Catedral y miserias
El mismo d¨ªa que leo en la Prensa que un colectivo madrile?o ha entregado al arzobispo Suqu¨ªa varias decenas de millones de pesetas para la terminaci¨®n de las obras de la catedral de la Almudena recibo una carta del padre Edgardo Esp¨ªritu, procurador de las Misiones Salesianas en Etiop¨ªa, por la que me recuerda que en aquella zona, como en otras del Tercer Mundo, un ni?o muere de hambre por minuto, y en la que me explica, detallada y pat¨¦ticamente, todo lo que ¨¦l puede hacer con cada donativo de 500 pesetas. He dividido varias decenas de millones por esa cantidad y me he quedado aterrado. Si 2.000 pesetas pueden salvar una vida, me pregunto si tenemos derecho a gastar millones en construir un templo. Por medio de usted, se?or director, le traslado la pregunta al arzobispo y a los cristianos madrile?os. ?Es eso, quiero preguntarles tambi¨¦n, lo que hubiera hecho Jes¨²s en semejantes circuntancias?-Manuel Garc¨ªa.
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