Espectaculares medidas policiales en el traslado a Euskadi
ENVIADO ESPECIAL, Minutos antes de las siete de la ma?ana, el funcionario del servicio de pompas f¨²nebres del Ayuntamiento de Barcelona que viajaba en la caravana que conduc¨ªa el cad¨¢ver de Txomin Iturbe de Barcelona a Mondrag¨®n era despertado de su sue?o en uno de los coches de escolta de la Guardia Civil para que se preparara para conducir el furg¨®n mortuorio. A las 7.01, en una gasolinera situada a poco m¨¢s de un kil¨®metro de la villa de Mondrag¨®n, el parlamentario de Herri Batasuna, I?aki Esnaola, recib¨ªa formalmente el cad¨¢ver del dirigente etarra de manos del comandante de la Guardia Civil que hab¨ªa conducido la caravana en un largo viaje de siete horas.
El funcionario del Ministerio del Interior que hasta entonces hab¨ªa conducido el furg¨®n municipal, de color granate, ced¨ªa su puesto a su compa?ero de Barcelona. La escena era seguida por varias decenas de polic¨ªas de paisano, guardias civiles de las UAR armados con cetme y por los tripulantes de una tanqueta del mismo instituto armado que cerraba la comitiva.
Cuando apenas hac¨ªa media hora que hab¨ªa empezado a clarear, el cortejo f¨²nebre, reducido a cuatro veh¨ªculos -uno de ellos, un taxi alquilado en el aeropuerto de Barcelona por HB al precio de 40.000 pesetas-, llegaba escoltado por un veh¨ªculo de la polic¨ªa aut¨®noma vasca al centro de Mondrag¨®n y era recibido a los gritos de Gora ETA Militarra.
El viaje hab¨ªa comenzado a las 0.10 en la terminal de carga del aeropuerto de Barcelona, a 530 kil¨®metros de Mondrag¨®n. Una caravana de 10 veh¨ªculos -cuatro Peugeot de la Guardia Civil, el furg¨®n, un taxi con los familiares de Txomin, otro turismo con los parlamentarios de HB, dos coches K (camuflados) de la polic¨ªa y el veh¨ªculo de mando del comandante abandon¨® discretamente las instalaciones y, evitando el paso por Barcelona, se intern¨® a trav¨¦s de una carretera comarcal en la autopista en direcci¨®n a L¨¦rida y Zaragoza.
Para impedir el seguimiento de la caravana por periodistas o simpatizantes de Herri Batasuna, la Guardia Civil cort¨® la circulaci¨®n en los peajes de la autopista por per¨ªodos de 15 minutos. Durante horas, los 10 coches viajaron pr¨¢cticamente en solitario. Pasadas las cuatro de la madrugada, los veh¨ªculos dejaron atr¨¢s el desv¨ªo de Pamplona.
Eran las cinco de la madrugada cuando se rebas¨® la altura de Logro?o. Desde all¨ª todos los puentes de la autopista fueron ocupados por veh¨ªculos de la Guardia Civil.
La salida de la autopista en Miranda de Ebro, a las 5.40, fue organizada con un aparatoso despliegue policial. El peaje y la conexi¨®n con la carretera que conduce a Vitoria estaban totalmente tomados por efectivos de la Guardia Civil fuertemente armados. M¨¢s all¨¢, y hasta el final del trayecto, la caravana fue reforzada con la escolta de nuevos veh¨ªculos K que evitaron que otros autom¨®viles pudieran rebasar el cortejo.
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