Un programa ejemplar

Dentro del ciclo de c¨¢mara y polifon¨ªa del INAEM actu¨® el conjunto del Teatro Lliure, que dirige Josep Pons. Vaya, de entrada, un estent¨®reo bravo al programa, que debe servir de modelo para una orientaci¨®n bastante imprecisa hasta la fecha.Segundo aplauso: a la calidad de las versiones. Todos los instrumentistas son m¨²sicos de primera categor¨ªa, y basta recordar los nombres del flautista Cortadellas, el obo¨ªsta Vallet, el clarinetista Roda, el percusionista Pereira, los arcos Bardaj¨ª, Bard¨®n, Casademunt, G¨¹ell y Ponsa, el armonista Savater y el pianista Vidal, a los que se uni¨® la mezzo-soprano Dolores Cort¨¦s, de tan bello timbre como estilo. Como Pons es un verdadero maestro en cuanto gu¨ªa, los resultados fueron excelentes.

Todos los compositores grandes tienen sus pecadillos, que con frecuencia constituyen una delicia y a veces rozan lo genial. Es el caso de los arreglos de Sch?nberg sobre Johann Strauss, Mahler y Debussy para formaciones peque?as inevitablemente evocadoras de los viejos grupos vieneses.

As¨ª, el valsear de Strauss, a trav¨¦s de la mirada cari?osa de Sch?nberg, cobra una vida especial, entre popular e intelectual. La brigada de hierro nos descubre un costado in¨¦dito del compositor por el humor que refleja. Y el improbable arreglo de La siesta de un fauno es un prodigio de s¨ªntesis esquem¨¢tica sin p¨¦rdida de ambiente. S¨ª lo pierde El muchacho errante, pues en Mahler importa tanto la invenci¨®n orquestal, que cualquier simplificaci¨®n parece imposible.