La carta de Pasqual

La carta de Llu¨ªs Pasqual, director del Centro Dram¨¢tico Nacional a "un actor ut¨®pico" (EL PAIS, 16 de enero) es la muestra palpable del histerismo narcisista a que se puede Illegar -y se llega con demasiada frecuenciaen el glorioso teatro nacional. Uno no sabe bien si la carta de Pasqual es una carta de amor o el comunicado de un presentido desastre (Mar¨ªa Guerrero no lo quiera) de una cruenta batalla no se sabe bien contra qui¨¦n. Yo supongo que el lector no avisado de estos menesteres no entender¨¢ nada e incluso dudar¨¢ de s¨ª mismo, pero, sobre todo, de sus conocimientos teatrales... ?Qu¨¦ significado tendr¨¢ lo de "las dudas de siempre", la "angustia de siempre", "los reproches de siempre", "la desilusi¨®n de siempre"...? ?No estaremos ante una probable ruptura matrimonial en lugar de un estreno del inevitable Lorca ... ? ?Oh, gentes locas del teatro que se angusian por cualquier cosa ... ! En cambio, las pobres gentes de tercera divisi¨®n que andamos en esto del teatro no podemos por menos que acumular socarroner¨ªa... Si Llu¨ªs Pasqual, el divino, tiene angustias de parto ante un estreno que es algo as¨ª como la obra de El Escorial, ?qu¨¦ zozobras no podr¨¢n sentir -?no podremos sentifllos autores, los directores y los actores del mal llamado "teatro comercial", que en el 99%. de los casos estrenamos sin un solo ensayo completo... Por favor, no perdamos la verdadera perspectiva del teatro espa?ol.-