El movimiento ecologista en la URSS creci¨® con Chernobil
La actuaci¨®n burocr¨¢tica fue una "cat¨¢strofe dentro de la cat¨¢strofe", dicen Yuri y Olga Medvedkov
La organizaci¨®n pacifista sovi¨¦tica Trust es un "grupo para la confianza mutua entre EE UU y la URSS", explica Yuri Medvedkov. "Dentro de ella", a?ade, "se halla reunido todo el espectro de pensamiento cr¨ªtico que existe en la URS S: cient¨ªficos, obreros, jud¨ªos, anabaptistas e incluso punkies y hippies. Dada, la persecuci¨®n oficial , pyocuramos organizar acciones que permanezcan dentro del marco jur¨ªdico legal y que no ataquen frontalmente al Gobierno".Pregunta. ?Cu¨¢l fue la reacci¨®n de Trust tras el accidente de Chernobil?
. Respuesta (Yur¨ª). El grupo moviliz¨® todas sus fuerzas. Escuch¨¢bamos todas las emisoras de los pa¨ªses occidentales para reunir cualquier clase de informaci¨®n sobre el accidente, por peque?a que fuese. Usamos todos los caminos imaginables e inimaginables a fin de hacernos una idea de lo que estaba sucediendo.
P. ?Cu¨¢les fueron sus siguientes acciones?
R. Empezamos recogiendo firmas en la calle, como inicio de la campa?a para un refer¨¦ndum popular en torno al uso de la energ¨ªa at¨®mica. En el primer intento, el 20 de mayo, fuimos
apresados de inmediato por la polic¨ªa. La segunda vez, el 31 de mayo, tuvimos un ¨¦xito inaudito: durante 25 o 30 minutos recogimos unas 50 firmas de apoyo, hasta que fuimos detenidos de nuevo. En la Uni¨®n Sovi¨¦tica obtener 50 firmas en la calle significa mucho. Todos fuimos esta vez encarcelados: Olga, yo e incluso nuestra hija de dos a?os. Tambi¨¦n un ni?o de menos de un a?o fue encarcelado con su familia. No obstante, la detenci¨®n dur¨® s¨®lo algunas horas y nadie fue denunciado. Por tanto, continuamos con nuestras acciones. La siguiente reacci¨®n gubernamental fue expulsarnos de la Academia & Ciencias de Mosc¨².
Pero nuestro grupo empez¨® a desarrollar ' una especie de escuela de activismo callejero que hasta la fecha no ha tenido parang¨®n en la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
La Prensa europea
P. ?Se inform¨® de esta acci¨®n combinada en los pa¨ªses occidentales?
R. Esta acci¨®n s¨®lo fue recogida por los peri¨®dicos independientes del movimiento pacifista occidental europeo. La Prensa tradicional europea la ignor¨®.
P. ?Qu¨¦ han comido ustedes -despu¨¦s de Chernobil?
R. (Olg¨¢). Trat¨¦ por todos los medios, especialmente por los ni?os, de seguir una dieta sin pro,ductos l¨¢cteos. Inmediatamente despu¨¦s de Chernobil, una compa?era y yo empezamos a interesarnos en los mercados por la procedencia de la fruta y la verdura. Fuimos las ¨²nicas que lo hicimos. Sin embarg¨®, nos sorprendimos much¨ªsimo cuando una semana m¨¢s tarde, en el mismo mercado, vimos que todas las mujeres preguntaban tambi¨¦n por el origen de los alimentos. Los vendedores estaban desesperados y rug¨ªan llenos de ira: "?Viene de Chernobifl, ?todo viene de Chernob¨ªW'.
Ni?os y soldados
P. ?Qu¨¦ sucedi¨® con los ni?os de las regiones afectadas? En Occidente se habl¨® de evacuaciones.
R. (Olga). He visto a algunos -de estos ni?os evacuados. Uno de ellos que jugaba con mi hijo, se desvanec¨ªa por momentos. Muchos fueron evacuados de forma privada. La gente comprendi¨® r¨¢pidamente que ellos mismos ten¨ªan que proteger a sus hijos.
R. (Yuri). El comportamiento de la burocracia sovi¨¦tica result¨® una cat¨¢strofe dentro de la cat¨¢strofe.. Los integrantes de la comisi¨®n de protecci¨®n de cat¨¢strofes suelen proceder del secto! militar. Durante el accidente de Chernobil estos bur¨®cratas corisideraron en mujeres embarazadas y ni?os niveles tolerables de radiaci¨®n que hab¨ªan sido pensados para soldados en una contienda nuclear.
P. ?Cree que tras Chernobil ha existido un amplio cambio de opini¨®n respecto a la energ¨ªa nuclear en la Uni¨®n Sovi¨¦tica?
R. S¨ª. Incluso en la burobracia sovi¨¦tica, en las altas cimas del poder, las opiniones en torno a este tema no son homog¨¦neas. En el ambiente puede notarse la duda. El propio Gorbachov mencion¨® que en lo concerniente a la energ¨ªa at¨®mica muchas cosas deben ser todav¨ªa estudiadas, lo cual ha de entenderse casi como una advertencia para proceder, con cuidado en el futuro. Aun cuando el valor de las vidas humanas no se tenga realmente en cuenta, la hipoteca que significa Chernobil es de tal dimenli¨®n que la misma burocracia dificilmente podr¨¢ continuar divulgando el uso de la energ¨ªa at¨®mica como en otros tiempos.
Un letargo pronuclear
Pregunta. ?Creen posible detener el programa at¨®mico de la Uni¨®n Sovi¨¦tica?R. Todo depende de la presi¨®n de la poblaci¨®n. Si no somos capaces de aprovechar la alerta de Chernobil, es probable que la URSS caiga de nuevo en un letargo pronuclear del que no saldremos. El pueblo ruso, que es la base del lento y pesado sistema sovi¨¦tico, ha empezado ahora a moverse con autonom¨ªa. Aqu¨ª reside nuestra gran y ¨²nica oportunidad.
Por eso, todo acercamiento a Occidente es positivo. Necesimos un acercamiento masivo e influencias occidentales sobre los medios ¨®fi¨¦iales sovi¨¦ticos.
La brutal toma de conciencia que ha provocado el accidente de Chernobil ha desencadenado una r¨¢pida eclosi¨®n del movimiento ecologista sovi¨¦tico. No obstante, estamos todav¨ªa en los comienzos. Tenemos ,necesidad de conocer experiencias, de intercambiar ideas y conceptos, y sobre todo nos hace falta la solidaridad de los movimientos de Occidente, de los hombres y mujeres de pensamiento cr¨ªtico. Vayan a Mosc¨², ?les esperamos!
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