El aceite les divide

Los cerca de 25.000 enfermos del s¨ªndrome t¨®xico aguardan el juicio que comienza el lunes como una oportunidad ¨²nica para mostrar ante la sociedad la situaci¨®n en que se encuentran. Hace mucho tiempo que sus problemas no alcanzan la resonancia que tuvo en principio el envenenamiento, pero a¨²n deben litigar contra sus despidos, continuar penosas sesiones de rehabilitaci¨®n y hacer cola en los ambulatorios. Este sombr¨ªo panorama no ha generado, sin embargo, la unidad inquebrantable que suelen producir las desgracias comunes, y las asociaciones de afectados muestran profundas discrepancias.

Pedro Sanz tiene 41 a?os, trabaja como inform¨¢tico en Renfe y vive en Getafe (Madrid). Sufri¨® el mismo envenenamiento que mat¨® a m¨¢s de 500 personas, pero no est¨¢ seguro de que el aceite fuera el veh¨ªculo de la enfermedad. Pedro Sanz preside la Federaci¨®n Provincial de Asociaciones de Afectados por el S¨ªndrome T¨®xico en Madrid, que agrupa a 17 organizaciones locales y dice contar con cerca de 11.000 integrantes (dato que cuestionan otras asociaciones)."Nosotros", afirma Sanz, "lo que esperamos del juicio es que ponga las cosas en su sitio, porque aqu¨ª ha habido un marem¨¢gnum incre¨ªble. Nuestra federaci¨®n no mantiene que el aceite fuera el causante. Tampoco que no lo fuera. Simplemente, nosotros no somos cient¨ªficos y esperamos que esas cuestiones se aclaren en el juicio, pero hemos visto muchas mentiras y contradicciones. Por ejemplo, que cuando se retir¨® el aceite no se produc¨ªa ya ning¨²n ingreso por el s¨ªndrome t¨®xico".

Con la postura de la federaci¨®n de Madrid coinciden las asociaciones de Le¨®n, Burgos, Salamanca, ?vila y Guadalajara, que dicen sumar 4.000 afectados. "No est¨¢ demostrado que el causante haya sido el aceite"' afirma Estrella Garc¨ªa Robles, vicepresidenta de la asociaci¨®n leonesa. "Los afectados no son enfermos de la colza, sino enfermos del s¨ªndrome t¨®xico". Pero hay respuesta a la aparente contradicci¨®n de que quienes mantienen esa idea est¨¦n personados en el sumario como acusadores de los aceiteros: "Estamos en el juicio porque lo que queremos es que se aclare todo".

No es ¨¦sta la postura mayoritaria entre las asocaciones. El resto -hasta 25.000 afectados sigue la tesis de que el aceite caus¨® el envenenamiento.

Postura abierta

Fernando Salas, abogado de estas asociaciones, explica: "No tenemos la convicci¨®n de que el aceite sea el ¨²nico factor. Mantenemos una postura abierta, porque vemos enormes lagunas".En lo que coinciden las seis organizaciones provinciales citadas es en su fobia hacia Arcadio Fern¨¢ndez, presidente de la asociaci¨®n de Legan¨¦s, una localidad madrile?a de casi 200.000 habitantes en la que 2.300 personas sufrieron el envenenamiento

La postura de Arcadio Fern¨¢ndez sobre el aceite es muy clara: "Hay se?ores que se dedican a decir que no fue el aceite Yo lo tengo todav¨ªa en mi casa, y el que se lo quiera tomar ah¨ª lo tiene. Sin ¨¢nimo de criminalidad y para que sepan lo que estamos padeciendo, lo que debieran hacer los aceiteros es tomar el aceite que nos dieron a tomar, y que lo tomen sus hijos como lo toma ron nuestros hijos".

Arcadio Fern¨¢ndez, de 40 a?os, tiene dos hijos y fue 20 a?os camionero. Con las ayudas para los afectados form¨® una cooperativa con otros enfermos y ahora es su gerente. Fern¨¢ndez desea crear una Asociaci¨®n Nacional, y sus oponentes de la federaci¨®n provincial -en la que no est¨¢ integrada la asociaci¨®n de Legan¨¦s- le acusan de personalismo: "Ya tuvo ocasi¨®n de participar en una organizaci¨®n supralocal y al final acab¨® dej¨¢ndolo porque reclamaba autonom¨ªa para cada organizaci¨®n".

"A m¨ª me podr¨¢n acusar de meter la pata, pero no de meter la mano", responde Fern¨¢ndez.

"Yo no iba all¨ª a hablar del aborto, ni del Movimiento Comunista, ni del PSOE, yo iba a hablar del s¨ªndrome t¨®xico".

Las distintas asociaciones coinciden en que no hay problemas respecto a las prestaciones sanitarias hacia los afectados. S¨ª han encontrado, en cambio, dificultades en el terreno laboral, y muchos casos han terminado en la Magistratura. Sobre todo, por altas m¨¦dicas con las que no estaban de acuerdo y por los per¨ªodos de baja laboral.

Las asociaciones tampoco se han puesto de acuerdo sobre las 300 plazas que han de distribuirse en el auditorio del Juicio. El asunto est¨¢ por resolver; pero, aun a su pesar, all¨ª se sentar¨¢n todos en el mismo bando.