Esperanza homosexual
Para conocer la condici¨®n homosexual consideramos el modo y el medio en el que se desenvuelve y la cualificaci¨®n moral que nos merece, sin tener en cuenta que juzgamos personas a las que la sociedad, en principio, les niega el derecho a la efectividad en todos sus niveles. Con ello desde luego no evitamos, al contrario, fomentamos, que tal conducta se realice en unas condiciones que podr¨ªamos llamar inmorales, por tener que desarrollarse en los l¨ªmites de lo marginal. Marginalidad que, por otra parte, sufren otros sectores sociales, y ella misma en una contradicci¨®n social que obedece a muchas causas injustas que muestran el desorden pecaminoso del mundo en general.Este ser¨ªa el principio del mal explicado por la teolog¨ªa moral que tiene su oponente positivo en la teolog¨ªa de la gracia: en el valor redentor de Jes¨²s de Nazaret, el Cristo, a trav¨¦s del cual el g¨¦nero humano est¨¢ en s¨ª mismo salvado. Habr¨ªa entonces que preguntarle a ese documento vaticano c¨®mo una condici¨®n puede ser intr¨ªnsecamente mala y no ser pecado.
Ser¨¢ que la Iglesia en estos tiempos quiere contemporizar con la historia m¨¢s reaccionaria. No deber¨ªan ser tiempos de exclusiones y condenas para la Iglesia, sino de esperanza y liberaci¨®n para todos los hombres de buena voluntad.
?Hay o no hay esperanza desde el catolicismo para los homosexuales sin tener que sentirse culpables por ser lo que son? Esta es la pregunta fundamental que espera una respuesta pastoral desde siglos, a no ser que exista una maldici¨®n divina que ya, en este tr¨¢nsito mundano, excluye a seres humanos por su condici¨®n homosexual de la salvaci¨®n eterna.- Antonio Guti¨¦rrez Dorado.
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