Un inestable

Es algo ingenuo, sumamente arrogante y retorcido, y mostr¨® pronto unas inclinaciones al mundo del teatro que deben haber asustado a su padre. Pero no es d¨¦bil. El pr¨ªncipe Eduardo tuvo que pasar por ba?os fr¨ªos y un r¨¦gimen de gran dureza en el colegio de Gordonstown en Escocia y, como su padre y sus hermanos antes que ¨¦l, cumpli¨® como el mejor.Practic¨® el rugby en Cambridge, y recibi¨® lo suyo, lo que no le imped¨ªa volver al terreno de juego incluso despu¨¦s de haber quedado inconsciente en alg¨²n encontronazo. Lo dej¨® porque los golpes que recib¨ªa no eran fruto del azar, sino parte de una campa?a de otros estudiantes para "atraparle" por ser qui¨¦n era.

Su estancia como profesor en el colegio Wanganui, en Nueva Zelanda, fue la mejor introducci¨®n posible al magisterio. Sin embargo, lo dej¨® diciendo: "No pienso que est¨¦ hecho para la docencia". En la universidad, entr¨® en el Jesus College de Cambridge, para estudiar Arqueolog¨ªa y Antropolog¨ªa, pero tras un a?o se pas¨® a Historia.

Sir Terence Beckett, director general de la Confederaci¨®n de la Industria Brit¨¢nica, organizaci¨®n patronal, pidi¨® al pr¨ªncipe que no se dedicara a la vida militar y "sentara un ejemplo" para la creaci¨®n de riqueza ensuci¨¢ndose las manos en una f¨¢brica. A la vista de lo f¨¢cilmente que podr¨ªa evitarlo, parece poco probable que el pr¨ªncipe aparezca un d¨ªa de estos en una cadena de montaje de autom¨®viles.