El PSOE prefiere pactar con Garaikoetxea, y los socialistas vascos se inclinan por Ardanza
Dos semanas de intensa actividad preelectoral no han bastado para que los candidatos, sobre todo los dos que tienen posibilidades de ganar, aclaren con qui¨¦n piensan pactar la formaci¨®n del nuevo Ejecutivo vasco. Mientras en el Partido Nacionalista Vasco (PNV) se considera l¨®gico, en caso de conseguir la victoria, iniciar la negociaci¨®n con el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), en este ¨²ltimo se barajan dos posibilidades contradictorias. El pacto con el PNV cuenta con m¨¢s apoyos entre los socialistas vascos, mientras que la posibilidad de relegar al partido de Xabier Arzalluz a la oposici¨®n, mediante un acuerdo con Eusko Alkartasuna (EA) y Euskadiko Ezkerra (EE), despierta m¨¢s inter¨¦s en la direcci¨®n madrile?a del PSOE.
A excepci¨®n del PNV, ninguno de los partidos a los que se considera con capacidad para conseguir representaci¨®n parlamentaria ha querido exponer sus puntos de vista durante la campa?a con claridad suficiente como para cerrar las puertas a la posibilidad de participar en un Gobierno de coalici¨®n. El candidato del PSE-PSOE, Txiki Benegas, ha sido el que con mayor empe?o ha subrayado que no excluye a nadie, salvo a Herri Batasuna, a la hora de negociar apoyos parlamentarios y reparto de carteras.Benegas ha hecho una campa?a mon¨®tona e institucional, eludiendo la pol¨¦mica y poniendo el acento en la necesidad de cambiar la forma de hacer pol¨ªtica mediante la generalizaci¨®n en Euskadi del di¨¢logo y el acuerdo. El candidato socialista, cuya imagen aparece en los carteles acompa?ada de una banderola que une los colores de la ense?a espa?ola y la vasca, apenas ha dirigido gestos hacia el electorado nacionalista o decididamente autonomista, y ha intentado, en cambio, captar el voto de la derecha, cuyo principal objetivo consiste en desalojar del poder al nacionalismo.
La divisi¨®n del PNV y la aparici¨®n de EA, la nueva formaci¨®n de Carlos Garaikoetxea, permiten a los socialistas disponer de dos interlocutores potenciales en el nacionalismo moderado. En el PSE-PSOE se considera "muy dif¨ªcil" y hasta "peligroso" marginar al PNV y relegarle a una oposici¨®n desde la que encontrar¨ªa inevitables puntos de contacto con HB. Existe la confianza de que seis a?os de ejercicio ininterrumpido del poder en la comunidad aut¨®noma hayan generado suficiente volumen de compromisos como para que pese de forma decisiva cuando el PNV estudie su entrada en un Gobierno presidido por un lendakari socialista.
En la direcci¨®n del PSOE en Madrid y en el entorno de la Moncloa ha adquirido peso, no obstante, la tesis favorable a una coalici¨®n m¨¢s amplia, con Garaikoetxea y Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, y quiz¨¢ con el apoyo de los diputados que pueda obtener el Centro Democr¨¢tico y Social (CDS), con Jes¨²s Mar¨ªa Viana a la cabeza. Euskadiko Ezkerra, que ha conseguido mayor participaci¨®n popular en su campa?a que en ocasiones anteriores, parece abiertamente favorable a esta f¨®rmula, entre otras razones porque romper¨ªa con la idea -simple producto de un mito, para el partido de Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s y Mario Onaind¨ªa- seg¨²n la cual no existe ninguna v¨ªa de soluci¨®n en Euskadi que no pase por el PNV. Garaikoetxea, que se ha ofrecido para presidir un Gobierno de concentraci¨®n abierto a todo el arco pol¨ªtico, desde Coalici¨®n Popular a Herri Batasuna, por el momento no hace ascos a ninguna variable y se deja querer, seg¨²n fuentes del PSOE.
El PNV mantiene formalmente su decisi¨®n de pasar a los bancos de la oposici¨®n si no resulta el partido m¨¢s votado. Jos¨¦ Antonio Ardanza, lendakari saliente y candidato a la reelecci¨®n, lo ha reiterado en los ¨²ltimos d¨ªas de una campa?a que ha servido para poner de manifiesto el desconcierto y la ausencia de un mensaje definido por parte de la fuerza hasta ahora mayoritaria. La campa?a ha revelado tambi¨¦n s¨ªntomas de desmoralizaci¨®n entre los seguidores del PNV, sobre todo en ?lava y Guip¨²zcoa. Pese a todo, casi nadie niega que el partido de Ardanza puede seguir siendo la minor¨ªa mayoritaria, gracias a una reacci¨®n de temor ante el peligro socialista.
La tercera fuerza del Parlamento saliente, HB, ha aportado a la campa?a s¨ªntomas claros de un cambio de actitud, probablemente inducido por la necesidad de no quedar al margen de una segura reactivaci¨®n de la vida pol¨ªtica vasca. Txomin Ziluaga es el que con mayor claridad ha explicado el proyecto de acudir al Parlamento, "si las bases lo aprueban", para forzar un frente abertzale con otros partidos nacionalistas en un momento determinado y derrotar a otras fuerzas. Por primera vez, ETA no ha perpetrado un solo atentado cruento durante la campa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.