Zush expone su mundo on¨ªrico en la galer¨ªa Fernando Vijande
"?Hola, Zush!, ?c¨®mo est¨¢s?", le dijo un interno del frenop¨¢tico de Barcelona a Alberto Porta cuando ¨¦ste contaba 21 a?os y se dispon¨ªa a pasar tres meses hospitalizado para curarse de la locura de ir de hippy y fumar porros de yerba. Alberto Porta decidi¨® dejarse bautizar por su colega, renacer bajo el nombre de Zush y dedicarse a la creaci¨®n, llegando a inventar incluso su propio pa¨ªs, Evrugo. Con numerosas exposiciones a sus espaldas y un consolidado prestigio como pintor, Zush expone en la galer¨ªa Fernando Vijande de Madrid el resultado de sus ¨²ltimos inventos pl¨¢sticos.
Zush, nacido en Barcelona hace 41 a?os, ha tra¨ªdo a Madrid un centenar de obras realizadas sobre los m¨¢s diversos materiales en las que recoge su cuerdo mundo on¨ªrico. Est¨¢n sus ya cl¨¢sicos peque?os monstruos con forma de espermatozoides junto a monstruos mayores con el rostro prestado de Reagan, Gaddafi o Franco y retazos de sue?os er¨®ticos o familiares. "Para m¨ª el arte es como vomitar, hacer caca o sudar", explica Zush. "La creaci¨®n es como los sue?os, que te sirven para lograr el equilibrio porque echas fuera todo lo que es excesivo o porque plasmas lo que echas de menos y necesitas".Al hablar de su pintura, Zush dice que se trata de un mundo muy particular: "Desde que tengo uso de raz¨®n tengo un mundo muy aparte al convencional, aunque he ca¨ªdo en muchas trampas". Le preocupa mucho que la llamada educaci¨®n sea capaz de anular a un individuo intentando reconducirle por un camino que no es el suyo y que esto se intenta hacer con el hombre desde que es ni?o. En el mundo del arte, cita los cajos de Paul Klee o Joan Mir¨®, como ejemplo de creadores que han intentado reconducir su arte hasta el mundo individual del ni?o.
Mestizaje
Zush, cuya creatividad se adentra en el campo de la filosofia o de la pol¨ªtica, rechaza toda vinculaci¨®n localista y asegura que, a estas alturas del siglo, todos somos unos mestizos culturales. Producto de ese mestizaje es todo lo bueno y lo malo que ocurre en el mundo, incluido el SIDA, enfermedad que no considera una plaga, sino una consecuencia inevitable del mestizaje. El tema concreto del SIDA est¨¢ reflejado en varias de las obras que integran esta exposici¨®n.
De su fama de chico terrible amante de las boutades, Zush dice que ¨¦sta es una exageraci¨®n de sus amigos y de su sentido del humor al responder a algunas preguntas. Asegura que no suele hablar mal de sus compa?eros, porque, entre otras cosas, trabaja una media de 14 o 16 horas diarias y la pintura tiene siempre su mente ocupada desde su paso por el frenop¨¢tico, en el que aprendi¨® a conocer el mundo de los locos.
Dice Zush que los temas de las pr¨®ximas obras seguir¨¢n siendo aquellos que personalmente le supongan alguna alteraci¨®n y que, al igual que ahora, seguir¨¢ trabajando con toda clase de materiales: "Yo no soy de los que consideran que lo bueno es cargar una obra con kilos de pintura -a ¨¦sos les llamo teloneros-, para los que lo ¨²nico importante es el ¨®leo. Mezclo los temas y los materiales y estoy dispuesto a incorporar todo lo nuevo que se vaya presentando ante mis ojos".
Babelia
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