La defensa de Hasenfus rechaza la legalidad de la justicia sandinista
Enrique Sotelo, abogado defensor del estadounidense Eugene Hasenfus, acusado en Managua de terrorismo, asociaci¨®n il¨ªcita y delitos contra la seguridad del Estado, convirti¨® su escrito de defensa en una acusaci¨®n contra los Tribunales Populares Antisomocistas (TPA), a los que calific¨® de "adefesio jur¨ªdico".
Cuando, bajo cuerda, se manejaban las ofertas para conseguir un futuro indulto de Hasenfus a cambio de su reconocimiento de culpa, el defensor nicarag¨¹ense del norteamericano superviviente del avi¨®n derribado que abastec¨ªa de armas a los antisandinistas de la contra puso en pr¨¢ctica el principio de no hay mejor defensa que un buen ataque.Sin consultar esta t¨¢ctica con su defendido, Sotelo, que, adem¨¢s de abogado, es diputado del Partido Conservador Dem¨®crata, del sector antisandinista conocido por el apodo de Los sicilianos, transform¨® el escrito de defensa en una catilinaria contra el sistema judicial de Nicaragua, especialmente los TPA. A ¨²ltima hora de la tarde del jueves (madrugada del viernes en Espa?a), Sotelo present¨® ante el TPA sus alegaciones escritas en defensa dle Hasenfus y replic¨® al acta de acusaci¨®n, le¨ªda el pasado lunes por el ministro de Justicia de Nicaragua, Rodrigo Reyes.
Tras entregar su escrito en el TPA, un compa?ero de partido de Sotelo, Luis Andara ?beda, tambi¨¦n abogado, lo ley¨® ante casi un centenar de periodistas y curiosos arremolinados a la entrada de la sala de los TPA. A la luz de los reflectores de las c¨¢maras de la televisi¨®n norteamericana, Andara ley¨® que los TPA son "un tribunal incompetente" y "carecen de la imparcialidad que exige la ley de administraci¨®n de justicia" porque son "juez y parte". El escrito especula con el nombre de los TPA y argumenta que Hasenfus no puede ser acusado de somocista porque el somocismo se acab¨® en Nicaragua el 17 de julio de 1979, el d¨ªa en que cay¨® la dictadura y triunfaron los sandinistas.
Insiste el escrito en la indefensi¨®n del acusado y dice que todo el procedimiento es "un adefesio jur¨ªdico que, a todas luces, pone en entredicho a los tribunales del pa¨ªs" y califica a los TPA de "tribunales de excepci¨®n".
La defensa argumenta que Hasenfus no es un delincuente sino "un trabajador de una compa?¨ªa a¨¦rea legalmente constituida". Seg¨²n la argumentaci¨®n del defensor, en la legislaci¨®n nicarag¨¹ense no est¨¢ tipificado el mercenario y s¨®lo la ley puede crear una figura delictiva. El alegato tambi¨¦n niega al ministro de Justicia la capacidad o legitimaci¨®n para ser acusador en el proceso. Por todo lo expuesto, la defensa solicit¨® que el TPA "se abstenga de conocer el caso".
El ayudante de Sotelo rechaz¨® con irritaci¨®n la pregunta de un periodista sobre si la defensa de Hasenfus hab¨ªa sido asesorada por la Embajada de EE UU en Managua. Andar¨¢ replic¨® que tiene su t¨ªtulo de abogado tras haber realizado estudios en una universidad y que lleva m¨¢s de 40 a?os de ejercicio profesional, por lo que no necesita asesoramiento de nadie. Con asesoramiento de la embajada o sin ¨¦l, la l¨ªnea de impugnaci¨®n frontal del tribunal y la forma de presentarla significa un intento de dar la vuelta a la tortilla para convertir a los acusadores en acusados. Esta t¨¢ctica pone en peligro las posibilidades de Hasenfus de conseguir alguna medida de gracia por parte del Gobierno sandinista.
La defensa de Sotelo viene bien a los intereses de EE UU para desviar la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica de las actividades de apoyo a los contras.
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