Ni un obrero m¨¢s
Los empresarios prefieren perder pedidos que aumentar la plantilla, seg¨²n el presidente de la patronal de Euskadi
"Estamos dispuestos a pagar el precio que: sea por que desaparezca la ocupaci¨®n espa?ola.. Aceptar¨ªamos incluso un descenso del nivel de vida". A finales de 1985, Xabier Arzalluz, l¨ªder e ide¨®logo de Partido Nacionalista Vasco, expon¨ªa as¨ª, a Hans Magnus Enzensberger, el papel subsidiario al que se relegaba la actividad econ¨®mica en su proyecto pol¨ªtico.Para muchos analistas este temerario discurso es uno de los argumentos principales que justifica la elevada conflictividad del Pa¨ªs Vasco. Entre sus m¨¢s grave consecuencias figura el contagio so miedo de los empresarios a aumentar sus plantillas. El n¨²mero de ocupados ha pasado de 745.500 en 1977 a 608.400 de finales del primer semestre de 1986.
En el mismo per¨ªodo, unas 50.000 personas han abandona do Euskadi, en su mayor¨ªa trabajadores despedidos que con la indemnizaci¨®n recibida han vuelto a su tierra de origen para abrir peque?os comercios o tomar tierras en arriendo. Desde finales de 1980 :se han perdido 90.000 empleos, y 12.000 en los ¨²ltimos 18 meses. En cambio, durante este ¨²ltimo a?o y medio se crea ron 236.000 empleos netos en el conjunto estatal.
El impacto de estas tensiones ha sido analizado por varios observadores. Ignacio Marco-Gardoqui, director del C¨ªrculo de Empresarios Vascos, reflexiona en voz alta sobre las causas de la conflictividad: "Si mandas un mensaje constante de insatisfacci¨®n, de continua queja y frustraci¨®n permanente, acabas generando una sociedad radical". Su propuesta es simple: "Lo que hay que exigir a las gobernantes vascos es que lleguen a un acuerdo por 10 a?os y empiecen a funcionar".
El discurso de que "nos pisotean, no nos quieren, que se vayan" y otros similares ha calado hondo. Un joven nacionalista de Durango se mostraba horrorizado por las matanzas de los atentados, pero acto seguido confesaba: "A m¨ª me sabr¨ªa mal que ETA desapareciese del todo, porque me sentir¨ªa como un poco desprotegido. Creo que si estuvieran por ah¨ª, aunque no hicieran nada, siempre ser¨ªan una garant¨ªa para el pueblo".
Cultura de la violencia
Juan Manuel Eguiagaray, responsable del ¨¢rea econ¨®mica del Partido Socialista de Euskadi y primer candidato por Vizcaya en las pr¨®ximas elecciones, sostiene que "se ha creado una cultura de la violencia". "Quien m¨¢s chilla" a?ade, "m¨¢s barricadas levanta, m¨¢s piedras tira o m¨¢s trenes quema, es el que tiene la causa m¨¢s justa".En los lugares m¨¢s insospechados aparecen los resultados negativos de esta conflictiva convivencia. Seg¨²n un estudio del C¨ªrculo de Empresarios Vascos (CEV), "en The Financial Times, uno de los m¨¢s prestigiosos peri¨®dicos del mundo financiero, aparecen muchas noticias del Pa¨ªs Vasco, pero 9 de cada 10 hacen referencia a atentados o actos de violencia". "La imagen que se est¨¢ dando de nuestro pa¨ªs", concluye, "es verdaderamente inquietante, y peor sus repercusiones a largo plazo".
Dos encuestas encargadas por el CEV, realizadas en 1984 y 1986, revelan el aumento de los efectos negativos de la violencia sobre el mundo empresarial en estos dos a?os. Un 42% de los encuestados en, 1986 piensa que "los empresarios est¨¢n perseguidos", mientras que en 1984 s¨®lo el 38% ten¨ªa esta opini¨®n. En el mismo per¨ªodo ha aumentado del 29% al 45% el n¨²mero de quienes piensan que "los empresarios pagan el impuesto revolucionario", y del 40% al 50% los que creen que "los empresarios est¨¢n amenazados".
"Aqu¨ª, antes que aumentar la plantilla se rechazan pedidos. La gente tiene miedo a contratar mano de obra. Han pasado tantas cosas que hay una fijaci¨®n grande con el empleo. Una cosa es invertir y otra contratar trabajadores". Estas palabras de Jos¨¦ Mar¨ªa Vizcaino, presidente de la Confederaci¨®n Empresarial Vasca (Confebask), ilustran la terrible secuela que sigue dejando la elevada conflictividad laboral en Euskadi.
