Paraguay, en tinieblas
PARAGUAY VIVE desde 1954 sometido a la dictadura del general Stroessner, que se inici¨® con una represi¨®n implacable y que ha prolongado su existencia combinando el uso arbitrario de la violencia por los ¨®rganos del Estado con un sistema de corrupci¨®n extendido por el mundo administrativo y empresarial. Durante d¨¦cadas, Paraguay ha sido el olvidado de la Prensa mundial. Parec¨ªa que en ese pa¨ªs nunca pasaba nada. Los progresos de la democracia en el Cono Sur de Am¨¦rica, y concretamente en los pa¨ªses vecinos -Argentina, Uruguay y Brasil-, han ayudado a poner de relieve el anacronismo de la situaci¨®n paraguaya.A la vez, sobre todo desde las manifestaciones populares de marzo del a?o pasado, una serie de movimientos de oposici¨®n ha aparecido en el interior del pa¨ªs, testimoniando la voluntad de amplias capas de esta naci¨®n de avanzar hacia una transici¨®n democr¨¢tica. La Iglesia cat¨®lica se ha separado de la dictadura y se ha pronunciado por un di¨¢logo nacional. A pesar de constantes obst¨¢culos para una actividad pol¨ªtica de oposici¨®n, ¨¦sta se expresa con creciente vigor. Las Jornadas por la democracia en Paraguay, que se han celebrado estos d¨ªas en Madrid, no han sido s¨®lo un gesto de solidaridad con ese pueblo, sino que han evidenciado los avances en diversos sectores sociales, como estudiantes, obreros y campesinos, de movimientos que se esfuerzan por abrir el camino de la democracia. Existen a¨²n dificultades serias para que se plasme un proyecto eficaz de transici¨®n pol¨ªtica. Pero una condici¨®n para lograrlo es que se ponga fin al olvido de Paraguay y que la solidaridad expresada en la reuni¨®n de Madrid contin¨²e.
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