Hassan Sabra
Editor del semanario beirut¨ª que 'destap¨®' la noticia de la venta de armas de EE UU a Ir¨¢n
Reagan, parche en un ojo y catalejo en mano, salta por los aires al ser alcanzado su nav¨ªo pirata por el ca?onazo de otro cuyos m¨¢stiles son plumas de escribir y que inscribe en su vela el nombre As Shiraa en caracteres ¨¢rabes y latinos. Es el chiste a toda p¨¢gina de la ¨²ltima edici¨®n del semanario beirut¨ª que revel¨® en exclusiva mundial el llamado asunto Irangate. Hassan Sabra, editor de la publicaci¨®n, es un shi¨ª liban¨¦s que mantiene excelentes relaciones con los gobernantes baazistas de Damasco.
As Shiraa (El Velero) tiene 80 p¨¢ginas y es una publicaci¨®n modesta. Editada en Beirut Oeste, el sector musulm¨¢n de la capital, y de tendencia izquierdista y prosiria, la revista puede comprarse por 10 libras libanesas (poco m¨¢s de 20 pesetas). La libertad de prensa es uno de los ¨²ltimos recuerdos del tolerante L¨ªbano de antes de 1975.En las ¨¢reas musulmanas se venden sin problemas publicaciones cristianas y viceversa. Hacia finales del pasado octubre, el propietario y director general de As Shiraa recibi¨® un explosivo documento seg¨²n el cual Estados Unidos e Ir¨¢n negociaban en secreto desde hac¨ªa al menos dos a?os. Armas y rehenes eran las mercanc¨ªas.
Hassan Sabra, nacido hace 45 a?os en una familia shi¨ª acomodada, casado, miembro de la orden de periodistas libaneses en tanto que editor, acept¨® publicar el documento. El viernes de noviembre en que apareci¨® As Shiraa con la historia, se puso en marcha un esc¨¢ndalo de incalculables consecuencias.
Hassan Sabra fue miembro de la Uni¨®n Socialista, un grupo de musulmanes libaneses prolibios. El grupo necesitaba un ¨®rgano de expresi¨®n y compr¨® As Shiraa a los monjes de la Escuela de la Sabidur¨ªa que lo hab¨ªan fundado antes de las guerras civiles. De publicar temas de espiritualidad cristiana, la revista pas¨® a convertirse en portavoz de las ideas de Gaddafi y de grupos palestinos marxistas, como el de Georges Habache. En el momento del espectacular cambio de l¨ªnea editorial, L¨ªbano era ya un campo de batalla. Con As Shiraa, Sabra descubri¨® su vocaci¨®n de editor e imprimi¨® a su publicaci¨®n un giro prosirio. Sus p¨¢ginas recogen las opiniones de Damasco y de sus aliados libaneses. La revista tiene su sede en el barrio de Musaitbe, compartido por musulmanes sun¨ªes y shi¨ªs, bajo la protecci¨®n de los milicianos drusos de Jumblat. Como todo en L¨ªbano, una completa ensalada. No fue Hassan Sabra el primer editor que recibi¨® el dossier Irangate.
Al parecer, los responsables del prestigioso diario As Safir, tambi¨¦n publicado en Beirut Oeste, lo hab¨ªan tenido en sus manos.
Decidieron rechazarlo porque dudaban de su veracidad, y adem¨¢s tem¨ªan verse envueltos en un turbio asunto de servicios secretos. As Safir se precia de mantener buenas relaciones con Siria, Libia e Ir¨¢n. Una parte de los periodistas libaneses cree que los servicios de informaci¨®n sirios filtraron a As Shiraa el documento para reventar las relaciones entre Washington y Teher¨¢n.
Otros aseguran que fueron los partidarios libaneses de Mehdi Hashemi, el dirigente radical iran¨ª, en la picota en los ¨²ltimos tiempos. Afirman los propagandistas de esta versi¨®n que Hashemi obtuvo la informaci¨®n del encargado de negocios sirio en Teher¨¢n, al que sus hombres secuestraron. La intenci¨®n en ese caso ser¨ªa poner dinamita bajo el asiento del poderoso presidente del Parlamento irani, Raf:sanjani, sospechoso, a sus ojos, de complacencia ante el gran sat¨¢n. Lo curioso de esta historia es que casi nadie en L¨ªbano valor¨® la exclusiva de As Shiraa. Hasta que la Prensa norteamericana no recogi¨® la informaci¨®n, periodistas locales y corresponsales extranjeros creyeron que era una intoxicaci¨®n m¨¢s de la Prensa libanesa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Caso Ir¨¢n-Contra
- Tr¨¢fico armas
- Orden p¨²blico
- Pol¨ªtica exterior
- Estados Unidos
- Ir¨¢n
- Seguridad ciudadana
- Delitos orden p¨²blico
- Gobierno
- Casos judiciales
- Prensa
- Asia
- Delitos
- Administraci¨®n Estado
- Relaciones exteriores
- Sucesos
- Medios comunicaci¨®n
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Sociedad
- Justicia
- Comunicaci¨®n
- Oriente pr¨®ximo