La rebeli¨®n de la comarca olvidada

MANUEL MU?OZ, La ciudad de Orihuela, de 45.000 habitantes, capital de la Vega Baja del Segura, la comarca valenciana m¨¢s septentrional y m¨¢s alejada de Valencia (unos 230 kil¨®metros), ha vivido durante las ¨²ltimas semanas hechos inusitados en su historia: manifestaciones de hasta 10.000 personas, una huelga general uniforme e incluso una homil¨ªa conjunta de los p¨¢rrocos de las diferentes localidades. Todo ello en virtud de la reivindicaci¨®n de un hospital comarcal y el encauzamiento del r¨ªo Segura para evitar inundaciones.

El presidente de la Generalitat valenciana, Joan Lerma, tuvo un lapsus de consideraci¨®n cuando hace dos a?os, el 9 de octubre, fiesta auton¨®mica, se refiri¨®, por error, en su discurso al territorio de la comunidad aut¨®noma como el existente "desde Vinaroz hasta Guardamar". Lerma olvid¨® -o sus asesores-, quiz¨¢ por el h¨¢bito de citar a Guardamar como el l¨ªmite septentrional del ¨¢mbito de la lengua catalana, que el municipio m¨¢s al sur de la Comunidad Valenciana era Orihuela. Los oriolanos todav¨ªa se acuerdan.Pero el ¨²ltimo 9 de octubre Lerma lo acab¨® de arreglar. Esta vez dijo "de Vinaroz a Orihuela". Pero ya no era as¨ª. En los ¨²ltimos tiempos la Generalitat concedi¨® la secesi¨®n municipal de Orihuela a Pilar de la Horadada, localidad que llevaba a?os pidi¨¦ndola y que ahora es -y no Orihuela- el municipio m¨¢s septentrional de la comunidad aut¨®noma.

Esta singular pareja de an¨¦cdotas encadenadas puede dar una idea del olvido en que viven los habitantes de la Vega Baja del Segura, comarca castellano-hablante, perteneciente a la provincia de Alicante y tradicionalmente vinculada a Murcia por relaciones de pr¨®xima vecindad.

Los acontecimientos de las ¨²ltimas semanas han venido provocados por la demanda de un hospital del Insalud, que no hay en la comarca, y por el sentimiento de impotencia por las recientes, aunque leves, inundaciones provocadas por el r¨ªo Segura. Todo ello se une a tradicionales sentimientos de lejan¨ªa y escasa identificaci¨®n con lo valenciano y a una dosis de rechazo a la ense?anza de la lengua aut¨®ctona, que no lo es en esa comarca. Ello ha conducido incluso a que algunos habitantes de la ciudad, entre la forma de presi¨®n y la amenaza formal, est¨¦n recogiendo firmas para solicitar un refer¨¦ndum para plantear cambiarse de comunidad aut¨®noma e incluirse en la de Murcia.

Resultados

No se puede decir que toda esta amplia protesta no haya tenido resultados. El pasado jueves, el consejero de Sanidad y Consumo de la Generalitat valenciana, Joaqu¨ªn Colomer, y el presidente de la Diputaci¨®n de Alicante, Antonio Fern¨¢ndez Valenzuela, anunciaban la construcci¨®n de un hospital comarcal p¨²blico en la Vega Baja del Segura, con capacidad para 200 camas, cuyas obras podr¨¢n comenzar el a?o pr¨®ximo.

Por su parte, el Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo ha desenterrado un viejo proyecto de desviaci¨®n del r¨ªo Segura a su paso por Orihuela.

Sin embargo, la protesta y su entorno tienen diversas connotaciones pol¨ªticas. En Orihueja, ciudad tradicionalmente conservadora, el pasado verano el alcalde socialista fue sustituido por uno de Alianza Popular al haber cambiado de sentido el voto del grupo del CDS y tras un largo contencioso, ganado en los tribunales, contra el antiguo alcalde para que convocase un pleno en el que se tratase su posible, y finalmente consumada, sustituci¨®n.

Por otra parte, desde fuera de los partidos y al calor de las dos inundaciones producidas por el Segura en septiembre y octubre ¨²ltimos, diversos colectivos, que al margen de las organizaciones pol¨ªticas luchaban por el hospital comarcal y el encauzamiento del r¨ªo, coincidieron en una asamblearia comisi¨®n permanente Hospital-R¨ªo, que convoc¨® con ¨¦xito masivas manifestaciones con cortes de la carretera general Murcia-Alicante y una huelga general que paraliz¨® totalmente Orihuela el pasado 27 de noviembre.

"Todo esto es absolutamente desmesurado", asegura el presidente de la Generalitat valenciana, el socialista Joan Lerma, quien culpa a la derecha oriolana de haber estado impidiendo el funcionamiento del Ayuntamiento cuando estaba presidido por un socialista y considera que la huelga general fue, "m¨¢s bien, un cierre patronal". Lerma a?ade que los socialistas siempre pidieron un hospital comarcal para la Vega Baja y que el problema est¨¢ en "v¨ªas de soluci¨®n".

Por su parte, el alcalde, Luis Fernando Cartagena, un m¨¦dico de 32 a?os, se?ala que el reciente cierre de la cl¨ªnica concertada Virgen de la Salud, en Redov¨¢n, junto con las inundaciones, ha sido el desencadenante de un movimiento que ha marginado el papel de las instituciones pol¨ªticas en Orihuela. "La gente interpreta", dice, "que al alcalde de Orihuela no le hacen caso en Valencia y en ello ve un peligro para la credibilidad no ya del Gobierno valenciano, sino de las instituciones en su conjunto".

Cartagena opina que la situaci¨®n ha generado un movimiento de protesta "muy de base", con el que el Ayuntamiento coincidi¨® el pasado d¨ªa 27, d¨ªa de la huelga general, al celebrar un pleno al aire libre ante el pueblo, de acuerdo con la petici¨®n de los que se manifestaban. El alcalde piensa que a partir de ese momento el movimiento espont¨¢neo del pueblo, se volvi¨® a encontrar con el Ayuntamiento como instituci¨®n.

Por su parte, Manuel Gallud, Joaqu¨ªn Almagro y Javier Mar¨ªn, tres miembros de la comisi¨®n permanente Hospital-R¨ªo, explican que ¨¦sta se form¨® a partir de una asamblea de 200 personas interesadas, tras la manifestaci¨®n del 19 de octubre -la primera para pedir el hospital y el encauzamiento del r¨ªo-, a la que asistieron 5.000 personas. "Desde el primer d¨ªa", aseguran, "qued¨® muy claro que no queremos responsables de partidos pol¨ªticos que pudieran monopolizar esto".