Un panorama preocupante
LOS RESULTADOS -a¨²n provisionales- de las elecciones celebradas ayer en el Pa¨ªs Vasco ponen de relieve la imposibilidad de que ya nadie gobierne en solitario en la comunidad aut¨®noma. Ojal¨¢ no indiquen la imposibilidad de que nadie gobierne a secas. Los dos partidos mayoritarios, el PSE-PSOE y el PNV (que no sale precisamente airoso de la prueba), han de buscar, no obstante, acuerdos y pactos razonables que permitan esa gobernabilidad de Euskadi despu¨¦s de unos comicios que han puesto de relieve las profundas fisuras y quiebras en la sociedad vasca.La simple lectura de los resultados electorales no anima precisamente al optimismo. El hecho de que el PSOE obtenga la mayor¨ªa de los esca?os, pese a que el PNV sea el partido m¨¢s votado, no facilitar¨¢ tampoco las cosas, sobre todo porque apenas ha habido un crecimiento electoral de los socialistas. S¨®lo la escisi¨®n del PNV ha hecho posible esa victoria relativa del PSOE, por lo que cualquier lectura triunfalista del hecho es, adem¨¢s de ingenua, peligrosa. A la hora de cerrar esta edici¨®n es imposible establecer ninguna previsi¨®n fiable sobre qu¨¦ tipo de coalici¨®n se har¨¢ cargo del poder en el Pa¨ªs Vasco y qui¨¦n ha de ser el nuevo lendakari, aunque parece que Txiki Benegas intentar¨¢ formar Gobierno. Pero est¨¢ bien claro que s¨®lo si los l¨ªderes son Capaces de renunciar a sus posicionamientos de principio y de buscar soluciones pragm¨¢ticas, el Pa¨ªs Vasco podr¨¢ resolver la severa crisis pol¨ªtica, econ¨®mica y social por la que atraviesa.
Dos hechos saltan a la vista despu¨¦s de una primera lectura de lo sucedido ayer: el hundimiento de Coalici¨®n Popular y de lo que podr¨ªamos llamar la derecha espa?olista, y el crecimiento de Euskadiko Ezkerra (EE) y Herri Batasuna. La mejora de posiciones de EE parece deberse a un trasvase de votos socialistas a este partido, mientras que el PSOE -en tanto que representante de los intereses no nacionalistas- se habr¨ªa beneficiado de los votos fugados de la derecha que no hayan ido al CDS de Su¨¢rez. Por lo dem¨¢s, es claro que la escisi¨®n del PNV ha repartido casi con exactitud entre este partido y EA (de Garaikoetxea) a su electorado cl¨¢sico.
El crecimiento de Herri Batasuna puede deberse en parte a la incorporaci¨®n de 75.000 votos al censo, pero en cualquier caso representa el fracaso de la pol¨ªtica del PNV en el Gobierno de Vitoria y de la del PSOE en el de Madrid. Por desagradable que sea que el partido para quien ETA recomienda el voto suba de forma semejante, ¨¦ste es un dato que ha que ser inexcusablemente tenido en cuenta, al margen de cu¨¢l sea la actitud de asistencia o no a las instituciones parlamentarias por parte de los diputados de HB.
Una lecci¨®n obvia de los comicios es la de que no hay soluci¨®n para Euskadi fuera de un impulso racional y definitivo a las instituciones de autogobierno. Los desplantes ante la judicatura por parte de las fuerzas de orden p¨²blico, la permanencia de casos de malos tratos o torturas, las dubitaciones a la hora de poner en pr¨¢ctica el Estatuto de Gernika, la insistencia en la aplicaci¨®n de la ley antiterrorista y el planteamiento desde el Estado de las relaciones pol¨ªticas en el Pa¨ªs Vasco como si se tratara de una pel¨ªcula entre buenos y malos no conducen, seg¨²n se ve, sino a un apoyo fortalecido del radicalismo abertzale. Al mismo tiempo, el fracaso del modelo impulsado por el PNV y las reyertas personales que han contribuido al cisma de ese partido son igualmente responsables de la fragmentaci¨®n social y pol¨ªtica, que configuran un panorama casi ca¨®tico.
Por eso se puede y se debe pedir hoy un esfuerzo de cordura que lleve, en plazo urgente, a instrumentar una pol¨ªtica auton¨®mica exenta de victimismos y dobles lenguajes, que deposite sin ambig¨¹edades el poder en manos de las instituciones de autogobierno. El Pa¨ªs Vasco no podr¨¢ recuperarse f¨¢cilmente mientras contin¨²e la dial¨¦ctica, a veces real y a veces oportunista, de los agravios con Madrid. El Estado debe permanecer en la comunidad aut¨®noma de la forma y manera que el Estatuto de Gernika prev¨¦, pero debe ayudar a consolidar de manera tambi¨¦n urgente las instituciones vascas para que ¨¦stas puedan hacer frente a la situaci¨®n interna de Euskadi. Una rectificaci¨®n severa en la pol¨ªtica llevada a cabo por el Ministerio del Interior es, en este punto, indispensable.
Todo ello no significa que la salida de la crisis sea sencilla ni que no haya motivos para la preocupaci¨®n. Cuando sectores amplios de la poblaci¨®n vasca se pronuncian abiertamente por posturas independentistas, cuando no por posiciones que avalan el uso de la violencia pol¨ªtica, no conducir¨ªa a nada tratar de minimizar la importancia del hecho. Tampoco ser¨ªa admisible, no obstante, que esa minor¨ªa, por abultada que sea, pretenda erigirse como portavoz de los deseos de todo el pueblo vasco.
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