Las secuelas del bombardeo de Tr¨ªpoli
El ataque de EE UU a Tr¨ªpoli y Bengasi, registrado el 15 de abril de 1986, provoc¨® en varios pa¨ªses europeos una avalancha informativa sobre supuestas ¨ªmplicaciones de autoridades libias en atentados terroristas, en la financiaci¨®n de grupos violentos y en el apoyo del r¨¦gimen del coronel Muammar el Gaddafi a operaciones desestabilizadoras en pa¨ªses occidentales. En Espa?a, iniciativas diplom¨¢ticas y policiales en esa l¨ªnea estuvieron a punto de provocar la ruptura de relaciones diplom¨¢ticas entre Madrid y Tr¨ªpoli.
Tres semanas despu¨¦s del ataque militar, basado precisamente en la acusaci¨®n de Washington de que Gaddafi apoyaba a grupos terroristas, se produjeron en Espa?a importantes detenciones relacionadas con el r¨¦gimen libio. De un lado, y a partir del 2 de mayo, fueron detenidos cuatro espa?oles, tres libaneses, un jordano, un sirio y un liban¨¦s, miembros de La llamada de Jesucristo, un grupo terrorista desconocido hasta entonces.
El liban¨¦s Faisal Hanna Joudi, uno de los detenidos por pertenecer a ese grupo, declar¨® haber recibido 10 millones de pesetas de Ahmed Mohamed Nakaa, m¨¢ximo representante de la embajada libia en Espa?a. Nakaa acab¨® abandonando Espa?a a finales. de mayo, a sugerencia de las autoridades espa?olas. Por su parte, Libia orden¨® que varios miembros de la Embajada espa?ola en Tr¨ªpoli, entre ellos un miembro del CESID, abandonaran Libia. Paralelamente, 40 trabajadores espa?oles fueron expulsados de Libia y una veintena de estudiantes libios tuvieron que dejar Espa?a. El Gobierno se comprometi¨® a no vender armas a Libia y a reducir sus relaciones comerciales con Gaddafi.
Detenci¨®n de De Meer
El 9 de mayo, fue detenido el coronel Carlos de Meer, de quien entonces se inform¨® que, cuatro meses antes y, tras mantener contactos con ultraderechistas espa?oles y diplom¨¢ticos libios, viaj¨® a Tr¨ªpoli y se entrevist¨® con Gaddafi, a quien pidi¨® ayuda econ¨®mica para financiar actividades pol¨ªticas en Espa?a.Por aquellas fechas, Iberia estudi¨® la posibilidad de suspender sus vuelos a Tr¨ªpoli, se difundieron noticias sobre apoyos de Libia a ETA y se especul¨® con la posibilidad de que Gaddafi estuviera apoyando movimientos involucionistas en Espa?a.
El coronel De Meer, acusado inicialmente de supuestas actividades involucionistas relacionadas con un delito de conspiraci¨®n para la rebeli¨®n, fue Finalmente procesado por el delito de abandono de residencia, ya que, cuando visit¨® a Gaddafi, no comunic¨® con antelaci¨®n a sus jefes la realizaci¨®n del viaje a Tr¨ªpoli.
Con posterioridad a las detenciones, se lleg¨® a decir que La llamada de Jesucristo era un grupo manipulado por servicios occidentales de informaci¨®n o que la conexi¨®n libia era un montaje de la CIA y del Mossad, el servicio de espionaje israel¨ª. Nueve meses m¨¢s tarde, se recuerda que el ataque americano a Libia fue el inicio de la peor ¨¦poca en las relaciones diplom¨¢ticas entre Madrid y, Tr¨ªpoli.
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