Dennis Conner
Salva el 'honor' de Estados Unidos al ganar la Copa de Am¨¦rica
Dennis Conner, el patr¨®n norteamericano del barco Stars and Stripes (Barras y estrellas), ha recuperado su honor y el de Estados Unidos tres a?os, cuatro meses y nueve d¨ªas despu¨¦s de que lo perdiera al ser derrotado en la pasada Copa de Am¨¦rica, la prueba de vela m¨¢s prestigiosa del mundo, en Newport, tras 132 a?os de hist¨®rica hegemon¨ªa norteamericana. Conner se recuper¨® ayer en Freemantle, en la Australia occidental, y precisamente ante los australianos, sus vencedores en 1983.
El 26 de septiembre de 1983, Big Bad Dennis (Mal¨ªsimo Dennis) perd¨ªa con su barco Liberty la regata decisiva de la final de la pasada Copa de Am¨¦rica ante el Australia, de John Bertrand. Estados Unidos se puso de luto deportivo tras resistir victoriosamente 24 desaf¨ªos desde que en 1851 la goleta America derrot¨® a 15 barcos brit¨¢nicos en aguas de la isla de Wight. Este pa¨ªs toma tan en serio la Copa de Am¨¦rica que antes de la victoria se comentaba que si el trofeo sal¨ªa en esta edici¨®n de las vitrinas del New York Yacht Club habr¨ªa que poner en su lugar la cabeza del deportista. No es extra?o, pues, que el presidente Reagan y Nancy hayan sido los primeros en felicitar al campe¨®n.Conner, de 44 a?os, 1,88 metros de estatura y 110 kilos de peso, con un gran historial en el mundo de la vela, tiene fama de no hacer las cosas a medias. La moderaci¨®n no va con ¨¦l, ni a la hora de beber con los amigos ni cuando se trata de ganar el premio en la competici¨®n de yates m¨¢s importante en el mundo. Conner result¨® psicol¨®gicamente destrozado cuando se convirti¨®, hace tres a?os, en el primer norteamericano que perd¨ªa la copa, despu¨¦s de 132 a?os ininterrumpidos. As¨ª que desde aquel d¨ªa de septiembre de 1983, cuando Australia le arrebat¨® el premio, Conner jur¨® que devolver¨ªa la copa a Estados Unidos, como ha hecho ahora.
Reuni¨® a la tripulaci¨®n, contrat¨® a los dise?adores m¨¢s importantes y se dedic¨® a juntar fondos para esta empresa con el mismo empe?o con el que capitanea su Barras y estrellas, de 12 metros de eslora. Tras su derrota, Conner coment¨®: "La gente pens¨® que me desmoronar¨ªa y que desaparecer¨ªa de la competici¨®n. Sin embargo, lo que hice fue tomar la firme resoluci¨®n de ganarla de nuevo". Tan. impresionado y deshecho qued¨® el matrimonio Conner con la derrota de 1983, que la esposa, Judy, afirm¨®: "Yo a¨²n no me he recuperado desde 1983. No puedo comprender c¨®mo ¨¦l ha podido sobreponerse".
Traumatizado, el deportista puso en la carrocer¨ªa de su coche, un Mercedes Benz blanco, dos pegatinas: una con un Kiwi muerto, como s¨ªmbolo de la derrota. La otra, con el lema vital de Conner: "No hay que hacer nada con moderaci¨®n. No importa c¨®mo se consigue lo que uno quiere; lo que importa es que puedas sobreponerte". En sus aficiones particulares, Conner no esconde su amor por la buena comida y las bebidas fuertes. En la madrugada de ayer, horas antes del comienzo de la carrera m¨¢s importante de su vida, Conner estaba tomando copas en el puerto australiano. Su peculiar personalidad lo llev¨® a comprarse una m¨¢quina electr¨®nica de juegos para practicar en la intimidad de su domicilio durante dos a?os, s¨®lo porque un d¨ªa unos amigos le ganaron unas cuantas partidas. Conner alega: "Soy muy competitivo... Supongo que es por la emoci¨®n de la victoria". El h¨¦roe resume: "Adoro todo lo que se relaciona con esta copa, absolutamente todo.
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