Las torturas a los animales

El domingo pasado, EL PA?S publicaba un extenso reportaje titulado Vida de perro, muerte de toro, firmado por Arsenio Escolar, en el que informaba, basado en denuncias hechas por asociaciones proteccionistas, de los cientos de espect¨¢culos que se ofrecen en localidades espa?olas durante sus fiestas mayores en los que se tortura y maltrata a los animales. Estas denuncias no son compartidas por antrop¨®logos y etn¨®logos, seg¨²n se reflejaba tambi¨¦n en el citado informe.El tema ha provocado una abundante correspondencia llegada de los cuatro puntos cardinales de la Pen¨ªnsula. La mayor¨ªa de los lectores se?ala que los datos son err¨®neos, pues en algunas de las localidades citadas no ocurren en la actualidad los festejos rese?ados. Desde Daroca (Zaragoza), Javier Lozano Rocafort se?ala: "En Daroca no se da el toro embolado ni otra forma de tortura de esos animales. Probablemente el autor lo ha confundido con el toro de fuego, tradicional en las fiestas mayores, que consiste en un toro de cart¨®n con armaz¨®n de madera que, llevado a hombros de un mozo, se carga de fuegos artificiales y corre por las calles, y que, obviamente, es una pr¨¢ctica poco cruenta". Tambien J. Isabel Mart¨ªn piensa que se han recogido datos falsos sobre Pe?aranda de Bracamonte (Salamanca): "No he visto a los vecinos del pueblo con cuchillos, navajas u otro instrumento cortante, los cuales esgriman por calles o plazas para rematar a los toros". Por su parte, Francisco Rodr¨ªguez Mart¨ªn considera: 'Es un hecho totalmente aislado el ocurrido en la localidad toledana de M¨¦ntrida, que en una de las tradicionales vasijas que rompen los ni?os en fiestas, y en las que suelen encontrarse caramelos, harina, dinero o agua, en una ocasi¨®n se puso como premio un gato. Fue un hecho fortuito y ante el que nadie se sinti¨® conforme".

Erratas en la informaci¨®n

El alcalde de Ronda (M¨¢laga), Juli¨¢n de Zulueta y Cebri¨¢n, reconoce que si bien era tradicional en el barrio del Llano de la Cruz colgar pollos, conejos y palomas de ¨¢rboles para que los vecinos los matasen a pedradas, se?ala: "Desde mi acceso a la alcald¨ªa, dict¨¦ normas prohibiendo terminantemente ese tipo de diversiones, y en 1985 se sancionaron rigurosamente las infracciones. Por fin, en 1986, y gracias al dispositivo de vigilancia establecido por la Polic¨ªa Municipal en colaboraci¨®n con la Guardia Civil de Ronda, no se produjo ni una sola tirada, extremo que pudo ser comprobado por miembros de la organizaci¨®n Internacional Fund For Animal We1fare (IFAW) expresamente desplazados a Ronda para tal fin".

Desde Igea (La Rioja), Castro Urdiales (Santander) y Medinaceli (Soria) niegan que se maltrate a toros o vaquillas. Y dos erratas al citar sendas localidades tambi¨¦n han dado motivo a las quejas. En el texto se reflejaba Fuentesa¨²co (Segovia) y Tomelloso (Ciudad Real) como los lugares donde se torturaba a los toros. En realidad se refer¨ªa a Fuentesa¨²co (Zamora) y Tomellosa (Guadalajara), errores adjudicables el primero al autor del reportaje y el segundo al exceso de celo de los responsables de la edici¨®n, que no encontraron ese pueblo en el atlas, al pertenecer al municipio de Brihuega, y corrigieron el texto pensando que se refer¨ªa a la localidad de nombre parecido y que pertenece a Ciudad Real.

