El cineasta argentino-espa?ol Rodolfo Kuhn muri¨® en M¨¦xico
El cineasta argentino-espa?ol Rodolfo Kuhn, de 52 a?os, muri¨® en la poblaci¨®n mexicana de Valle de Bravo, el pasado d¨ªa 3, v¨ªctma de un ataque al coraz¨®n, indic¨® ayer a Efe la actriz espa?ola Virginia Mataix. Kuhn naci¨® el 29 de diciembre de 1934 en Buenos Aires y se traslad¨® a Espa?a en 1978; hace unos dos a?os adopt¨® la nacionalidad espa?ola. El director cinernatogr¨¢fico falleci¨® mientras trabajaba en la elaboraci¨®n de un gui¨®n para una pel¨ªcula sobre los derechos humanos en Am¨¦rica Latina.Rodolfo Kuhn, es un cineasta capital de la Pampa art¨ªstica, no por tener las dotes de un Orson Welles" no, sino por ser paradigm¨¢ticamente un emblema argentino que ha pasado sobrevolando con su c¨¢mara todas las ideolog¨ªas, todas las represiones y toda fe posible en un futuro cualquiera, desde que en 1957, con un cortometraje llamado Sinfon¨ªa en no bemol, ganara la medalla de bronce en el Festival de la Feria de Bruselas (1958).
De Kuhn se recuerda inmediatamente Pajarito G¨®mez, de 1964, un intento de aproximar al espectador los mecanismos que rigen el poder mediante la, literalmente, fabricaci¨®n de. un ¨ªdolo popular de la canci¨®n. El filme, aunque su sustrato nos acerque a Raphael, ten¨ªa aristas percutantes y ganas de menear el asunto implic¨¢ndole pol¨ªticamente. Hoy aparece desprovisto de malicia pero en su momento, en menor o mayor medida, golpe¨® bajo.
Ra¨ªces m¨ªticas del hombre
Tambi¨¦n se recuerda de Kuhn La hora de Mar¨ªa y el P¨¢jaro de Oro, una met¨¢fora fant¨¢stica sobre una ave dorada que viola muchachas. En ese filme, como en tantos otros argentinos que des conocemos, se subrayan no s¨®lo los aspectos on¨ªricos del hombre sino sus ra¨ªces m¨ªticas, ¨¦sas que con todo derecho pueden emparentarse con la narrativa de Garc¨ªa M¨¢rquez y que, conceptualmente, son una reflexi¨®n seria sobre las supersticiones populares y sus lazos con el poder.Aunque Rodolfo Kuhn nunca hall¨® ese estilo que lo archivara para siempre en las enciclopedias, su cine ha de verse -deber¨ªa verse- como una contribuci¨®n social de m¨¦rito. Sus ¨²ltimos pasos, por ejemplo, cinematogr¨¢ficamente mediocres, recrean, sin embargo, realidades a las que hay que atender. En Todo es ausencia, el problema de las madres de la Plaza de Mayo se retrata con toda su crudeza, sin concesiones y sin recargar la mano exaltada. En El se?or Gal¨ªndez, el problema de la tortura se perfila con coraje, brevemente. En todos los casos, Kuhn fue un h¨¢bil or¨¢culo visual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.