Chivos expiatorios
El decano del Colegio de Arquitectos de Madrid considera que se han equivocado los arquitectos responsables de la reforma de la Puerta del Sol, pero que tambi¨¦n se han equivocado otras muchas personas. Sin embargo, parece que se ha levantado la veda del arquitecto y que es el ¨²nico chivo expiatorio. El arquitecto est¨¢ mediatizado por los intereses del cliente, y cuando ¨¦ste es pol¨ªtico el resultado no suele ser bueno.
Parto de la base de que no me gustan las farolas de la Puerta del Sol. Parto de la base de que tampoco me gusta la soluci¨®n viaria que se le ha dado y de que, a mi juicio, se ha alterado el car¨¢cter de plaza y, sustancialmente, su fisonom¨ªa, cuando'tanto estamos luchando en la zona central de Madrid de estricta conservacion por preservar o potenciar la imagen de la tradici¨®n arquitect¨®nica, a veces con excesos poco justificados. Sin embargo, creo que esa avalancha de cr¨ªticas desaforadas contra los arquitectos desatada durante estos ¨²ltimos d¨ªas es en gran parte injusta, sobre todo cuando se personaliza de esa manera.
Puede decirse, y a nadie debe molestar, que no le guste a uno el dise?o de esos elementos urbanos o que no los considere apropiados para el lugar. Todos nos equivocamos muchas veces al d¨ªa, y ¨¦sta ha sido, a mi juicio, una de ellas. Lo que ocurre es que en este caso tan dif¨ªcil se han equivocado los arquitectos y muchas m¨¢s personas que han intervenido en este asunto, puesto que es bien sabido que en toda obra participan con sus conocimientos y capacidad de decisi¨®n muchos agentes, y a veces con mucha m¨¢s autoridad a la hora de imponer una soluci¨®n que los propios arquitectos.
Sin haber podido conocer c¨®mo se ha desarrollado entre bastidores este proyecto, ya que fue un encargo directo, sin con curso p¨²blico y sin participaci¨®n popular, sin embargo, hay algo que s¨ª se ha llegado a saber por la Prensa y es que los arquitectos presentaron en su momento siete soluciones del dise?o para que el cliente decidiera...
Lo que m¨¢s irrita de este asunto es que parece que se ha levantado la veda de los arquitectos para que, como chivos expiatorios, sean inmolados ante la opini¨®n p¨²blica, mientras que el resto de los intervinientes, en mayor,o menorgrado, queda oculto por la humareda.
Respetar la profesionalidad
Quede claro que, independientemente del mayor o menor ¨¦xito de la soluci¨®n aceptada y realizada, hay que respetar la profesionalidad, pues lo que han hecho ha sido procurar dar respuesta a unas directrices concretas. Unas directrices que, a mi juicio otra vez, han llevado a una soluci¨®n desacertada en un af¨¢n de cambiar un ambiente consolidado de una plaza tan singular como la Puerta del Sol para convertirla, probablemente de forma imprevista, en una pista de aterrizaje.Porque presumo, por ejemplo, que esa iluminaci¨®n y ritmo de puntos de luz no ha sido planteada por los arquitectos, lo mismo que tampoco hay que apuntarles el ciento por ciento del ¨¦xito que puede representar el colorido de las fachadas, pues seguramente detr¨¢s est¨¢ un experto pintor que ha asesorado en cuanto a colores, textura y calidades m¨¢s adecuadas. Esto es lo normal.
El arquitecto hace arquitectura, unas veces mejor, otras veces peor, encontr¨¢ndose siempre en mayor o menor grado mediatizado por el entorno, el cliente y las circunstancias, que a veces conducen a soluciones de compromiso como resultado de una conjunci¨®n de inter¨¦s. Lo grave es cuando esos intereses son pol¨ªticos. Suelen dar malos resultados.
es decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.
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