El Joventut aprovech¨® la lesi¨®n de Russell
Falta le hac¨ªa acreditar al Joventut su fama en la her¨¦tica cancha del Estudiantes, donde nada es normal ni tiene por qu¨¦ guardar un orden l¨®gico. Por un momento pareci¨® que el equipo local pensaba ganarse un triunfo de farol. El Estudiantes s¨®lo puede jugar de farol sin Russell, claro est¨¢. Pero no pas¨® nada anormal. Gan¨® el Joventut, que apabull¨® con seis triples en escasos minutos de la segunda parte. Y el Estudiantes, con Russell lesionado al minuto 13, perdi¨®. Adem¨¢s, era martes.
Cuando se juega en martes, el partido parece tener otro ambiente, algo m¨¢s fr¨ªo, aunque sea con el Magari?os a tope. El Joventut mostr¨® muy pronto que algo le sucede en esta cancha, donde no se comporta de forma habitual. Debe ser el c¨¢lculo de las distancias, modificadas por un escenario de aspecto muy restringido, donde los insultos respetan una rima. As¨ª, poco se vio de su eficaz movimiento de la pelota y de su velocidad. A pesar de ello, se mantuvo siempre por delante.
En el minuto 13, Russell, que sali¨® a jugar mermado con un tir¨®n muscular, se rompi¨® al primer mate. Sustituido por Coll, el Estudiantes presentaba una inferioridad f¨ªsica perfecta; es decir, cada jugador local era claramente m¨¢s bajo que su par visitante. No hab¨ªa duda. Sin embargo, el Estudiantes reaccion¨® hasta -igualar el partido (45-47), perdiendo oportunidades de ponerse por delante.
El Joventut hab¨ªa optado por el uno contra uno de sus dos p¨ªvots con acierto en la primera parte. Johnson empez¨® impecable, encestando casi todo lo que llegaba a sus manos con opci¨®n de jugarlo; y Schultz iba en su l¨ªnea, con ese tiro de goma espuma nfalible. En la segunda parte, se apag¨® Johnon y al Joventut le bast¨® entonces con los triples de Villacampa (5) que no resist¨ªan una comparaci¨®n con una serie, casi consecutiva, de un acierto y diez fallos de Pinone. Esta mera circunstancia signific¨® que el Joventut alcanzara una ventaja de 20 tantos (69-89).
Como era martes y faltaba Russell el partido perdi¨® todo ambiente y casi todo inter¨¦s. Si acaso, un atisbo de rivalidad entre Villacampa y Montes, jugadores nacionales que gustan de entrar a canasta con todo, con los enseres, con la muda, con el dinero en la cartera y, como no, con el bal¨®n. Montes le pidi¨® a Coll que le dejara marcar a Villacampa porque ten¨ªa ganas de encontrarse con ¨¦l en una entrada. Pero nada sucedi¨®. Era martes.
As¨ª que todo qued¨® relegado a una presi¨®n final estudiantil, que redujo en 11 tantos la diferencia, m¨¢s que nada para mantener el fuego sagrado de la dif¨ªcil violabilidad del Magari?os. El Joventut sali¨® bien parado de este escenario, lo que quiere decir que ya es un l¨ªder propicio para seguir si¨¦ndolo. Le queda visitar el pabell¨®n, pero all¨ª, ¨²ltimamente, conoce m¨¢s de las victorias que de las derrotas,
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.