Los campesinos reforman la agricultura por su cuenta

Grupos de campesinos filipinos, hartos de que el Gobierno no cumpla con la promesa de redistribuir tierras, se han apoderado desde julio por todo el pa¨ªs de miles de hect¨¢reas de terrenos de cultivo de arroz, az¨²car y ma¨ªz.La clave para la recuperaci¨®n y la estabilidad de Filipinas se basa en un programa que modernice las actuales condiciones de vida semifeudales de los millones de campesinos del pa¨ªs, ha declarado el ministro de Reforma Agraria, Heherson ?lvarez. A?adi¨® que tal programa exige una redistribuci¨®n radical de la tierra mediante una reforma agraria.

Ante la extensi¨®n de la pobreza y del hambre, una sangrienta rebeli¨®n comunista un movimiento cada vez m¨¢s activo de los campesinos, no hay ninguna cuesti¨®n considerada m¨¢s urgente que la reforma agraria.

?ste es el mismo problema que llev¨® a 10.000 campesinos furiosos a Manila el mes pasado. Su protesta ante el palacio presidencial de Malaca?ang, en Manila, termin¨® en un enfrentamiento con fuerzas de la Marina, cuyos disparos causaron 15 muertos. Es el problema que trajo recientemente al ministro de Hacienda, Jaime Ongpin, a Europa, donde consigui¨® un pr¨¦stamo blando del club de Par¨ªs para la reforma agraria. Origpin indic¨® que es probable que este programa requiera la readaptaci¨®n del presupuesto.

Un a?o despu¨¦s de la llegada al Gobierno de Coraz¨®n Aquino, los altos funcionarios se han resignado a aceptar la necesidad de una reforma agraria para la supervivencia de las fuerzas pol¨ªticas moderadas. Actualmente, el 10% de la poblaci¨®n filipina posee el 90% de los 9,5 millones de hect¨¢reas de tierra cultivada. La situaci¨®n no ha variado con el cambio de r¨¦gimen.

El 70% de los 57 millones de filipinos vive en zonas rurales, y el mismo porcentaje est¨¢ por debajo de los l¨ªmites de la pobreza. Para el Gobierno, esta pobreza y la falta de tierra explican la continuaci¨®n de la rebeli¨®n comunista, que el a?o pasado caus¨® 10 muertes diarias. Bajo el r¨¦gimen de Ferdinand Marcos, las fuerzas comunistas clandestinas se apoderaban sin m¨¢s de la tierra, pero, bajo el Gobierno de Aquino, el activo grupo campesino KMP ha adoptado un plan sistem¨¢tico de confiscaci¨®n de la tierra. El Gobierno est¨¢ poniendo en marcha un programa de 5.000 millones de d¨®lares (unos 650.000 millones de pesetas) para aplicar la reforma a algo menos de la mitad de la tierra cultivada. Pero se estima que hacen falta otros 4.500 millones de d¨®lares.