Los travestismos de la banca
En toda el ¨¢rea de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), los mercados de capital y el sector financiero se han convertido en una de las parcelas de servicios m¨¢s din¨¢micas. Un auge ins¨®lito que ha procurado un alto crecimiento del empleo y una alta rentabilidad, coincidiendo con importantes cambios en su estructura y en las formas tradicionales de realizar operaciones.En el sector bancario, el efecto de las nuevas tecnolog¨ªas y de las innovaciones en los modos de operar han asegurado hasta la fecha un impacto positivo sobre el empleo Sin embargo, ?se puede suponer que esto contin¨²e en el futuro? ?Se puede descartar la posibilidad de la p¨¦rdida de puestos de trabajo en los servicios financieros tal como ha sucedido en las industrias manufactureras?
Por otro lado, ?hasta qu¨¦ punto afectan a la capacidad de creaci¨®n de puestos de trabajo del sector financiero, dentro del mismo sector y dentro de la econom¨ªa global, los dos cambios principales estudiados por el Programa ILE (Iniciativa Local de Empleo) de la OCDE; es decir, el que atiende a la descentralizaci¨®n (institucional, fiscal, de producci¨®n, etc¨¦tera) y el que se refiere a la asociaci¨®n entre los sectores p¨²blicos y privados?
En ambos sentidos, es capital la nueva relaci¨®n que se est¨¢ dando, en numerosos pa¨ªses, entre las instituciones financieras locales, junto con el desarrollo de las econom¨ªas locales. Y esto precisamente en unos tiempos presentes caracterizados por una acentuada tendencia hacia la internacionalizaci¨®n y globalizaci¨®n de los mercados de capital.
Un cambio hist¨®rico
En general, se considera que el negocio bancario ha llegado a un punto de cambio hist¨®rico. La r¨¢pida tendencia hacia un mercado bancario mundial ¨²nico, tal como resalt¨® el big bang de Londres, est¨¢ imponiendo un proceso de reestructuraci¨®n en la industria, por el cual los cr¨¦ditos a empresas, la banca de inversi¨®n y las funciones de tesorer¨ªa se combinan en unidades que proporcionan virtualmente todos los servicios financieros conjuntamente. Tal tendencia se encuentra espectacularmente alejada del banco tradicional, en el que todas estas actividades se encuentran separadas, tanto desde el punto de vista operativo como desde el cultural.
Una causa importante de estos cambios reside en la saturaci¨®n de los mercados de servicios financieros que se han venido practicando hasta ahora. As¨ª, en en el pasado, la competencia en la banca personal se centr¨® en torno al n¨²mero de cuentas de ahorro o cuentas corrientes nuevas que pod¨ªan abrir los bancos, pero ahora se ha rozado el l¨ªmite. En en los ¨²ltimos 15 a?os, el porcentaje de familias con cuentas de ahorro y cuentas corrientes ha aumentado desde una cifra relativamente baja hasta cerca del 90% en pa¨ªses como Francia y Alemania Occidental. Tal resultado, conseguido a trav¨¦s de una expansi¨®n masiva de las redes de sucursales de los bancos, contribuy¨® a aumentar el empleo. Sin embargo, esta pl¨¦tora de empleados podr¨ªa ser un grave lastre de no haberse compensado por la nueva diversificaci¨®n de productos y la apertura de otras batallas competitivas en las que se encuentran los bancos.Otro factor inesperado, pero que ha contribuido mucho a desatar la imaginaci¨®n en los servicios financieros ha sido la desintermediatizaci¨®n, es decir, el proceso mediante el cual los usuarios de los servicios financieros satisfacen sus necesidades fuera de las instituciones convencionales. Por ejemplo, Sears-Roebuck, la gran cadena de grandes almacenes de Estados Unidos, con un volumen de ventas de 41.000 millones de d¨®lares, 800 tiendas y 60 millones de clientes con tarjetas de cr¨¦dito, no s¨®lo da cr¨¦dito directamente, sino que adem¨¢s est¨¢ llevando dep¨®sitos, pr¨¦stamos, inversiones y ofrece asesor¨ªa financiera.
El caso Sears-Roebuck, repetido por otras firmas, ha suscitado consecuenel as parad¨®jicas. As¨ª un banco como el Chase Manhattan, para no chocar con las restricciones de las leyes bancarias y hacer frente a los r¨¢pidos cambios del mundo financiero norteamericano, est¨¢ pensando incluso en abandonar su licencia bancaria. Y ello se debe al descubrimiento reciente de que los empresarios no tienen por qu¨¦ acudir a los bancos para obtener cr¨¦ditos. Simplemente pueden acudir de modo directo a a los inversores, emitiendo papel comercial que se vende como cualquier otro t¨ªtulo.