Vizca¨ªno es el prototipo de industrial emprendedor que primero ha ido a hacer las Am¨¦ricas y luego, ya con la mente abierta, ha vuelto a sus negocios en Euskadi. Evita los rodeos y no esquiva preguntas. "Es normal este temor" explica. "Aqu¨ª`, dice, "los empresarios lo han pasado tan mal, les han costado tanto dinero las indemnizaciones, han sufrido tantas amenazas, que a muchos les ha pasado como a los del crack del 29 en Estados Unidos, que han quedado traumatizados para toda su vida".
Admite, sin embargo, que para la otra parte las cosas tampoco han sido nada f¨¢ciles. "Entiendo que un hombre de 45 a?os que pierde el empleo en un pa¨ªs con el 23% de paro y que sabe que no se coloca en toda su vida se defienda como sea".
Javier Garc¨ªa Egocheaga, vicepresidente del Gobierno Vasco y responsable del ¨¢rea econ¨®mica, coincide con las graves consecuencias que supone el temor y el rechazo a las nuevas contrataciones. "El empresario vasco invierte, pero procura contratar el m¨ªnimo de personal posible. ?ste es el problema medular del empleo".
Inversi¨®n en capital
"La inversi¨®n en Espa?a y en el Pa¨ªs Vasco es muy intensiva en capital", afirma Egocheaga. Subraya que en Euskadi el crecimiento de la inversi¨®n ha sido mayor que en el resto del Estado. Recuerda que frente a los 86.000 millones de pesetas invertidos en la industria vasca en 1982, se ha pasado a los 121.000 millones de 1984. Es decir, un crecimiento real del 7,3%.Y destaca que esta tendencia positiva se ha intensificado en los dos ¨²ltimos a?os. Seg¨²n fuentes del Gobierno Vasco, en el primer semestre de 1986 las importaciones de bienes de equipo alcanzaron los 27.045 millones de pesetas, lo que representa un aumento del 50% sobre el mismo semestre de 1985. En el mismo per¨ªodo las importaciones de estos productos en Espa?a aumentaron s¨®lo el 13,3%.
Para Alberto P¨¦rez, secretario general de la UGT de Euskadi, "toda la inversi¨®n que se ha realizado en Euskadi ha sido de recomposici¨®n, y casi nada ha ido a inversiones nuevas". P¨¦rez critica "la falta de agallas de los empresarios que nos niegan las horas sindicales y sin embargo no se atreven a oponerse a las huelgas generales contra las extradiciones, a las que UGT se opuso abiertamente".
Por su parte, Jos¨¦ Elorrieta, economista del sindicato ELA, opina que "la creaci¨®n de empleo no s¨®lo hay que contarla, sino pesarla". En su opini¨®n, "el tipo de industria vasca supone que cualquier plan de reconversi¨®n precisa mucho dinero. Dinero para inversi¨®n, dinero para el circulante y dinero para el ajuste de plantillas.
Total, muchos recursos para empresas que casi carecen de capitalistas". Recuerda el ejemplo de la banca, que en los ¨²ltimos a?os ha "abandonado su papel de accionista en las empresas".
Juan Basurto, secretario general del vicelendakari, que cuenta con una dilatada experiencia profesional en Estados Unidos, se muestra entusiasmado por el importante crecimiento del n¨²mero de centros de trabajo. De 4.240 en 1984 se ha pasado a 5.882 en los nueve primeros meses de 1986. Aunque Alberto P¨¦rez quita importancia a estas cifras, tras afirmar que en su mayor¨ªa son bares que no crean empleo.
Basurto explica los planes del Gobierno Vasco "para contrarrestar la mala imagen del empresario". "Tratamos de difundir la cultura de la empresa", afirma. Seg¨²n los resultados de una encuesta, existen 160.000 personas en Euskadi calificadas como "emprendedores cerebrales"; es decir, empresarios potenciales. Tomando la referencia de Francia, un 5% de este grupo puede convertirse anualmente en empresarios si tienen los medios suficientes. Ello supondr¨ªa crear 8.000 empresas cada a?o.
En este sentido, Vizca¨ªno recuerda que en Euskadi hay un entramado industrial, una mano de obra cualificada y una tradici¨®n muy favorable que hay que recuperar.
Por su parte, Ant¨®n Madariaga, presidente de la C¨¢mara de Comercio de Bilbao y vicepresidente de Petronor, la principal. empresa vasca por su volumen de ventas, cree que el pa¨ªs tiene mucho futuro. Madariaga, pr¨®ximo a los sectores nacionalistas, afirma: "Aqu¨ª todas las instituciones financieras coinciden en que hay mucho dinero. ?sta es la tierra de la sociedad privada. Ahora estamos estudiando sacar a Bolsa las acciones de varias empresas.
La primera operaci¨®n importante podr¨ªa ser la de Petronor, pero habr¨¢ m¨¢s". Madariaga es conocido tambi¨¦n por su empe?o en promover una compa?¨ªa de aviaci¨®n de tercer nivel que enlazar¨ªa Bilbao con Bruselas, Z¨²rich, Mil¨¢n, Niza, Ibiza, Alicante y Sevilla.
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