Adi¨®s a la imagen de moderaci¨®n
La contra pierde con Arturo Cruz el ¨²ltimo cartucho en su intento de presentarse ante los nicarag¨¹ense y la opini¨®n internacional como un movimiento de oposici¨®n democr¨¢tica. Retirado el hombre que cultivaba la imagen del di¨¢logo, la moderaci¨®n y el antimilitarismo, la contra queda casi reducida a un grupo de guardias somocistas burdamente manipulados por EE UU.Indeciso y d¨¦bil de car¨¢cter, Arturo Cruz, de 63 a?os de edad, ha durado apenas 15 d¨ªas como m¨¢ximo dirigente de la Unidad Democr¨¢tica de Oposici¨®n (UNO), alianza en la que est¨¢n integradas las principales fuerzas antisandinistas. Lleg¨® a ese cargo en febrero pasado, despu¨¦s de la dimisi¨®n de su principal rival, Adolfo Calero, jefe de un ej¨¦rcito de varios miles de hombres que combaten a los sandinistas desde Honduras.
Su estrella se difumin¨® s¨®lo 48 horas despu¨¦s de llegar a la c¨²pula de la UNO, cuando revelaciones de Prensa le obligaron a reconocer que durante el a?o pasado hab¨ªa cobrado un sueldo de 7.000 d¨®lares mensuales de la Casa Blanca. La explicaci¨®n de que tuvo que aceptar ese dinero simplemente para mantener a su familia no sirvi¨® para impedir que Cruz se hundiese como alternativa a una contra desprestigiada y fracasada.
Cruz procede de la oposici¨®n a Somoza. Particip¨® en la comisi¨®n de los doce que se opuso al dictador y fue hombre importante en el enlace entre la revoluci¨®n y la burgues¨ªa nacional. Con el r¨¦gimen sandinista ocup¨® los cargos de presidente del Banco Central y embajador en Washington, donde despu¨¦s se qued¨® como dirigente opositor. Su relaci¨®n con Estados Unidos es muy estrecha desde que curs¨® estudios diplom¨¢ticos en la universidad de Georgetown.
Cruz intent¨® en 1984 presentarse a las elecciones presidenciales en su pa¨ªs, pero tuvo que renunciar por la presi¨®n al un¨ªsono de las turbas que dentro de Nicaragua le imped¨ªan realizar actos p¨²blicos y del Gobierno norteamericano, que quer¨ªa ilegitimar esos comicios por la falta de candidatos de oposici¨®n.
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