Conflicto m¨¦dico
El actual panorama de movilizaciones de diversos grupos del colectivo m¨¦dico nos muestra un conflicto que abarca a la casi totalidad de la cadena de asistencia m¨¦dica a la sociedad. En ¨¦l se entremezclan los estudiantes, los llamados pre-MIR, los MIR y el staff de alguno de los grandes hospitales de Madrid. Lo que en un principio desencaden¨® el conflicto fue el sistema de adjudicaci¨®n de plazas de la convocatoria MIR 86; en este momento han aparecido otras reivindicaciones, como el cuestionamiento de la nueva figura del director gerente de los grandes hospitales o el incremento de la inversi¨®n en sanidad, que ha ido disminuyendo absurdamente desde el a?o 1982 (3,84% del PIB entonces, 3,43% en 1986).El conflicto sigue extendi¨¦ndose: el CESM ha convocado una huelga nacional para los d¨ªas 17 y 18. En esta cadena choca la ausencia, la casi segregaci¨®n, de un importante grupo dentro del colectivo m¨¦dico, que incluye a m¨¢s de 20.000 individuos con una problem¨¢tica especial: desempleo, falta. de expectativas y la casi imposibilidad de adquirir formaci¨®n de posgraduado. ?C¨®mo es posible que el Minister¨ªo de Sanidad no se plantee que es absolutamente necesario abordar este problema cuanto antes? No es dif¨ªcil establecer una conexi¨®n l¨®gica entre elementos como los 107.000 enfermos que completan una lista de espera de asistencia m¨¦dica, una abundante mano de obra cualificada y ese eslab¨®n central que falla: la inversi¨®n en sanidad es en Espa?a ostensiblemente inferior a la media de la CEE. Es necesario cubrir al m¨¢ximo las plazas actualmente existentes, es necesario crear m¨¢s plazas que mejoren la calidad de la medicina espa?ola. Hay medidas cuya aplicaci¨®n puede requerir a?os, pero hay otras de aplicaci¨®n inmediata. ?C¨®mo es posible que el se?or ministro declare hace unos d¨ªas que la capacidad docente para acceder a la especializaci¨®n v¨ªa MIR est¨¦ alrededor de 2.800 plazas y ¨²nicamente se tenga previsto cubrir 1.861? ?Qu¨¦ pasa con las plazas restantes? Los m¨¦dicos residentes desempe?an un pape notorio en el hospital; proporcionan una importante capacidad de trabajo recibiendo al mismo tiempo una valiosa formaci¨®n, obteni¨¦ndose as¨ª una inversi¨®n de muy alta rentabilidad social. ?C¨®mo explicar este derroche de la capacidad docente? ?Tiene el se?or ministro alguna soluci¨®n secreta para aquellos miles de m¨¦dicos que con toda seguridad quedar¨¢n sin formaci¨®n hospitalaria, dado el exiguo n¨²mero de plazas de MIR, que en la d¨¦cada de los noventa sufran la aplicaci¨®n de la normativa sobre los requisitos para trabajar en la Comunidad Europea como m¨¦dico generalista? Se?or ministro, es necesario hacer los m¨¢ximos esfuerzos para incrementar nuestra f¨®rmaci¨®n; dentro de unos a?os es posible que tengamos que competir no s¨®lo entre nosotros, sino tambi¨¦n con m¨¦dicos provinientes de nuestros socios europeos; es m¨¢s que posible que se produzca un d¨¦ficit de especialistas. Es un sin sentido y una grave irresponsabilidad este desperdicio de nuestra capacidad docente.- M¨¦dico.
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