Una jornada particular

Juan Carlos Yoldi, de 24 a?os, acusado por el fiscal de pertenencia a ETA y participaci¨®n en atentados sin v¨ªctimas, vivi¨® una jornada inusual para un preso preventivo que puede ser condenado a 64 a?os de c¨¢rcel. Yoldi, vestido con camisa verde a cuadros y jersei negro jaspeado, pas¨® casi sin transici¨®n del aislamiento en celda de castigo en la prisi¨®n de m¨¢xima seguridad de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) a un fugaz estrellato.El candidato de Herri Batasuna fue recogido por un veh¨ªculo de la polic¨ªa auton¨®mica vasca en la c¨¢rcel de Nanclares de la Oca, a 15 kil¨®metros de Vitoria, despu¨¦s de las ocho de la ma?ana. Los agentes uniformados dejaron de custodiarle a las nueve, nada m¨¢s entrar en el Parlamento, donde goz¨® de libertad de movimientos para reunirse con sus compa?eros de grupo, su madre, Julia M¨²gica, sus hermanos y su novia. Asisti¨® a una conferencia de prensa multitudinaria y almorz¨® con sus familiares en la cafeter¨ªa de la C¨¢mara, acompa?ado siempre a corta distancia por dos agentes de seguridad de paisano, aunque se le permiti¨® mantener un vis a vis con su novia durante algo m¨¢s de veinte minutos.

El candidato, t¨ªmido pero en¨¦rgico, siempre con una media sonrisa y expresi¨®n abstra¨ªda en el rostro, fue conducido a la prisi¨®n nada m¨¢s trasponer de nuevo el umbral del antiguo instituto de Vitoria, sede del Parlamento. Cuando lo abandonaba manifest¨®: "Mientras existan presos no habr¨¢ paz, mientras exista opresi¨®n no habr¨¢ paz, mientras haya un solo refugiado en Euskadi no habr¨¢ paz, habr¨¢ guerra y muertes por todos los lados. La guerra continuar¨¢, queremos la paz y lo decimos de verdad. Gora Euskadi Harmatua [Gora Euskadi Armada]". La salida del furg¨®n hacia la c¨¢rcel fue acogida con gritos de rabia por los simpatizantes de Herri Batasuna.