Hasta el comienzo de los a?os setenta, el sistema financiero en todos los pa¨ªses de la OCDE estaba fragmentado, era inflexible y exist¨ªa relativamente poca competencia interna. Los tipos de inter¨¦s y las comisiones estaban regulados rigurosamente por los diferentes Gobiernos. Consecuentemente, la mayor¨ªa de las instituciones financieras se ve¨ªan obligadas a especializarse en sectores del mercado protegidos por normas administrativas y organizarse como oligopollo en el que la competencia se basaba en precios fijos con diferenciaci¨®n en los servicios.
En muchos pa¨ªses industrializados, las pol¨ªticas p¨²blicas ofrec¨ªan subvenciones, ventajas fiscales, facilidades de cr¨¦dito, etc¨¦tera, a una diversidad de sectores del mercado, tales como ayudas fiscales a los agricultores, tipos bajos de inter¨¦s para la construcci¨®n y dinero barato para la inversi¨®n en industrias determinadas, por estar en declive o en ascenso.
Esta situaci¨®n, sin embargo, se hizo insoportable a la vista de los cambios estructurales y el movimiento para trasformar el sector financiero ha cobrado fuerza a trav¨¦s de cuatro aspectos principales: a) La liberalizaci¨®n de los tipos de inter¨¦s. b) La liberalizaci¨®n de las comisiones sobre los servicios de bolsa. c) La descentralizaci¨®n administrativa. d) La apertura del mercado nacional a la competencia extranjera.Actualmente, en esta fase de liberalizaci¨®n surge la cuesti¨®n de hasta qu¨¦ punto es el mercado act¨²a aumentando la estabilidad del sistema. Esto es importante porque el mercado se encuentra hoy en situaci¨®n de ejercer mayor influencia en la determinaci¨®n del ¨¦xito o el fracaso de un banco individual. En este sentido, vale la pena subrayar que casi todas las innovaciones financieras nuevas (cr¨¦ditos y bonos de inter¨¦s flotante, bonos de cup¨®n cero, papel comercial, permutas de los tipos de inter¨¦s, bonos convertibles en acciones, acciones no cotizadas en bolsa, etc¨¦tera) est¨¢n pensadas principalmente para cubrir y compartir riesgos dentro del sistema. Y ¨¦sta es la raz¨®n por la que han crecido tan r¨¢pidamente algunas innovaciones en los ¨²ltimos anos. A?os caracterizados por unos tipos de cambio explosivos y por un aumento de los riesgos de cr¨¦ditos en las industrias manufactureras con problemas de ajuste.Paralelamente, la b¨²squeda del reparto de riesgo ha producido otro fen¨®meno conocido como la securitisation, que es el proceso para lograr recursos financieros para grandes clientes mediante la venta de t¨ªtulos en lugar de prestarles dinero d¨ªrectamente. En la primera mitad de esta d¨¦cada, el volumen de cr¨¦ditos internacionales descendi¨® a una cuarta parte de sus niveles anteriores, desde alrededor de 100.000 millones de d¨®lares al ano a aproximadamente 25.000 millones, mientras que las emisiones de bonos y pagar¨¦s se elladruplicaron, aumentando de aproximadamente 50.000 millones a. cerca de 200.000 millones de d¨®lares. La capacidad de consegu:ir recursos Financieros a base de t¨ªtulos, bien sean de deuda o de acciones de renta variable, en una diversidad de monedas, se ha convertido en una especie de term¨®metro para medir el ¨¦xito de la banca internacional.
Internacionalizaci¨®n
Con todo y si los factores de cambio mencionados han sido importantes en casi todos los centros financieros principales, su impacto no hubiera sido tan eficaz sin el r¨¢pido proceso de interpenetraci¨®n financiera, o internacionaliz aci¨®n, que ha tenido lugar en los ¨²ltimos 10 a?os.
Los mercados en eurodivisas comenzaron hace aproximadamente 20 a?os. Entonces, en los a?os sesenta se vieron impulsados por el auge de la econom¨ªa, europea, la expansi¨®n de las corporaciones multinacionales norteamericanas y, sobre todo, por el impuesto de compensaci¨®n de intereses de Estados Unidos lo que hizo que los cr¨¦ditos extranjeros en EE UU fueran m¨¢s caros, fomentando que los prestatarios internacionales acudieran a Europa y a los eurod¨®lares. Fue , sin embargo, m¨¢s tarde, animado por una corriente de liberalizaci¨®n en los mercados nacionales, el nuevo volumen de operaciones del mercado internacional del capital alcanz¨® una cifra r¨¦cord de 261.000 millones de d¨®lares en 1985, de los cuales 135.000 millones correspond¨ªan a nuevas emisiones en el mercado de eurobonos.
En la actualidad, con la posibilidad de la completa unificaci¨®n del mercado europeo de servicios financieros, para lo cual la CE ha se?alado el a?o 1992 como l¨ªmite, el proceso de internacionalizaci¨®n se ver¨¢ acelerado en este continente.
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