P¨¦same a Julieta

Cuando el 23 de febrero de 1981 se me "helaba el coraz¨®n" por lo que estaba sucediendo en Espa?a, mis compa?eros de trabajo brit¨¢nicos cruzaban comentarios ir¨®nicos sobre lo t¨ªpico del tricornio de charol y los mostachos de Tejero.Justo seis a?os despu¨¦s, y mientras se me vuelve a helar el coraz¨®n, un pueblo espa?ol, Miajadas, se echa a la calle en defensa de un padre que actu¨® en "defensa del honor" matando a palos al novel amante de 15 a?os de su hija de 15 a?os. E imagino a esos mismos compa?eros de entonces comentando divertidos el tipismo de nuestra tierra.

Para m¨¢s inri, su peri¨®dico no escatima en datos morbosos sobre la situaci¨®n del crimen y se ahorra, en cambio, la posibilidad de salir en defensa del tristemente ajusticiado Romeo, aunque s¨®lo le hubiese ocupado un par m¨¢s renglones.

Mi m¨¢s profundo p¨¦same a Julieta, la cual vio convertida la m¨¢s bella noche de su vida, donde despert¨® al amor, en la m¨¢s tr¨¢gica, al ver con sus propios ojos adolescentes la muerte de Isidro, y ve ahora c¨®mo los llamados adultos del pueblo gritan, desvergonzados, que ellos hubiesen acudido a rematar a Isidro, en "defensa del honor" del padre.

?Ha preguntado alguien a Paqui qu¨¦ opina ella sobre su propio honor?-

psic¨®loga.