Un asi¨¢tico se perfila como el sucesor id¨®neo de M'Bow

El frente anglosaj¨®n no quiere presentar un candidato del ¨¢rea europea, que suscitar¨ªa las reticencias del Tercer Mundo y de los propios europeos para la sucesi¨®n de Amadou Malitar M'Bow al frente de la Direcci¨®n General de la Unesco. Un asi¨¢tico que consiguiera los m¨ªnimos elementos de consenso ser¨ªa el candidato id¨®neo para director general, seg¨²n opini¨®n de la mayor¨ªa de los portavoces de todas las tendencias consultadas. Entre otras razones, porque la m¨¢xima responsabilidad de la Unesco nunca ha estado en manos de un asi¨¢tico.

El candidato de Estados Unidos es, por el momento, el general paquistan¨ª Yaqub Jan, que ha desempe?ado un papel importante en los intentos de pacificaci¨®n de Afganist¨¢n, tiene experiencia diplom¨¢tica, es musulm¨¢n y prooccidental y, por supuesto, de s¨®lida formaci¨®n anglosajona.El semanario norteamericano Newsweek ha afirmado recientemente que ser¨ªa bien aceptado por el bloque occidental, el bloque socialista y algunos pa¨ªses del Tercer Mundo. El ¨²nico t¨ªtulo que va a pesar negativamente en su imagen es su profesi¨®n militar. Pocos son los embajadores, incluso occidentales, que toman a broma la posibilidad de un "general director general" en el organismo internacional.

Federico Mayor Zaragoza no consta todav¨ªa como candidato oficial, pero est¨¢ ya en las listas que circulan por los despachos de la Unesco y aparece muy bien situado en caso de que no aparezca el candidato asi¨¢tico capaz de conseguir el consenso. La candidatura de Mayor Zaragoza tiene importantes apoyos en el mundo cient¨ªfico internacional y dentro de la propia Unesco, y contar¨ªa, si fuera el caso, con el respaldo incondicional del Rey y del presidente del Gobierno de Espa?a. ?sta no presentar¨¢, sin embargo, su candidatura oficialmente, a menos que tenga posibilidades de suscitar el consenso y salir vencedora.

Socialistas y conservadores

Dentro del Gobierno y del PSOE, Mayor Zaragoza cuenta con algunas opiniones desfavorables, que se han visto reforzadas despu¨¦s de la elecci¨®n de un conservador brit¨¢nico como presidente del Parlamento Europeo, que gan¨® frente al socialista Enrique Bar¨®n por un pu?ado de votos, y gracias, entre otros, a los conservadores espa?oles. Para algunos socialistas "ya no es posible seguir colocando a personalidades espa?olas de derechas" en organismos internacionales, despu¨¦s de la experiencia de Enrique Bar¨®n en Estrasburgo.

Mayor Zaragoza re¨²ne unas excelentes condiciones para ser aceptado por los pa¨ªses occidentales, por los socialistas y por los latinoamericanos. Ha sido apoyado por 16 personalidades espa?olas que firman una carta de respaldo a su candidatura, entre las que se encuentran Juan Antonio Samaranch, Marcelino Oreja, Pasqual Maragall y Pedro La¨ªn Entralgo. Francia, el pa¨ªs anfitri¨®n, contempla con buenos ojos, tanto desde la presidencia de la Rep¨²blica como desde el Gobierno, una candidatura que refuerce el protagonismo europeo y latino. Mayor Zaragoza contar¨ªa con el apoyo destacado del Vaticano. El candidato espa?ol no cuenta, en principio, con destacados apoyos entre los pa¨ªses del Tercer Mundo.

En caso de fracaso de las candidaturas con mayor capacidad de suscitar consensos queda todav¨ªa una posibilidad que no se puede descartar, como es que Amadou M'Bow vuelva a presentarse a petici¨®n del propio consejo general y aunque sea con un mandato limitado de dos a?os. La declaraci¨®n de M'Bow de septiembre de 1986, asegurando que no se presentar¨ªa, lo sit¨²a en una excelente posici¨®n para erigirse en f¨®rmula de salvaci¨®n en caso de discrepancias insalvables en torno a otro candidato.

Los pa¨ªses de la l¨ªnea del frente anti M'Bow prefieren buscar un consenso en torno a un candidato moderado, en vez de un candidato perfectamente acorde a sus intereses, para evitar as¨ª una divisi¨®n tan profunda que signifique en la pr¨¢ctica una prolongaci¨®n por dos a?os del mandato del actual director general.

Para pa¨ªses pobres.

Si EE UU se decide a prescindir de esta organizaci¨®n internacional, nada m¨¢s l¨®gico que favorecer el continuismo que permita seguir en la actual situaci¨®n de crisis y a la vez preparar las fundaciones privadas internacionales que se enfrentan como alternativa a una Unesco convertida en un organismo pobre para los pa¨ªses pobres.