Diversidad de pareceres

Para realizar el reportaje, Arsenio Escolar contact¨® con las siguientes asociaciones proteccionistas: Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, Asociaci¨®n para Defensa de los Derechos del Animal (ADA) y los clandestinos Frente de Liberaci¨®n Animal de Palma de Mallorca y Madrid. El colaborador, que seg¨²n nos dice escarb¨® entre algunos alcaldes e investigadores folcloristas, decidi¨® no citar ning¨²n pueblo que no hubiera sido se?alado por fuentes de absoluta solvencia; pese a ello, una docena de personas de distintas localidades han desmentido o puntualizado alg¨²n extremo de su informaci¨®n.

Arsenio Escolar ha vuelto estos d¨ªas a investigar para salir al paso de las cartas, y comenta: "Mi informaci¨®n sobre Pe?aranda de Bracamonte procede de un informe de 10 folios que ADA llev¨® al Ministerio del Interior para solicitar que se elaborase una ley de Defensa y Protecci¨®n de los Animales. He procurado obtener m¨¢s informaci¨®n sobre este caso y me he puesto en contacto con la corresponsal del peri¨®dico, Mar¨ªa del Mar Rosell, quien me comunica que, seg¨²n el Centro de Cultura Tradicional de la Diputaci¨®n, no es cierto lo que yo relato. Sin embargo, Consuelo Polo, de ADA, afirma que a ella personalmente le cont¨® esta pr¨¢ctica un testigo presencial que ha asistido a la fiesta en dos ocasiones diferentes. Del mismo informe procede la alusi¨®n a que en Igea (La Rioja) se desloman las vaquillas, en M¨¦ntrida se meten los gatos reci¨¦n nacidos en ollas que golpean los ni?os y Castro Urdiales aparece en la lista negra de la asociaciones proteccionistas por los toros de fuego y por la organizaci¨®n de peleas de gallos".

Persecuci¨®n a los sacrificios populares

En el informe facilitado a EL PA?S por Manuel Mu?oz Peces-Barba, presidente de la Asociaci¨®n Protectora de Animales y Plantas de Madrid, se cita el famoso "toro de Medinaceli (Soria)", que consiste "en atar a los cuernos de un animal un material inflamable al que se prende fuego, y una vez colocada esta antorcha se suelta al toro, que corre aterrorizado por las calles hasta que, agotado, le es dada muerte. Muchas veces la materia inflamable cae hasta los ojos y cara del animal, abras¨¢ndole". Tambi¨¦n se se?alan pr¨¢cticas parecidas en las fiestas de Daroca.

Al tiempo que recib¨ªamos las quejas sobre esta informaci¨®n, un profesor, Manuel Delgado Ruiz, miembro del Departamento de Antropolog¨ªa Cultural de la facultad de Geograf¨ªa e Historia de la universidad de Barcelona, opinaba sobre los rituales cruentos espa?oles: "El colonialismo ha sido la forma que ha tomado el contacto del sistema de pensamiento dominante en las sociedades capitalistas y estatalizadas con las culturas ex¨®ticas o con las tradiciones culturales de sus propios pa¨ªses. La base de esta actuaci¨®n ha sido la constancia de que la homegeneizaci¨®n cultural era requisito indispensable para cualquier proyecto de dominio y control. Por ello, las primeras v¨ªctimas de cualquier forma de dominaci¨®n colonial son siempre los mitos y los ritos de los pueblos colonizados, precisamente porque en ellos se expresa lo mas sustantivo e ¨ªntimo de su personalidad como tales. Los rituales despectivamente llamados folcl¨®ricos no son la expresi¨®n de un pueblo, sino que son ese pueblo mismo, que desaparece cuando ellos desaparecen".

De la larga reflexi¨®n del profesor Delgado resumimos: "La verdad es que ni un solo partido del Estado espa?ol ha incluido jam¨¢s una reivindicaci¨®n restrictiva contra los sacrificios p¨²blicos en sus programas. Los mismos ecologistas han sido prudentes en este campo, y una organizaci¨®n como Greenpeace ha denunciado como falsos los intentos de complicar su nombre en manifestaciones zooproteccionistas (su presidente, Antonio Precioso, me coment¨® personalmente que no ten¨ªan la m¨¢s remota intenci¨®n de pronunciarse sobre un tema que entend¨ªan no les compet¨ªa)".