Zapatero, a tus zapatos
Soy una espa?ola de 31 a?os de edad, que el pasado d¨ªa 7 de junio de 1986 he dado a luz una ni?a afecta de s¨ªndrome de Down. Esto no pasar¨ªa de ser una de esas cosas lamentables que ocurren si no se hubiera dado la circunstancia de que a las pocas se manas del embarazo acud¨ª a la consulta de la Seguridad Social, de las llamadas externas, en la Ciudad Sanitaria Virgen de la Arrixaca, de Murcia. A lo largo de los controles peri¨®dicos se me hicieron cuatro o cinco ecograf¨ªas, y al mandarme la segunda de ellas pregunt¨¦ al m¨¦dico a, qu¨¦ se deb¨ªa que me las hiciese tan seguidas, a lo que ¨¦l me contest¨® que no sab¨ªa c¨®mo contentar mejor a las mujeres y que nos pusi¨¦ramos de acuerdo, ya que unas quer¨ªan varias ecograf¨ªas y otras no. En estas ecograf¨ªas, seg¨²n se me ha informado a posteriori, no se puede detectar la deficiencia gen¨¦tica que comporta el s¨ªndrome de Down, pero s¨ª la posibilidad de malformaciones cong¨¦nitas Pues bien, en ning¨²n momento se me explic¨® nada de esto y, por el contrario, se me dec¨ªa que todo iba perfectamente, todo, excepto la expresi¨®n del m¨¦dico que me atendi¨®, que en la ¨²ltima de mi visitas me alarm¨® de tal forma que le inst¨¦ para que me dijera si hab¨ªa observado algo extra?o, a lo que ¨¦l repuso que no, pero que parec¨ªa un ¨²tero algo peque?o para lo avanzada de mi gestaci¨®n.?De qu¨¦ sirve la legalizaci¨®n, exigua y obsoleta por otra parte, sobre la despenalizaci¨®n del aborto terap¨¦utico, si las embarazadas que podr¨ªan plantearse la cuesti¨®n no son informadas a tiempo de la existencia de una malformaci¨®n? Existe acaso coordinaci¨®n entre aquellos que hacen una ley y los que han de ejecutarla? ?Es posible que m¨¦dicos de la Seguridad Social se est¨¢n oponiendo veladamente, por problemas econ¨®mico-moralistas, a la puesta en marcha con todas sus consecuencias de esta ley?
Soy optimista por naturaleza, y tal vez por eso pienso que hay una soluci¨®n, que no es nueva, ya que se ha adoptado en algunos pa¨ªses, y es analizar, con car¨¢cter preventivo, el l¨ªquido amni¨®tico de todas y cada una de las embarazadas, y as¨ª obtener el mapa gen¨¦tico de los concebidos (que no nacidos) y con ello las deficiencias gen¨¦ticas de que algunos son portadores.
Despu¨¦s del parto, concretamente a las 48 horas, un pediatra, tambi¨¦n del centro hospitalario mencionado y de cuyo nombre no quiero acordarme, al que ped¨ª con cierta angustia revestida de una dignidad fingida una explicaci¨®n sobre lo que me hab¨ªa ocurrido, esto es, si hab¨ªa sido posible detectar la malformaci¨®n de mi hija en las exploraciones, m¨²ltiples, a las que me somet¨ª durante el embarazo, contest¨® con otra pregunta: ?Es que de haberlo sabido usted habr¨ªa abortado?. "S¨ª, se?or", le respond¨ª. A lo que ¨¦l replic¨®, con la dignidad espa?ola hist¨®rica: "No le voy a dar una lecci¨®n de moral". No, basta, se?or. El problema lo plantea usted y lo resuelvo yo, eso no vale. No, gracias. Zapatero, a tus zapatos.- Abogada.
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