Juan Goytisolo: "Ser¨ªa absurdo pensar que soy un perseguido"
El escritor acaba de publicar 'En los reinos de taifa'
Juan Goytisolo mantiene su mirada de siempre, tan azul como inquisitiva; pero si algo en ¨¦l llama la atenci¨®n ahora es su tranquilidad. Es capaz de sacar de paseo su sarcasmo afilado e incluso la c¨®lera que le dict¨® un libro como Reivindicaci¨®n del conde don Juli¨¢n. Pero est¨¢ particularmente tranquilo. Es algo que se nota en la charla, y sobre todo en la lectura de En los reinos de taifa, segundo y ¨²ltimo volumen de sus escritos autobiogr¨¢ficos, que cierra el ciclo iniciado en Coto vedado. Tambi¨¦n se nota en algunas respuestas, que sorprenden en ¨¦l. "Ser¨ªa absurdo pensar que en Espa?a soy un escritor perseguido", dice, por ejemplo.
El novelista ha vuelto a la narraci¨®n, tras su testimonio autobiogr¨¢fico, con una obra que parte de un verso de San Juan de la Cruz, y de la que se niega a informar: nunca habla de sus obras en marcha. Ahora que ha recordado su vida hasta donde se hab¨ªa propuesto, ?se ha quedado en paz? "No, no me he quedado en paz porque ello supondr¨ªa que he confesado algo, y no tengo ni he tenido nada que confesar".Y sin embargo no fue f¨¢cil. Primero, porque el novelista se vio obligado a pasar de elegir entre lo real posible a limitarse y escribir a partir de lo real vivido, y con rigor de historiador. Tampoco debe de ser f¨¢cil para un escritor reconocer, como reconoce Goytisolo, que una fama primeriza no se correspond¨ªa con la calidad de su obra, y que fue un globo hinchado por sus afinidades pol¨ªticas de entonces, con el partido comunista.
Y lo que no debe de ser f¨¢cil, seg¨²n el prejuicio medio de hoy, es reconocer las tendencias homosexuales que el escritor describi¨® a su mujer en una carta de abrupta delicadeza y dif¨ªcil resumen. Seg¨²n Goytisolo, fue la redacci¨®n de esa carta, ahora publicada en el libro, m¨¢s que la de su testimonio autobiogr¨¢fico, la que exigi¨® de ¨¦l un gran coraje. "Fue la decisi¨®n personal m¨¢s dif¨ªcil que he tomado", dice.
El siglo a caballo
La biograf¨ªa de Juan Goytisolo, reflejada en sus recuerdos al igual que en alguna novela como Se?as de identidad, podr¨ªa ser la de un tipo de espa?ol a caballo sobre la mitad del siglo: rechazo de la dictadura, huida hacia Europa, b¨²squeda de redenci¨®n en el comunismo, alejamiento de ¨¦ste tras las evidencias aportadas por el socialismo real, alergia a cualquier totalitarismo. Mas Goytisolo pide para s¨ª dos pasos que considera s¨®lo son suyos: la b¨²squeda de las ra¨ªces culturales y la indagaci¨®n permanente en el "¨¢rbol de la literatura en espa?ol". Porque Goytisolo piensa que es "el escritor espa?ol que tiene una relaci¨®n m¨¢s intensa con la literatura espa?ola". Bien es verdad que Goytisolo tiene de los cl¨¢sicos una visi¨®n original. Como la imagen de La celestina que dio a alumnos hisp¨¢nicos de una universidad marginal de Nueva York que se negaban a estudiar, por temer un plomazo, cualquier tema de la Edad Media. La celestina, les vino a decir Goytisolo, fue escrita por un autor de unos 21 a?os, ciudadano del entonces imperio m¨¢s poderoso del mundo. La obra fue en su ¨¦poca un ejercicio de violencia contra lo establecido, y sus personajes, ateos, eran el ejemplo mismo de la marginalidad. "Fue un curso hermoso", comenta.El autor de Juan sin tierra sigue moldeando su vida sobre el ritmo migratorio iniciado con sus exilio. Vive en Par¨ªs la mayor parte del a?o, hasta que llega un momento en que el fr¨ªo excesivo y un s¨²bito bloqueo le hacen emigrar a Marraquech, donde pasa los tres meses del invierno europeo. Pero no tiene en sus traslados una constancia de p¨¢jaro.
A veces viaja a Nueva York, como profesor invitado, o a Almer¨ªa, la ciudad que prefiere de Espa?a. Ya sabe que no podr¨¢ quedarse a vivir en ning¨²n sitio. Ya no sabr¨ªa hacerlo .
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