Una cama, una celda, una isla
En la mesa, con Fellini, y dispuestos a comer comida casera (lentejas, carne, ensalada, queso y, para el maestro, una pera que la peque?a mujer, al final de la comida, pela y corta, sin preguntar), se encuentran su fiel y desde hace ya 20 a?os relaciones p¨²blicas, Mario Longardi, y el productor ejecutivo de la pel¨ªcula, Pietro Notarianni, un comunista al que el director ha convencido para que se endose algunos minutos en la pantalla la divisa de un jerarca fascista.
Pregunta. Dejemos a un lado la trama, que, en el fondo, tampoco tiene tanta importancia, y vayamos al estado de ¨¢nimo, al humor, del que nace La entrevista, ya que quiz¨¢ sea esto lo que cuente para hallar una clave de lectura del filme.
Respuesta. Todo naci¨®, como siempre, de un condicionamiento psicol¨®gico que hace surgir en m¨ª una antigua obediencia o, si se quiere, el car¨¢cter de un muchacho disciplinado, no lo s¨¦ bien, y adem¨¢s, de que en su momento recibiera un anticipo, fruto de la fe de quienes me hicieron el encargo.
S¨ª, me doy perfecta cuenta de que cada vez que digo estas cosas la gente las toma como ingeniosas ocurrencias, pero no es as¨ª. Realmente acept¨¦ un anticipo, y no deseaba devolverlo. Me comport¨¦, por tanto, seg¨²n las. pautas del artista de corte, arquetipos ¨¦stos, incluso psicol¨®gicos, en los que creo. S¨ª, lo s¨¦: contra el artista de corte, cuya producci¨®n se basa en los encargos, est¨¢ la figura del artista que todo lo justifica con el desd¨¦n.
Yo, sin embargo, debo admitir, con verg¨¹enza, que, si fuera por el desd¨¦n, no s¨®lo no habr¨ªa hecho las pel¨ªculas que he hecho hasta la actualidad, sino que no habr¨ªa hecho ni siquiera una fotograf¨ªa. Yo no necesito, para realizar mi labor, tener sentimientos, resentimientos, recuerdos o enamoramientos. Mi ¨²nico mecanismo psicol¨®gico es el del condicionamiento respecto de un compromiso contra¨ªdo.
"Todo es recuerdo"?
P. Usted dice: "No necesito recuerdos". Sin embargo, el suyo es un cine que continuamente bucea -como todos sabemos y hemos visto- en los recuerdos.
R. Todo es recuerdo. Tam bi¨¦n esta comida, dentro de unos d¨ªas, ser¨¢ un recuerdo... No, no La entrevista no es, como alguien afirm¨®, un Amarcord Cinecitt¨¢. Nace del hecho de estar situada en un estudio cinematogr¨¢fico de vacaciones, durante el verano cuando todo el mundo est¨¢ fuera; nace del hecho de encontrarme yo en una ciudadela, Cinecitt¨¢ que me protege de cualquier otro tipo de labor o distracci¨®n, por lo que no pod¨ªa hacer otra cosa qu ponerme a hablar con im¨¢genes. Y as¨ª lo hice. A esta tendencia psicol¨®gica va unida inevitablemente, la inclinaci¨®n artesanal de alguien como yo, que sabe lo que hay que hacer, que no tiene nada que decir, pero que sabe c¨®mo decirlo.
P. No obstante, Cinecitt¨¢ es e lugar donde se desarrolla esta nueva historia suya.
R. S¨ª. Podr¨ªa no haberio sido Cinecitt¨¢ s¨®lo sirve para sugerir cualquier otro lugar d¨®nde uno pueda jugar consigo mismo: una cama, una celda, una isla.
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