"Felipe II plasm¨® sus represiones en El Escorial"
Pedro Guill¨® psicoanaliza el monasterio en el cuarto centenario de su construcci¨®n
El monasterio de El Escorial, el edificio considerado la octava maravilla del mundo y cuyo cuarto centenario se acaba de celebrar, recoge en su arquitectura las represiones sexuales, ambiciones pol¨ªticas y forma de ser de Felipe II, el monarca que orden¨® construirlo. ?sta es la opini¨®n de Pedro Guill¨® Fern¨¢ndez, profesor del departamento de Psiquiatr¨ªa y Psicolog¨ªa M¨¦dica de la universidad Complutense, que a lo largo de dos jornadas explicar¨¢ en el Centro Culturall del Conde Duque, de Madrid, una psicobiografia de Felipe II realizada a partir de El Escorial.
El psiquiatra Pedro Guill¨®, de 44 a?os, reconoce que la arquitectura ha recibido hasta el momento muy escasa atenci¨®n de los psicoanalistas. Una de las causas de este aparente abandono obedece a que para poder aplicar las t¨¦cnicas psicoanal¨ªticas es necesario que la obra sea producto de la personalidad de un solo individuo. El caso de El caso del Escorial es, a juicio de Guill¨®, un caso muy especial, por cuanto la forma de ser de Felipe II impregna todo el edificio.Para realizar la psicobiograria de Felipe II, el primer obst¨¢culo con el que se ha encontrado Pedro Guill¨® es la falta de material. Felipe II no escribi¨® sus memorias ni encarg¨® a nadie escribir su biografia. Guill¨® ha centrado la b¨²squeda en datos tales como su atenci¨®n en la personalidad de la madre del monarca, Isabel de Portugal, una mujer enfermiza y constantemente embarazada; su educaci¨®n antipedag¨®gica, con fuertes ideas religiosas y donde le inculcaban un desmesurado orgullo de familia que, psiqui¨¢tricamente, les supone vivir los mitos familiares a trav¨¦s de un fort¨ªsimo narcisismo personal.
Uno de los factores que m¨¢s pes¨® en la vida de Felipe II y que se plasma despu¨¦s en El Escorial es el miedo sexual. "En este monarca pes¨® mucho", explica Guill¨®, la muerte de su t¨ªo Juan, hijo de los Reyes Cat¨®licos. Este hombre fallece en unas circunstancias muy curiosas. Se casa muy joven con Margarita de Austria. Nada m¨¢s conocerse, los dos caen en un furor sentimental y sexual de tal calibre que pasan el d¨ªa y la noche unidos sexualmente. Nadie les separ¨® y ¨¦l muri¨® mientras hac¨ªa el amor con su mujer. Este dato tuvo una influencia grande en Felipe II a trav¨¦s de su padre, de forma que en el primer matrimonio que tiene, con Mar¨ªa de Portugal, se ve obligado a dormir con su ayo, Juan de Z¨²?iga, quien adem¨¢s dosifica con taca?er¨ªa los contactos sexuales que Felipe tiene con su esposa". Guill¨® a?ade que Felipe II no s¨®lo se dejabaorganizar su vida sexual por su padre, sino que, en general, se somet¨ªa a su voluntad.
Guill¨® afirma que esta personalidad se refleja en la grandiosidad del edificio. "Decide construir El Escorial en agradecimiento por la victoria de San Qu¨ªnt¨ªn, su primera gran victoria como rey. En lugar de pensar que debe el triunfo a su visi¨®n pol¨ªtica, al dinero y al ej¨¦rcito, cree que es obra de Dios. Es un hombre con una identidad muy d¨¦bil, con un car¨¢cter esquizoide que se siente muy poca cosa frente a su padre Construye El Escorial queriendo demostrar que la grandiosidad de fuera es la que tiene dentro. Y dentro, prosigue el psiquiatra, "mete todas aquellas cosas en las que basa su existencia y su reinado".
Quienes consideren que los aposentos de Felipe II dentro del palacio son una prueba de la sencillez del monarca hacen una lectura err¨®nea de la actitud de Felipe II, en opini¨®n de Guill¨®. "Es un intento suyo de compararse a la figura de Cristo. Se ve en detalles como las pinturas del claustro, donde frente a la imagen convencional del hijo de Dios crucificado aparece un Cristo rubio y p¨¢lido, parecido flisicamente a Felipe. El edificio es, en suma,'una condenaci¨®n de fuerzas m¨¢gicas, religiosas y sexuales, donde ¨¦l recibe toda la energ¨ªa que necesita para hacer el imperio legendario de los Ausburgo con Dios, espada y grey".
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