Borrell ampl¨ªa su influencia, y De la Dehesa ser¨¢ el nuevo secretario de Estado de Econom¨ªa

El nombramiento de Guillermo de la Dehesa como secretario de Estado de Econom¨ªa, el de Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez como secretario de Estado de Comercio y el reforzamiento de Jos¨¦ Borrell como secretario de Estado de Hacienda, con la ampliaci¨®n de sus funciones, son los contenidos b¨¢sicos; de la revoluci¨®n del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda, elaborada por su titular, Carlos Solchaga. Esta reforma ser¨¢ aprobada, presumiblemente, en el pr¨®ximo Consejo de Ministros.

El pr¨®ximo Consejo de Ministros, a celebrar dentro de dos d¨ªas, dar¨¢ previsiblemente v¨ªa libre a la revoluci¨®n organizativa del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda elaborada por el titular del departamento, Carlos Solchaga. Los cambios afectar¨¢n a los tres primeros niveles del ministerio, excluyendo a su titular; esto es, a los secretarios de Estado, secretarios generales y directores generales.En cuanto a los primeros, Solchaga cerr¨® las inc¨®gnitas el pasado lunes: Guillermo de la Dehesa, hasta ahora secretario general de Comercio, ser¨¢ el nuevo secretario de Estado de Econom¨ªa; Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, secretario de Estado de Econom¨ªa, pasa a ocupar el mismo puesto en el ¨¢rea de Comercio, en el que cesa Luis Velasco; por ¨²ltimo, permanece en la Secretar¨ªa de Estado de Hacienda, Jos¨¦ Borrell, potenciado en sus funciones ya que, entre otras cosas, asumir¨¢ la Comisi¨®n de Inversiones P¨²blicas que hasta ahora depend¨ªa de Econom¨ªa.

Los cambios en las Secretar¨ªas de Estado dar¨¢n lugar a variaciones en cascada en escalones interiores. As¨ª, se da por seguro que Pedro P¨¦rez, secretario general de Econom¨ªa desde hace escasas semanas, pasar¨¢ a puesto similar al ¨¢rea de Comercio (precisamente el despacho que ocupaba Guillermo de la Dehesa). Econom¨ªa renunciar¨¢ a este segundo escal¨®n y se lo cede a Hacienda, ¨¢rea al que transfiere parte de sus competencias. De este modo, Borrell tendr¨¢ dos secretarios generales: el de Planificaci¨®n y Presupuesto, y el de Hacienda.

Se da por seguro el cese de Juan Francisco Mart¨ªn Seco en este segundo destino, ya que progresivamente se ha ido manifestando una incompatibilidad de caracteres entre Borrell y ¨¦l as¨ª como entre el subsecretario de Econom¨ªa, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Alonso y Mart¨ªn Seco. A continuaci¨®n se prev¨¦n altas y bajas en las direcciones generales de las distintas ¨¢reas; entre las menciones que se hacen, se, plantean -cambios en la Direcci¨®n General de Tributos y en el Instituto de Estudios Fiscales, ya que su titular, C¨¦sar Albi?ana, se jubila.

Historia de una crisis

La remodelaci¨®n del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda se ven¨ªa gestando desde hace muchos meses, casi desde que Carlos Solchaga se hiciera, cargo del departamento por la dimisi¨®n imprevisible de Miguel Boyer, en el verano de 1985. La elaboraci¨®n de los presupuestos, la financiaci¨®n a las comunidades aut¨®nomas, las visitas al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial y, en general, la apretad¨ªsima vida cotidiana del ministerio -por el que pasa toda la pol¨ªtica econ¨®mica del pa¨ªs- aletargaron la remodelaci¨®n y, paralelamente, afloraron problemas nuevos y acrecentaron las dificultades de entendimiento entre unos secretarios de Estado de muy diversas procedencias.

Las relaciones personales del staff de Econom¨ªa y Hacienda se fueron agriando: Luis Velasco ten¨ªa problemas de comunicaci¨®n con el ministro y con sus dos hom¨®logos, Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y Borrell; paralelamente no se entend¨ªa con su segundo a bordo, Guillermo de la Dehesa. Borrell y Fern¨¢ndez Ord¨®?ez llegaron incluso a no dirigirse la palabra, aunque en los ¨²ltimos tiempos practicaban un plan de supervivencia, facilitado por estar lindando sus esca?os en el Parlamento; Borrell lleg¨® al choque conMart¨ªn Seco, despu¨¦s de romperse un t¨¢ndem que fue decisivo tras el cese de Jos¨¦ V¨ªctor Sevilla como secretario de Estado de Hacienda, por su ruptura con Boyer, etcetera.

Todas estas disensiones, en un principio sordas, fueron llegando al aparato del PSOE y al Palacio de la Moncloa. Hace pocas semanas, Presidencia del Gobierno recomend¨® a Solchaga que pusiese orden en el ministerio. Previsiblemente los planes del ministro fueron estudiados y comentados entre Felipe Gonz¨¢lez y Solchaga en el reciente viaje que ambos realizaron a Lationam¨¦rica.