El cine de Costa Rica encuentra su El Dorado
El rodaje de El Dorado representa para- el incipiente cine de Costa Rica la posibilidad de recibir un irapulso. La directora del Centro Costarricense de Producci¨®n Cinematogr¨¢fica, Patricia Howell, que ha dirigido ya dos pel¨ªculas de mediometraje, considera que El Dorado representa una oportunidad de formar t¨¦cnicos" para el cine de su pa¨ªs.En el contrato, firmado entre el Centro Costarricense de Producci¨®n Cinematogr¨¢fica y la productora espa?ola de la pel¨ªcula, se prev¨¦ que ocho cineastas de Costa Rica participen en la producci¨®n, filmaci¨®n y edici¨®n durante el tiempo que dure la realizaci¨®n de El Dorado.
Al final del rodaje, la productora espa?ola donar¨¢ equipo cinematogr¨¢fico por un valor de unos ocho millones de colones (m¨¢s de 16 millones de pesetas), una c¨¢mara, una moviola y un equipo de sonido. Para Howell, lo m¨¢s importante parece ser "el hecho de que Costa Rica aparecer¨¢ en todas las pantallas del mundo, lo que supondr¨¢ una promoci¨®n del pa¨ªs".
Fomentar el cine propio
La directora de cine no quiere con esto que Costa Rica se convierta simplemente en una especie de maquilladora (industria auxiliar) del cine intern acional, sino que "queremos fomentar un cine propio".Hasta ahora Costa Rica carece de industria del cine. En los ¨²ltimos a?os s¨®lo se han realizado tres largometrajes (dos eran pel¨ªculas de 16 mil¨ªmetros que luego fueron infladas a 35). Para la directora de Cinematograf¨ªa de Costa Rica, el productor espa?ol de El Dorado, Andr¨¦s Vicent¨¦ G¨®mez, se ha convertido "en nuestro mecenas, que nos arrastr¨® con El Dorado".
"Son gente de una calidad inmensa", dice Howell, quien se muestra encantada con el clima reinante entre el equipo que dirige Carlos Saura, que mantiene una relaci¨®n muy arm¨®nica". "Nunca lo he visto enojado. Viene a las fiestas de todos".
La responsable de la cinematograf¨ªa de Costa Rica, que piensa asistir a todo el rodaje de la pel¨ªcula, comenta que "aqu¨ª el que se cabrea pierde". Mientras tanto, la lluvia azota implacable la barraca donde est¨¢ instalado el equipo encargado de hacer que la producci¨®n no se detenga.
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