creo que la dosis de cambio es suficiente. Uno puede pensar con una cierta dosis de satisfacci¨®n que si me ha tocado vivir esa etapa, tampoco est¨¢ tan mal lo que he hecho.
-?Qu¨¦ quer¨ªa decir con la frase: "He perdido mi libertad para que los dem¨¢s la tengan"?
-?Esa que me criticaron tanto? Pues exactamente lo que dije. Porque no tengo desde el punto de vista personal el sentimiento de haber ganado libertad. Cuando se preside un Gobierno eso ocurre en cualquier pa¨ªs, pero aqu¨ª de una manera especial.
Lo que quer¨ªa decir es que he perdido un margen de libertad considerable para la intimidad, en la capacidad de expresarme con los amigos... Ese es un fen¨®meno indiscutible. Lo ¨²nico criticable es que yo lo diga. Porque cualquiera me pod¨ªa decir con todo derecho: pues si no le gusta, no lo haga. V¨¢yase a su casa. ?se es su problema. Lo que usted no puede hacer es pasar por aqu¨ª dando la imagen de martirio por los dem¨¢s. (...).
(...) El refer¨¦ndum sobre la OTAN fue una sacudida fort¨ªsima, al haber cambiado la posici¨®n del partido y tener que afrontar la paradoja de que las fuerzas pol¨ªticas favorables a la Alianza se colocaban en contra. El partido no s¨®lo no sale dividido de ese trance, sino que sale con una gran cohesi¨®n... (...).
-?Por qu¨¦ se dio aquellos paseos en el Azor? ?Por capricho? ?Como provocaci¨®n calculada? ?O simplemente fue un error pol¨ªtico?
-A veces me hab¨ªan sugerido que lo utilizara. A m¨ª no me apetec¨ªa porque para pescar lo paso mejor en un barco de pesca. Pero era importante que fu¨¦ramos capaces de dismitificar s¨ªmbolos. El Azor, como el palacio de El Pardo o como este mismo edificio -la Moncloa-, es un bien del patrimonio del Estado. Haciendo una apuesta seguramente equivocada, yo trataba de desmitificar ese s¨ªmbolo.
-?Por qu¨¦ dice "seguramente equivocada"?
-Porque estaba convencido de que no se iba a criticar que cualquier otra persona utilizara el Azor y ten¨ªa dudas de si se iba a criticar que lo utilizara yo. No s¨¦ si el asunto ten¨ªa mucha importancia o no, pero a juzgar por la reacci¨®n de todos los medios de comunicaci¨®n seguramente fue una equivocaci¨®n.
(...) Yo creo que un ciudadano vasco es tan espa?ol como yo. A veces me asombra que despu¨¦s de 1.000 a?os de historia com¨²n todav¨ªa haya quienes se planteen si pertenece o no a Espa?a. Y me asombra porque durante 900 de esos 1.000 a?os nadie lo planteaba.
(...) Dentro de las reglas del juego democr¨¢tico es impensable que pueda haber una negociaci¨®n en la que la voluntad expresada por los ciudadanos se supla por la voluntad de quienes encabezan operaciones violentas. Aceptar la representatividad de quien ejerce la violencia, la coacci¨®n o el asesinato no es que ponga en dificultades a quien lo haga, es que priva de legitimidad a los poderes constituidos democr¨¢ticamente. Por eso creo que la v¨ªa de la negociaci¨®n pol¨ªtica con ETA es una v¨ªa ciega.
(...) No quiero escandalizar a nadie, porque el gran objetivo es que convivamos en paz. Pero la unidad de Espa?a no esi a en cuesti¨®n. Para m¨ª, como responsable del Gobierno, ni est¨¢, ni estar¨¢ en cuesti¨®n. Eso tiene que quedar absolutamente claro.
19 de octubre
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.