Pujol acept¨® las peticiones de las refiner¨ªas para retrasar el proyecto de Petrolis de Catalunya

El presidente de la Generalitat de Catalu?a, Jordi Pujol, orden¨® al Departamento de Industria de la instituci¨®n auton¨®mica, el pasado mes de diciembre, ralentizar el proceso de constituci¨®n de la empresa Petrolis de Catalunya, que deb¨ªa estar creada antes de acabar el a?o, seg¨²n fuentes de la instituci¨®n. Petrolis finalmente se constituy¨®, casi ¨²nicamente a efectos formales, el 27 de febrero, y aun sin todos los requisitos. Petrolis de Catalunya pretend¨ªa ser una empresa importadora de petr¨®leo y distribuidora de gasolina en Catalu?a. La intervenci¨®n de Pujol, confirmada en la Administraci¨®n auton¨®mica, se debi¨® a las intensas peticiones efectuadas por las refiner¨ªas privadas espa?olas -todas ellas conectadas con la gran banca- a la Generalitat.

Fue el presidente del Banco Central, Alfonso Esc¨¢mez, y presidente a su vez de su filial petrolera, CEPSA, quien tuvo una intervenci¨®n m¨¢s decisiva para que la Generalitat desistiera de su empe?o. "La Generalitat no cedi¨® hasta que se percat¨® de que este tema no provocaba solamente la preocupaci¨®n de Campsa, sino que afectaba a todo el sector privado y pod¨ªa perjudicar a la refiner¨ªa de Tarragona", explic¨® a este diario un estrecho colaborador de Esc¨¢mez. Alfonso Esc¨¢mez es el banquero que mantiene m¨¢s trato personal con Pujol, a causa de una relaci¨®n que se remonta a muchos a?os atr¨¢s con la familia del actual titular de la Generalitat.Las presiones privadas sucedieron a las discrepancias abiertas entre la Administraci¨®n catalana y algunos directivos del sector p¨²blico energ¨¦tico situados en el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH). La oposici¨®n procedente del sector p¨²blico fue medida con distinto rasero que la del sector privado. "La oposici¨®n del INH no inquiet¨® en absoluto a Pujol, quien, sin embargo, paraliz¨® el proceso en el mismo momento de recibir las protestas de Alfonso Esc¨¢mez y Luis Maga?a", se?alaron a este peri¨®dico fuentes de la Generalitat, que coincidieron en lo sustancial con el relato de los refineros privados.

Poco despu¨¦s de esta paralizaci¨®n del proyecto, producida a finales de 1986, y ya en este a?o, se desat¨® la crisis de FECSA. Jordi Pujol fue quien solicit¨® personalmente a Esc¨¢mez que el grupo del Central se comprometiera en la resoluci¨®n del problema y destinase a su principal ejecutivo, Luis Maga?a, para sanear la compa?¨ªa el¨¦ctrica. La gesti¨®n de Pujol -"que ha sido muy en¨¦rgica", precisaron fuentes bancarias- contribuy¨® decisivamente a vencer las resistencias institucionales del presidente del Banco Central, y las personales de Luis Maga?a, para aceptar la soluci¨®n propuesta para FECSA.

La soluci¨®n final para el consejo de FECSA se vio facilitada por la inexistencia de problemas entre las dos partes tras la desactivaci¨®n casi completa del proyecto de Petrolis de Catalunya, si bien los protagonistas aseguran que "no ha habido ning¨²n cambio de cromos". El caso es que Petrolis ha nacido pr¨¢cticamente desahuciado. En el acto que pretend¨ªa ser la constituci¨®n de la empresa no estaban presentes todos los representantes de los sectores te¨®ricamente interesados, de manera que todo qued¨® en una comparecencia para firmar un protocolo de intenciones, a ratificar posteriormente. Uno de los motivos de CEPSA para oponerse al proyecto de Petrolis radicaba en que, a su entender, ¨¦ste pod¨ªa perjudicar la estrategia de abanderamiento de sus propias estaciones de servicio.

Al mismo tiempo, la compa?¨ªa del Banco Central es, junto a las otras grandes refiner¨ªas espa?olas, un importante accionista de Campsa. La irrupci¨®n de Petrolis en el mercado trastocaba, a ojos de algunos sectores (particularmente, algunos directivos del INH, en el que est¨¢ inserta Campsa, y la c¨²pula del grupo Central-CEPSA), el dise?o de la nueva Campsa de impermeabilizar el mercado espa?ol hasta la liberalizaci¨®n definitiva de 1992, si bien la direcci¨®n de Campsa era menos sensible a estos temores y hab¨ªa dado ya su visto bueno inicial al proyecto, que se formaliz¨® en un protocolo escrito con la Administraci¨®n auton¨®mica.

Petrolis aparec¨ªa as¨ª, en la visi¨®n de sus cr¨ªticos, como un portillo por donde pod¨ªan penetrar, antes de haber desarmado y sustituido el monopolio, los productos y las marcas de las multinacionales del sector. AIgunas de ellas, particularmente fina, hab¨ªan mostrado repetido inter¨¦s en la experiencia de la distribuidora petrolera catalana. "No era de recibo que se nos pidiese la colaboraci¨®n a un proyecto que supon¨ªa facilitar las cosas a la competencia multinacional, con apoyo p¨²blico", sostienen fuentes del sector petrolero.

Escaso futuro

La ralentizaci¨®n del proceso de constituci¨®n de Petrolis, la oposici¨®n de los grupos petroleros privados y la sensibilidad del Gobierno catal¨¢n a las previsiones de ¨¦stos ocasionaron que empezase a considerarse a Petrolis como un proyecto de escaso futuro. Todo ello provoc¨® tambi¨¦n las reticencias y finalmente la retirada, en las ¨²ltimas semarias, de algunos de los socios con que inicialmente se contaba: el Banco Hispano Americano o el grupo operador Spanol. De esta forma, la constituci¨®n de Petrolis de Catalunya, a finales del pasado mes de febrero, no constituy¨® m¨¢s que un expediente para cubrir formalmente los compromisos contra¨ªdos con la opini¨®n p¨²blica catalana, a juicio de varios de los protagonistas de la operaci¨®n. Sin embargo, el nuevo conseller de Industria de la Generalitat, Maci¨¢ Alavedra, parece que alberga la intenci¨®n de resucitar el proyecto, en una segunda versi¨®n, si la actitud del grupo franc¨¦s Dineff es positiva y no se recrudece la oposici¨®n del sector.