Lu¨ªs y Llorente
J D. G., Luis Aragon¨¦s le ha dado la vuelta al caso Llorente, Tras declarar a su llegada que el sobrino de Gento "morir¨¢ por estos colores mientras siga aqu¨ª", ayer le sac¨® de titular en la Ciudad Deportiva madridista, donde nadie le hizo caso en sus comienzos, y frente al equipo de Juan Gea, uno de los t¨¦cnicos de la casa blanca de los que Llorente no quiere ni o¨ªr hablar.
Con esta sabia decisi¨®n Luis buscaba tres metas. El primero, motivar a Llorente para el partido de ayer. En segundo t¨¦rmino, congraciar al chaval con la afici¨®n rojiblanca para el futuro inmediato si era capaz de cuajar un buen encuentro ante un equipo madridista vestido de blanco. Y, en tercer lugar, reavivar de paso ante la parroquia de la Ciudad Deportiva el enfado por el monumental error de los t¨¦cnicos madridistas al dejar escapar a un jugador como Llorente, a a?os luz de los que ayer tuvo enfrente. Luis consigui¨® sus tres objetivos.
Llorente, de extremo derecho a la antigua, pegado a la banda, le dio el primer gol a Da Silva, con quien mantuvo siempre un di¨¢logo futbol¨ªstico de altura; forz¨® un penalti, que luego fallar¨ªa Marina: marc¨® un gol injustamente anulado y dej¨® sentados por velocidad y regate a los defensores madridistas de tercera, sobre todo en el segundo tiempo. La joya que el Madrid se dej¨® ir le va a costar ahora, al menos, 50 millones de pesetas, los estipulados por Llorente en su contrato si decide romperlo unilateralmente al amparo del decreto sobre Relaciones Laborales de los Deportistas Profesionales. Una ganga, dada la explosi¨®n del jugador, pero una ganga que el Madrid podr¨ªa tener ya, junto a Butrague?o, gratis.
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