Sciascia rompe su silencio con un libro ambientado a comienzos de siglo
'1912+1' narra un proceso que recuerda a los actuales juicios pol¨¦micos en Italia
Un nuevo libro del escritor siciliano Leonardo Sciascia est¨¢ a punto de salir, y, como ocurre con cada una de sus producciones literarias, es inmediatamente noticia. Porque, en este momento, Sciascia es uno de Ios escritores que m¨¢s respeto y admiraci¨®n inspiran, ya que el solitario del pueblo de Raccalmuto (Sicilia) es m¨¢s que un simple novelista, pues su profunda rectitud lo ha convertido en una especie de conciencia cr¨ªtica del pa¨ªs. Su ¨²ltimo libro, titulado 1912+ 1, narra un proceso de principios de siglo que expone, sin embargo, los problemas actuales de la justicia italiana y recuerda a los pol¨¦micos juicios de hoy en Italia.
?ltimamente, el escritor siciliano, una de las voces mas escuchadas tambi¨¦n cuando se trata de profundizar en los problemas de la Mafia, hab¨ªa desaparecido casi de la circulaci¨®n encerr¨¢ndose en su Palermo. La muerte inesperada de Italo Calvino, su gran amigo, lo hab¨ªa dejado paralizado. Ello, junto a una serie de problemas de salud que lo hab¨ªan aquejado en los ¨²ltimos tiempos -entre ellos, una afecci¨®n en los ojos de dif¨ªcil remedio-, lo hab¨ªan sumido en un doble silencio. Hasta se cambi¨® el n¨²mero de tel¨¦fono para degustar mejor su soledad buscada.De ah¨ª que el anuncio de su nuevo libro (en la editorial italiana Adelphi), haya constituido una doble satisfacci¨®n entre sus lectores. A su nueva obra, Sciascia le ha dado esta vez un t¨ªtulo muy extra?o. Se llama 1912+1. Significa, claro, 1913. En realidad, en la Italia de hoy el n¨²mero supersticioso es el 17, pero todav¨ªa quedan trazas de nuestro 13 espa?ol.
El libro narra un hecho acaecido precisamente en 1913, exactamente el 8 de noviembre. El tema es el que siempre ha apasionado al escritor siciliano: la justicia. En dicha fecha, en San Remo, en un apartamento de Umberto II, la condesa Mar¨ªa Ti¨¦polo, esposa del capit¨¢n Carlo Ferruccio Oggioni, mata de un balazo en la cara al asistente de su marido, el bersagliere Quintilio Polimanti. Entre el delito y el proceso pasan cinco meses. Naturalmente, la condesa fue absuelta "por leg¨ªtima defensa", es decir, "constre?ida por la necesidad de rechazar una violencia injusta". Se trataba de salvar el concepto de la familia. Pero Sciascia ha aprovechado para estudiar a trav¨¦s de este proceso los avatares hist¨®ricos de aquel importante per¨ªodo italiano.
Seg¨²n Giulio Nascimbene, que ha le¨ªdo el manuscrito de la obra, este libro de Sciascia es quiz¨¢ "el m¨¢s rico en el arte de la digresi¨®n". Y es que el escritor siciliano, que hoy es uno de los m¨¢s cr¨ªticos frente al problema del pentitismo -es decir, frente al fen¨®meno de los terroristas o mafiosos arrepentidos que delatan a sus ex compa?eros de batallas y colaboran con la justicia para obtener una reduccion de la pena-, aprovecha esta obra para hablar indirectamente de los problemas actuales de la justicia italiana. Una vez, Sciascia dijo a este corresponsal: "Si un juez quisiese, podr¨ªa meter en la c¨¢rcel a cualquier ciudadano que pasa por la calle, ya que ning¨²n italiano es capaz de poder cumplir con los miles de leyes que cada a?o recaen sobre sus espaldas".
El escritor Alberto Dall Ora ha analizado para Il Corriere della Sera, que ha publicado algunas p¨¢ginas de la nueva obra de Siascia, el problema sobre si la condesa de Ti¨¦polo hubiese sido hoy condenada o absuelta por un tribunal en este pa¨ªs. Y su conclusi¨®n es que, ciertamente, ser¨ªa absuelta, pero por un motivo opuesto al de entonces. Si en aquel 1912 +1 los jueces la absolvieron para salvar el poder de la familia, hoy ser¨ªa absuelta por una raz¨®n completamente opuesta, en aras al principio de "la libertad sexual de la mujer", dice Dall Ora. Y lo deduce de que en el libro de Sciascia uno de los defensores de la condesa de Ti¨¦polo afirma que "hasta una prostituta tiene el derecho de rechazar una relaci¨®n amorosa y de defenderse, quiz¨¢ matando, si se trata de impon¨¦rsela con la violencia". "Cualquier mujer tiene el derecho de romper con una relaci¨®n amorosa" y "si no le basta con su fuerza para rechazar la violencia del otro", a?ade, "para neutralizar la fuerza se hace leg¨ªitimo el uso de un arma".
Ni que decir tiene que el nuevo libro del escritor de Raccalmuto est¨¢ salpicado todo ¨¦l de fina iron¨ªa actual y de sabros¨ªsimos comentarios sobre el proceso a la condesa, sin que a veces se llegue a saber bien si se est¨¢ en un proceso del 1912+1 o en uno de los actuales procesos de Palermo, N¨¢poles o Roma.
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